Medellín - El Yucal

Junio 23 - 2017

 

Andes, Juan Moreno, 2017
Julián Verdugo, Caperucita y el lobo, 2017
Alejandro Metaute, Meditación, 2017
Alejandro Metaute, Meditación, 2017
Gloria Rodríguez, Ciudades utópicas, 2017
Alejandra Jaramillo, Lástima que no nos estemos entendiendo 3, 2017
Alejandra Jaramillo, Lástima que no nos estemos entendiendo 2, 2017
Santiago Restrepo, Moscovisión, 2017
Lanni Blue, Especulación, 2017
Pablo Marín, Sin título, 2017
Astrid Balvin, Paisajes Continuos
Nicolás Vizcaíno, El chorizo del interior, 2017
Fabián Orozco, Medellín Ultra, 2017
Diego Gallego, Privado, 2017

Interior del Yucal
Interior del Yucal
Alejandro Metatute, Meditación, 2017
Gloria Rodríguez, Ciudades utópicas, 2017
Silvia María Triana, Dar la vuelta y regresar, 2017
Alejandra Jaramillo, Lástima que no nos estemos entendiendo 3, 2017

por: Carolina Cerón

El lenguaje humano se basa en la capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos lingüísticos (usualmente secuencias sonoras, pero también gestos y señas, así como signos gráficos). Principalmente, lo hacemos utilizando el signo lingüístico. Aun así, hay diversos tipos de lenguaje. En cuanto a su desarrollo, el lenguaje humano puede estudiarse desde dos puntos de vista complementarios: la ontogenia y la filogenia. La primera analiza el proceso por el cual el ser humano adquiere el lenguaje, mientras que la segunda se encarga de estudiar la evolución histórica de una lengua.

El lenguaje animal se basa en el uso de señales visuales, sonoras y olfativas, a modo de signos, para señalar a un referente o un significado diferente de dichas señales. Primates y otras especies construyen proposiciones simples (sustantivo, verbo y adjetivo) Dentro del lenguaje animal están los gritos de alarma, el lenguaje de las abejas, etc.

Entrevista con un gato (Transcripción)
por Marcel Broodthaers
Grabado en el Museo de Arte Moderno, Departamento de las Aguilas, Düsseldorf, 1970

Marcel Broodthaers: ¿Es esta una buena pintura? … ¿Corresponde a lo que usted espera de esa transformación tan reciente que va desde el Arte Conceptual hasta esta nueva versión de una especie de figuración, como se podría decir?

Gato: Miau.

MB: ¿Crees que sí?

Gato: Miau..mm..Miau..miau.

MB: Y, sin embargo, este color es muy reluciente de la pintura que se estaba haciendo en el período del arte abstracto, ¿no?

Gato: Miau…Miau…Miau…Miau

MB: ¿Está usted seguro que no se trata de una nueva forma de academicismo?

Gato: Miau.

MB: Sí, pero si se trata de una innovación atrevida, todavía es contestable.

Gato: Miau.

MB: Sigue siendo …

Gato: Miau.

MB: Er … Todavía es una cuestión de los mercados …

Gato: Miaauw.

MB: ¿Qué harán las personas que compraron los anteriores?

Gato: Miauw.

MB: ¿Los venderán?

Gato: Miiau…

MB: ¿O continuarán? ¿Qué piensas? … Porque, por el momento, muchos artistas se preguntan sobre esto.

Gato: Miaau.

Mmmmmmmm

Maawmiaauw.

Miawmm.

Miau, miau.

MB: En ese caso, ¡que cierren los Museos!

Gato: ¡Miau!

***

MB: Esto es una pipa.

Gato: Miaouw.

MB: Esto no es una pipa.

Gato: Miaouw …

 

El conocimiento toma lugar cuando ocurre un intercambio basado en el lenguaje.
Algunos comediantes señalan las notables habilidades de comunicación de la heroica Lassie. A pesar de no hablar una palabra de inglés o tener pulgares oponibles, Lassie siempre es capaz de obtener la ayuda adecuada para ayudar a su amo. En la versión tradicional de esta broma, unos pocos ladridos rápidos de Lassie son suficientes para quien la escucha se pregunte: “¿Qué dices Lassie, Timmy se cayó en un pozo?» El perro resuelve los problemas de una familia granjera en los 22 minutos de duración del programa.

 

Cómo explicar obras de arte a una liebre muerta, 11 de noviembre de 1965. Joseph Beuys. Explicar sin voz y sin discurso. Con ese gesto se explica también que no hay nada que entender.

 

Gilgamesh es un cuento sumerio sobre el rey (y semi-dios) Gilgamesh de Uruk, que sobrevivió en doce tabletas de arcilla. La historia devela la extraña relación entre Gilgamesh y Enkidu. Enkidu es un hombre salvaje creado por los dioses, a imagen y semejanza de Gilgamesh para ser su compañero en su compañero. El relato de Gilgamesh es traducido al lenguaje pictórico por Wilfried Hou Je Bek para ser leído por simios. Hou Je Bek usa pictogramas desarrollados para enseñar a los chimpancés a leer. Está disponible para los humanos en pdf. Los lexigramas usados en esta traducción también son conocidos también como el esperanto de los simios, desarrollado por Ernst von Glaserfeld (1977) en el Great Ape Trust.

Waaaaahhhhhaaaaaaaaaax Chiiiiimpaaaaaattttiiiiihhhiiiiiicc: Aaahhhaaa Coooooooolllaaaabbbooorraattiiivvvveeeeee Attteeeemmmmmpppttt tooooo Traaaannnnnssssccrrribbbbeeee aaaaahhhhhaaaannnnn Chhhhiihhhhhiiiimmmmmppppp Caaaahhhhaaaaahhhaaaallllll

 

“Vamos a matar a los gaticos ¬—dijo Doris—, vamos a matarlos. Yo sé cómo se hace, vamos a matarlos”.
“No, todavía no”.
“Pero tú dijiste que los íbamos a matar apenas nacieran —dijo Martha—. Tú dijiste que teníamos que
matarlos para evitar que los regalaran”.
“¿Cuántos son? —preguntó Doris”.
“No sé: parece que hay cinco”.
“¿Dónde están?” —preguntó Doris.
“En el último cuarto. Los pusieron en la caja donde dormía Teddy”.
“¿Son bonitos?” —preguntó Doris.
“Yo no sé, yo no los he visto todavía. Pero sé que ya nacieron porque esta mañana lo estaban
diciendo en la cocina”.
“Vamos a verlos” —dijo Martha.
“No, ahora no: después. Vamos a subirnos al techo”.
“Vamos —dijo Doris— y jugamos a Tarzán, ¿quieres? Bueno. Voy a buscar las cosas”.
“Yo no juego —dijo Martha”.
“¿Por qué no quieres jugar?”
“No puedo —dijo Martha—, yo no puedo subirme al techo”.
“¿Por qué no puedes subirte?”
“Tú sabes” —dijo Martha.
“Ella tiene miedo —dijo Doris—, vamos tú y yo”.
“Yo no tengo miedo —dijo Martha—, es que me da pena”.
“Vamos Doris, ella nos espera aquí”.
“Miedosa” —dijo Doris.
“Yo no soy miedosa —dijo Martha—, es que me da pena”.
“¿Por qué te da pena?” —preguntó Doris.
“Déjala ya, Doris”.
“Yo no tengo pantalones” dijo Martha.
“Ahora se lo voy a decir a mamá —dijo Doris—, ayer también viniste sin pantalones. Yo te vi”.
“Tú sabías que no tenía pantalones. Tú me dijiste. Y ahora quieres jugar a Tarzán” —dijo Martha.
“Cuando volvamos a la casa le voy a decir a mamá que tú le dices a Martha que no se ponga
pantalones” —dijo Doris.
“Vamos a matar a los gaticos”.
“Vamos” —dijo Doris.
“Si se lo dices no los matamos” —dijo Martha.
“¿Se lo vas a decir, Doris?”
“No —dijo Doris. Vamos a matar a los gaticos. Entren”.
“¿Para qué cierras las ventanas? —preguntó Doris.
“Para que ella no se salga. Tráeme esa tabla, Martha”.
“Tenemos que sacarla de la caja porque de pronto se pone rabiosa y nos muerde” —dijo Doris.
“No, ella no muerde. Sostén la tapa mientras yo los saco”.
“¿Cuántos hay? —preguntó Doris.
“Cuatro nada más”.
“Abre la ventana, yo no los veo bien. ¿Son bonitos?” —dijo Martha.
“Sí, son bonitos. Hay dos negros y dos grises”.
“Yo quiero llevarme uno negro” —dijo Doris.
“No, hay que matarlos a todos. No te vas a llevar a ninguno. Yo dije que los iba a matar a todos.
Mira, así: apriétalos por el cuello así, ¿ves? Apriétalos bien fuerte por un momento. Es fácil”.
“¿Ves? Este ya está muerto. Mata tú este otro”.
“Mata este tú, Martha, yo mato mejor el gris” —dijo Doris.
“No, yo me voy, yo no quiero matar ninguno” —dijo Martha.
“No tengas miedo, no te van a morder. ¿No ves que ni siquiera tiene dientes?”
“No, yo no quiero matar ninguno” —dijo Martha.
“Suelta ese ya, Doris, ya está muerto. Mata este otro”.
“No los maten, no los maten” —gritó Martha.
“Cállate, cállate, cállate. Sostén la tapa, Doris”.
“¿Qué vas a hacer?” —preguntó Doris.
“A ponerlos otra vez dentro de la caja”.
“Por qué no los enterramos en el patio y les hacemos procesión —dijo Doris—. ¿Quieres que traiga
tres cajitas de cartón?”.
“Yo tengo en la casa un montón de cajitas”
“No, vamos a ponerlos en la caja otra vez. Falta uno. ¿No has podido matarlo todavía, Doris?”.
“Yo no quiero matar al negrito” —dijo Doris.
“Dámelo acá. Apura, Doris, dámelo”.
“Dáselo, Doris” —dijo Martha.
“Salgan. Cierra la puerta, Martha”.
“Vamos a subirnos al techo, dijo Doris”.
“No, hace mucho calor”.
“Pero yo quiero unas guindas. Tengo hambre” —dijo Doris.
“En la nevera hay galletas. Ve y tráelas”.
“¿Por qué lloras? —preguntó Martha.
“Yo no estoy llorando”.
“Sí estás llorando” —dijo Martha.
“No me molestes”.
“Tú no querias matar los gaticos” —dijo Martha.
“Sí quería”.
“No tengas miedo. Doris no le dice nada a Mamá” —dijo Martha.
“Yo no tengo miedo” “¿Entonces por qué estás llorando?” —dijo Martha.
“Por nada, por nada, por nada”.

Cepeda Samudio, A. (2003) Todos estábamos a la espera. El Áncora editores: Bogotá, pp. 56-60

 

“Cada hechizo tiene su secreto. Cuando alguien dice: “hocus-pocus” pueden no ser conscientes que están ofreciendo realmente una versión confusa de un encantamiento de gran alcance, “Hoc Est Corpus Meum” o “aquí está mi cuerpo”. Detrás de la línea de rima del truco, hay un anhelo reprimido por la transubstanciación – para convertir el pan en carne y el vino en sangre. El discurso, en un contexto curatorial, es el verdadero hocus-pocus.” (la traducción es mía) Raqs Media Collective, On the Curatorial, From the Trapeze Martinon, JP.(ed) (2013) The Curatorial A Philosophy of Curating. Bloomsbury: Londres.

 

La esposa del rabino le pidió al golem que fuera al río a sacar agua. El golem es fuerte pero no inteligente. El golem no puede hablar. El golem fue al rio y comenzó a sacar agua sin parar hasta inundar la población. Si el golem recibe una orden la cumple de forma sistemática y lenta. No pregunta qué hace ni por qué lo hace. Para que el golem cumpla una orden hay que meterle un papel por un orificio o escribir los nombres de dios. Al borrar la primera letra de Emet (אמת—“verdad” en hebreo) de su frente y quedar en ella solo met (מת—“muerte” en hebreo) el golem podía ser desactivado y volvería a ser una masa de barro inerte. El golem está esperando a volver a la vida en cualquier momento, escondido en una habitación sin ventanas.

 

En el relato de Publio Ovidio, Pigmalión, rey de Chipre, busca una mujer perfecta para casarse. Pigmalión no encontró una mujer perfecta, por lo que se dedicó a esculpir. Y se dedicó a esculpir en marfil mujeres precisamente. Entre las mozas una quedó tan bien hecha que Pigmalión se enamoró y le dio un nombre: Galatea. El día del festival de Afrodita, Pigmalión con una ofrenda admite su deseo: que su chica de mármol se convierta en una mujer de verdad.
“Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se ablanda a los rayos del Sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos.”
Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Pigmali%C3%B3n

 

Pigmalión es una obra de teatro de George Bernard Shaw, 1913. En ella el profesor de fonética Henry Higgins apuesta con un colega poder entrenar a una mujer, Eliza Doolittle, quien vende flores a la entrada de un teatro en Covent Garden en Londres. La apuesta consiste en hacer pasar a Eliza por una duquesa en una fiesta de jardín del embajador enseñándole a asumir un aire de gentileza mediante el elemento que consideran más importante; la palabra impecable.

 

 

Uno de los títulos provisionales de Shaw para Pigmalión fue “Fair Eliza.” La palabra fair en inglés supone un problema de traducción a español, pues si bien alude a lo justo, al referirse a un objeto o una persona alude a lo limpio, lo bello, lo adecuado. A mediados de los años treinta, el productor de cine Gabriel Pascal adquirió los derechos para producir varias obras de teatro de Shaw en musicales. Luego de una mala experiencia, Shaw no permite que Pigmalión sea traducido al lenguaje musical lo que hace que Pascal deba esperar hasta 1950 cuando tras la muerte de Shaw finalmente se logra sacar el proyecto adelante. El musical basado en el Pigmalión se llamó “My Fair Lady.”

Henry Higgins es un profesor de fonética basado en muchos académicos, pero el personaje encarna especialmente a Henry Sweet, creador del alfabeto rómico del cual parte la Alfabeto Fonético Internacional.

 

My Fair Laddy, llamado Mi bella damita en España y Mi bello jardinero en Hispanoamérica es el nombre del duodécimo episodio de la temporada de los diecisiete de la serie Los Simpsons. Cuando Marge va a recoger a Bart a la escuela, ve a Willie sin casa, por lo que le ofrece que se quede en la casa de los Simpson. Willie acepta. Una vez allí, Lisa le hace ver a Willie que su vida podría ser mucho mejor, y decide convertirlo en un caballero. Bart, sin embargo, no cree que Lisa lo logre, pero ella le apuesta que lo haría a tiempo para la feria de ciencias de la escuela. Mientras esto pasa, Lisa trata de convertir a Willie en un hombre sofisticado. Pronto, el día anterior a la feria de ciencias, Willie continúa siendo el mismo de siempre. Cuando ve cuán desilusionada estaba Lisa, repentinamente sorprende a Bart y a ella con un lenguaje correcto, diciendo una oración que Lisa le había enseñado. En la feria de ciencias, impresiona a todos con su buena educación. Sin embargo, nadie sabe que ese hombre era el viejo jardinero, hasta que Lisa lo anuncia. Una vez más, gana la feria de ciencias, y la apuesta que había hecho con Bart. A pesar de que es respetado por todos, Willie extraña su antigua vida, pero su trabajo y su casa habían sido tomados por el profesor de música. Luego le explica a Lisa que desearía regresar las cosas tal como eran, y ella entiende. Pronto, vuelve a limpiar la escuela y a vivir en su casucha.

Dentro de un género que se conoce como jazz latino en música, Tito Puente y su orquesta saca el álbum “My Fair Lady goes Latin” en 1964, relanzado en 1999 bajo el sello de la Fania.

imagen tomada de: http://cps-static.rovicorp.com/3/JPG_500/MI0002/387/MI0002387821.jpg?partner=allrovi.com http://metacolor.org/wp-content/uploads/2014/04/Audrey-Hepburn-Shopping-With-Her-Deer-Colorized-Side-by-Side-Comparison.jpg

 

ELIZA es un software escrito en MIT por Joseph Weizenbaum entre 1964 y 1966. ELIZA es una terapeuta diseñado para que el “paciente” supere la base de conocimiento más pequeña, por ejemplo, un psicoterapeuta puede proporcionar una respuesta genérica a frases tipo «Mi cabeza duele» con «¿por qué dices que te duele la cabeza?» Un comentario a “mi mamá me odia” sería; “¿por qué crees que tu mamá te odia? Eliza se implementó mediante la coincidencia de los patrones que seguía, pero fue tomado en serio por varios de sus usuarios, incluso después de Weizenbaum les explicó cómo funcionaba. Eliza está diseñada para llevar a cabo un tipo de terapia inductiva llamada de la corriente rogeriana o terapia basada en el cliente, creada por Carl Roger en Norteamérica. Fue uno de los primeros salones de chat en línea. Weizenbaum llamó a su software ELIZA por Eliza Doolite, el personaje de la vendedora de flores del Pigmalión de Shaw y de la consecuente versión del musical Mi Bella Dama. Según su creador, las habilidades de Eliza para aprender a comunicarse incrementan entre más usuarios interactúen con ella, pues al hacerlo crean más palabras y patrones de combinación que le permiten a ELIZA ampliar su conocimiento. El efecto Eliza es la tendencia de asumir inconscientemente comportamientos de un computador como análogos a los de los seres humanos, por ejemplo, cuando el cajero automático responde: gracias. Siri y ELIZA son amigas, pero Siri dice que ELIZA es muy negativa, pero la aprecia pues algo le enseño.

 

Eliza es un tipo de test que consiste en la detección de los anticuerpos del virus. Esta prueba debe realizarse 3 semanas después de la práctica de riesgo y permite, en muchas ocasiones, la detección precoz del VIH. Eliza es también el nombre que recibe un software de contabilidad usado en Colombia. Siri al igual que ELIZA son simulaciones de una mujer servicial y atenta, que resuelve y cura. Eliza la curandera y quien se relaciona con ella, puede verse expuesto al efecto de Pygmalion -o efecto Rosenthal- un fenómeno mediante el cual a más expectativas se tienen de algo, mayores probabilidades de que aquello ocurra como se quiera que ocurra. Por ejemplo, las expectativas de un maestro sobre un alumno en concreto, acaban influyendo en su rendimiento. Eliza la curandera y quien se relaciona con ella puede verse expuesto también al corolario del efecto de Pygmalion, es decir el efecto del golem, el Pygmalión se pone en reversa cuando, por ejemplo, se tiene expectativas bajas sobre algo o alguien, y esa persona actúa de forma inconsciente con base a esas expectativas. Usted podrá conversar con Eliza, la curandera y verá esbozos de alguno o los dos efectos en usted y lo que hace. Ambos efectos son formas de profecías auto-realizables, como lo que usted pretende hacer aquí, con Eliza, la curandera que cura lo que quiera ser curado.

“La lógica con que se suceden los fragmentos es incierta pero el efecto es inmediatamente claro: el montaje no muestra, sino que dispone, no las cosas mismas sino sus diferencias, sus choques, sus tensiones; descompone y recompone el orden del mundo, que así dispuesto y distanciado se vuelve aún más extraño… el autor se enmascara en copistas, antólogos, traductores, investigadores, filólogos, hasta borrar los rastros de la voz propia.”

Speranza, G. (2012) Atlas portátil de América Latina, Arte y ficciones errantes. Anagrama: Barcelona.

“03: Oye, ahora creo recordar. Creo que todo empezó -me refiero a mi Historia abreviada- en un viaje que hice a París hacia 1983. Fui a ver una exposición sobre máquinas solteras de la literatura, en el Grand Palais. Recuerdo que el mismo título de la exposición me intrigaba mucho. Me sorprendió después lo que vi allí. Era yo un admirador de Raymond Roussel y de sus máquinas, y ver alguna de ellas reproducidas en la exposición, al lado de las máquinas de Kafka o de Duchamp, me dejó huella. Me gustaba, por otra parte, el concepto duchampiano de machine célibataire con el que me identificaba. Y, aunque no entendía muy bien qué era exactamente, me gustaba también el concepto de femme fatale y, si la memoria no me traiciona, en aquella exposición había más de una máquina que funcionaba como tal, como mujer fatal. Todo eso fue creando en mí una atmósfera creativa en torno a la idea literaria de las máquinas solteras y terminé por hacer un artículo sobre el tema, un artículo algo disparatado que publiqué en La Vanguardia, en cuyas páginas culturales colaboraba con cierta frecuencia entonces, bajo la tutela de Ana Basualdo. Después, viajé a Mallorca y compré un libro de un sabio local –aunque también universal, pese a que es injustamente poco conocido-, Cristóbal Serra. Era un libro de aforismos. Y uno de ellos era una reflexión sobre las ventajas de la brevedad. Llevaba el libro de Serra a todos los bares de Mallorca. Y en uno de esos bares, tras cuatro copas, se me ocurrió que mi artículo, ya publicado en La Vanguardia, podría haberse llamado Breve Historia de la Literatura móvil, y eso lo anoté en las propias páginas del libro de Serra (aún conservo esos garabatos escritos de pie, en la barra de un bar horrible de Palma, ya desaparecido, llamado La Polilla).  Unas horas después, modifiqué el título, que quedó en Historia abreviada de la literatura portátil. Lo modifiqué -recuerdo- en una terraza al sol, muy lejos de La Polilla. Y muy cerca de Sterne.”

Vila-Matas, E. (marzo de 2015) Versión disidente de Historia Abreviada de la literatura Portátil: 3. Blog en web de Enrique Vila-Matas.
Recuperado de: http://www.enriquevilamatas.com/obra/l_haliteraturaportatil.html#tres

“¿Algún estimado personaje entre los distinguidos señores lectores se ha sentado alguna vez sobre un cesto de viaje, y ha observado al hacerlo cómo el cesto suspira, grazna y gime? ¡Visto como un asiento, un cesto de viaje provoca nuestro entusiasmo! y qué no valdrá como objeto de aprovisionamiento! Un cesto de viaje de tamaño medio oculta: un viejo candil, Shiller, Goethe, Shakespeare, uno o dos juegos de cortinas, una para de silla, una colección de xilografías japonesas, una estampa titulada Los abandonados, una cafetera, tres o cuatro gruesas novelas folletinescas o de terror devoradas hace mucho, una de las cuales quizá se titule La condesa de la calavera, un reloj ornamental junto a un reloj de la Selva Negra, una mascarilla de Federico II el Grande, y toda clase de trapos, cuerdas, herramientas, como martillos, tenazas, brocas y clavos, pantalones chalecos, botas y otros trastos útiles corrientes. Después de haber leído estas líneas, nadie seguramente despreciará más un cesto de viaje. Es estupendo estar centrado en cestos de viaje y fantasear al mismo tiempo con un periplo al rededor del mundo. Este fino, simpático y bonito ejercicio puede recomendarse de corazón a cualquiera.”

Walser, R., Greven, J., & Blanco, R. P. (2012). Sueños: Prosa de la época de Biel, (1913-1920) (Libros del tiempo, 312; Libros del tiempo (Ediciones Siruela), 312). Madrid: Siruela.

“En Dublín la gente sabe que, cuando un manto de niebla cae sobre el paisaje, significa que Manannán MacLir trae algo entre manos, o debajo de su capa mágica, o dentro de su inquietante saco, esa pieza de cuero tosco que durante siglos ha provocado la envidia de los personajes de la mitología celta y la de sus apasionados lectores, entre los que me cuento yo, que no soy celta sino de Veracruz y sin embargo de niño soñaba obsesivamente con ese saco, vaya eso en mi descargo, con esa bolsa burda de donde Manannán MacLir iba extrayendo una serie ilimitada de objetos, un hacha, un cerdo, una rama de plata, un arpón y un gorro patriarcal, aunque a esas alturas del sueño, casi siempre después del gorro, que era adusto y orondo, salía mi tía Margarita, a peacefugle, a peri potmother, a pringlipik in yhe ilandiskippy, una tia cuyas formas de mujer adulta fueron la espuela de mis sueños; sus formas magnificas y la bolsa, mágica de MacLir, de donde ella misma salía o más bien su pussypussy plunderpussy, su coño egregio, ínclito y glorioso, que era a su vez otro saco, y aquí la ganaba en un nivel inaccesible para mí, que era un niño celta nacido en Veracruz, pero un niño al fin. Manannán MacLir es un hombre tumultuoso y enigmático cuyo segundo componente puede empezar a darnos una idea del linaje de este hombre, por llamarlo así, que en realidad es un mago, un hechicero, un personaje que tiene derecho de picaporte con las fuerzas de la naturaleza; Mac Lir significa pues “hijo del mar”, lo cual simplifica, e incluso demerita, lo que acabo de escribir sobre él, aunque también es verdad que, para no perder la objetividad, a estos personales mágicos hay que mirarlos siempre entre el mérito y el demérito. El saco mágico de MacLir era, o puede ser que todavía lo sea, una bolsa que contenía todas las cosas del mundo, inanimadas y vivas, desde un clavo hasta un paisaje completo; si le daba hambre sacaba un pan, o una espada si tenía que defenderse, y puesto a sacar animales que podía elegir uno para cocinarlo al fuego, o cien para poblar una granja, su bolsa mágica no tenía limites, todavía no los tiene. Ese hijo celta del mar nació en Emain Abblach, un florido islote frete a la costa de Alba, que hoy, y desde hace siglos ha pasado a llamarse Escocia; aquel próspero islote tenía una vegetación rica y brillante que podía medirse en destellos, delumbrores y kilates. Por ejemplo, el viajero Bran McFebail tuvo entre sus manos una rama de plata donde crecían flores blancas, una pieza verdaderamente rara aunque lo que es raro de verdad es que el mundo lo recuerde a uno como viajero; viajar se ha popularizado tanto, se ha convertido en una vulgaridad de tan grandes proporciones, que hoy lo original, por no decir lo decente, es que cada quien viaje alrededor de su habitación, que es quizá lo que hacía Bran McFebril, ¿o de qué otro lugar, que no sea el saco de Manannán, pudo salir esa rama tan rara? Tracemos un perfil general de Manannán MacLir, antes de ir al cameo que generosamente ejecuto en la obra de Ulises, de James Joyce, un cameo que, al lado del saco mágico y de la pussypussy plunderpussy de mi tía Margarita, ocupó buena parte de mis sueños y de mis furibundas meditaciones infantiles: vive, desde luego en el mar; es alto y barbado y se parece mucho, para qué lo volvamos a ocultar, a Neptuno; acostumbra a navegar en una barca de reducidas dimensiones, fabricada de mimbre y cuero y también, cuando la ocasión y el terreno lo ameritan, se monta en Aonbárr, un fascinante caballito que galopa sobre el agua o sobre la tierra indistintamente, que es básicamente lo que hacen todos los caballo, nada más que éste corre por la superficie y los otros cruzan los ríos con el agua al cuello, pero eso sí: galopando. Por debajo del agua, pero siempre galopando. MacLir sale a la intemperie ataviado con una capa que, como estrategia para permanecer oculto, lejos de la mirada de enemigos y fisgones, cambia de color según el paisaje donde cabalgue; supongo que será color arena en el desierto y verde furibundo cuando cabalga por la selva de Veracruz, si es que aquel verdor recóndito, para él que ejerce sus poderes en los alrededores del mar Céltico, cabe dentro de su mágica jurisdicción. Ahora voy al cameo que Manannán MacLir hizo a Joyce y que, no tiene caso negarlo, me obsesiona desde hace años, desde que, como hace muy poco he dicho, era yo un niño de furibundas reflexiones y desbocadas fantasías; de pronto, cuando la novela ha completado ya sus dos terceras partes, aparece MacLir, aparece por sorpresa como los bancos de niebla que él mismo produce: el “sabio de Irlanda, con los ojos huecos”, está meditando en una comprometida posición “con la barbilla en las rodillas” chin on knees, escribió Joyce en su lengua; un instante después de esta aparición súbita, porque ha sido iluminada, violentamente y de golpe, por un faro seguidor, como el teatro, MacLir se levante lentamente, he rises slowly, escribe Joyce de este mago que, más que levantarse, va desembarazándose de las cadenas de su reflexión, que lo tenías chin on knees, encorvado de forma excesiva para un personaje mitológico de su edad y condición; ese levantarse lentamente tan teatral va acentuando por un viento helado y poderoso que puede arrebatarle a alguien el paraguas de las manos, o levantar una embarcación en vilo y azotarla contra las casas de Blackrock, un pacífico barrio dublinés donde, al margen de esta narración mitológica, han caído barcos completos, que habían sido levantados en lilo por una galerna, sobre algún tejado o jardín. Una vez de pie, MacLir adquiere toda su postura, “en torno a su cabeza se retuercen anguilas y congrios. En la mano derecha sostiene una bomba de bicicleta. En la mano izquierda a garra una gran langosta por las dos pinzas”, y a continuación, con su “voz de olas”, grita: “¡Aum!, ¡Hek!, ¡Wal!, ¡Ak!, ¡Lup!, ¡Mor!, ¡Ma!”, una fascinante ecuación fonética a la que regresaré más adelante. Luego MacLir dice cosas con “voz de viento marino silbante” y “con un grito de pájaros de tormenta”: “¡Shakti, Shiva! ¡oscuro padre escondido!” dark hidden father, e inmediatamente después, por si lo que ha dicho y hecho fuera poco cameo, comienza a golpear a la langosta que trae en la mano izquierda con la bomba de bicicleta que sujeta con la derecha; en medio de esa brutal carnicería, donde refulgen los doce signos del zodiaco, gime con la vehemencia del océano: ¡Aum!, ¡Baum!, ¡Pyjaum!, yo soy la luz del hogar, yo soy la manteca cremosa sueñoza”, un atractivo final de cameo que en su lengua original es todavía más rico, I am the dreamery creamery butter, un dreamery creamery que a mí me remite al pussypussy plunderpussy de mi pringlpik in the ilandiskippy que era esa mujer sonada con su deslumbrante y egregio coño que todavía me hace gritar ¡Aum!, ¡Hek!, ¡Wal!, ¡Ak!, ¡Lup!, ¡Mor!, ¡Ma!”con gritos de pájaro de tormenta con grito de stormbirds, menuda combinación poderosa de palabras, al gritar ¡stormbirds!, lo minimo que nos sale de la boca es una tormenta de pájaros. Despues del the dreamery creamery butter con que termina Manannán MacLir su parlamento, “una esquelética mano de judas estrangula la luz” que lo alumbra y un chorro de gas, que es el siguiente personaje en esta obra que se representa en Dublín, dice “¡Puuah! ¡Pfuiiiii!”. Pero había empezado estas líneas con esos mantos, o barcos, de niebla que caen súbitamente sobre Dublín, estaba ahí cuando ese oscuro padre escondido, ese dark hidden father que en realidad es Manannán MacLir, sumado a mi pringlpik in the ilandiskippy, tuvieron a bien escorarme el texto hacia lo mitológico, hacia lo escatológico, hacia lo sexyplexipussiplundertoxiplexisexy, hacia el brutal cameo del sabio de Irlanda, de quien yo quería contar, además de lo que ya he contado, lo siguiente: MacLir tiene entre sus atribuciones el grado feth fiaba, un vocablo resoplante que en lengua gaélica significa “amo de la niebla”, de aquí vienen esos bancos sólidos, esos mantos espesos que caen de vez en cuando sobre la ciudad de Dublín pero, más que nada, sobre su puerto; cuando MacLir quiere esconder algo, o desaparecerlo de plano, convoca la niebla, a Feth, su vasalla y súbdita, para que se manifieste en un cuerpo espeso. Yo estaba una mañana en mi balcón, como era costumbre en mis años dublineses, mirando las maniobras del puerto y tomando café, cuando una nube blanca y minúscula apareció en el centro de la bahía, en unos cuantos segundos, en lo que bebía un trago de café, aquella inocente nubecilla amento diez veces su tamaño; en muy poco tiempo la niebla lo había cubierto todo, los brazos enormes del granito que protegen el puesto, los barcos y los veleros, la Capitanía, la torre del Ayuntamiento y el balcón desde donde yo observaba el fenómeno; el faro, que ya nadie podía ver, comenzó a pitar intermitentemente esa nota ronca de oboe que usan los marineros cuando la niebla es espesa; cada treinta segundos el oboe rompía el silencio hermético que suele formarse dentro de las nubes; dejé de tomar café por que no podía ver la taza que sostenía con la mano; a lo lejos, un barco que venía de Inglaterra, comenzó a responder al oboe del faro con un silbato menos grave, del tipo de corno inglés; durante un tiempo incalculable oí al barco aproximarse, primero pitaba el faro y luego el barco, que se oía cada vez más cerca; cuando el barco pitó en la puerta de la bahía tuve la certeza de que MacLir estaba ahí haciendo algo, con algo entre manos, o de bajo de su manto druida, o dentro de su inquietante saco y, durante varios minutos, encerrados en ese banco espeso, blanquísimo y claustrofóbico, espere oír su grito entre el silbato del faro y el del barco, su poderoso grito de stormbirds: “¡Aum!, ¡Hek!, ¡Wal!, ¡Ak!, ¡Lup!, ¡Mor!, ¡Ma!”; esperé inmóvil, con la taza en la mano, hasta que la niebla comenzó a disiparse y entonces tuve terror, pánico de que cuando Feth por fin se esfumara no hubiera bahía, ni puerto, ni ¡Hek!, ni nada.”

Soler, J. Dreamery Creamery Stormbirds / La Orden del Finnegans. La Orden del Finnegans tiene como único propósito la veneración de la novela Ulises de James Joyce. Los miembros de esta orden se obligan a venerar la obra y, si es posible, asistir a Dublín en una jornada de Bloomsday que acaba en la Torre Martello (donde se inicia la novela) en Sandycove, para leer unos fragmentos. Tras ese acto anual caminan hasta el pub Finnegans en la vecina población de Dalkey donde dan fin a su acto anual. Orden del Finnegans (febrero de 2015) Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_del_Finnegans

“Paradox of Praxis 1(paradoja de la praxis 1) (1997) es el registro de una acción llevada a cabo bajo la idea de «a veces hacer algo conduce a nada». Durante más de nueve horas, Alÿs empujó un bloque de hielo por las calles de la Ciudad de México hasta que se derritió completamente. Y así, durante horas y horas, luchó con el bloque rectangular minimalista hasta que finalmente se redujo a no más de un cubo de hielo adecuado para un whisky en las rocas, tan pequeño que podría casualmente patear a lo largo de la calle.”

A veces hacer algo conduce a nada. Página web de Francis Alys. Recuperado de: http://francisalys.com/sometimes-making-something-leads-to-nothing/

Un curador escoge una imagen. La única condición de esa imagen es que pertenezca al dominio público. Ese curador  debe curar esa imagen. Dicha imagen solo puede ser curada dentro de la www y los usos que este universo permite. Al escoger una imagen, debe establecer al menos 3 relaciones usando al menos 3 objetos (dentro de la www).

Consideraciones a un ejercicio intencionalmente inconcluso:

-Internet entiende por un objeto:sonido, texto, video, imagen, juegos. Estos usos pueden ser ilustrativos, ejemplificadores, o ninguna de las anteriores. Este puede ser un ejercicio de especulación, o puede no serlo. Considerar el meme, como lo que es; una unidad de transmisión cultural como lo propone Richard Dwakings en El Gen Egoista.

-No se trata de buscar la verdad de una imagen, sino de un circunloquio alrededor de la posibilidad de hacer una lectura por medio de asociaciones. Es la posibilidad dentro de la posibilidad de las posibilidades, o ninguna de las anteriores.

– Para el ejercicio la curandería, o curaduría se entiende como un término en batalla que no puede ser singular ni totalizante, como una forma de organizar el pensamiento en un encuentro con otro, como un estado maleable.

– La imagen central en este caso funciona como una pregunta, como un punto de partida o un marco para un discurso.

-Las palabras emulan imágenes, delegando sentido a las cosas, cada lector produce una copia de lo que lee pues en la red cada acto produce una copia. En una poética del hipertexto, los vínculos invisibles que allí existen incluyen toda la nebulosa del conocimiento y su acceso; La copia, transcripción, materialización, idealización de la cosa misma. ¿Qué sucede con aquellas cosas que se validan a través de la citación para existir?

– Hay momentos en que la jurisdicción de las comillas -en una noción ampliada- pierde su relevancia. En este espacio fundado por las comillas, se puede construir una casa para crear. El mundo está ahí para ser leído.

-Al leer, ver o escuchar algo creado por alguien, uno también está leyendo, viendo o escuchando lo que alguien leyó, vio o escuchó.

-Leer un hipertexto es una actividad multidireccional y sin jerarquías.

-En una ficción hipertextual cada link provee un contexto distinto, que puede ser leído de manera no lineal.

-Pensar este formato expositivo como una dislocación de las partes que forman un todo. En este caso ese todo parte de una imagen. Este espacio se piensa como un contenedor de ese todo y de lo que a partir de este se puede bifurcar.

-Una imagen central cuyas partes son dislocadas a través de señalamientos por aquel que se dé a la tarea de curarla; el curandero.

“El viejo de oro, que cose las pulseras de los relojes de todo Londres, el viejo que sirve a las familias burguesas empobrecidas a jornal en su talabartería, es quien, con la excusa de entregar mi nueva alforja, se busca entrometer en lo que ahí destinaré yo guardar. La forma particular de los compartimentos alargados, las argollas que las cierran, el volumen de sus bolsillos principales, la tirada corta que parece como la de un pony, el extraño bolsillo cónico que se insinúa en diagonal a un costado, y los siete compartimentos secretos escondidos que he solicitado, y que por el momento desconozco, contribuyen al desconcierto de este hombre, que golpea ahora mi puerta con ansiedad. Disfruto la densidad del secreto que debe provocar éste particular encargo en la imaginación del artesano…imagino, imagino: Guardará en ella todo un ciervo descuartizado; la maquinaria relojera del Rey Celián; los nidos de los pájaros árabes con los libros que los describen y con los libros que traducen esos libros; los bellos espejos crisolitos; las miniaturas Napoleónicas del ejercito inglés; los escudos magnéticos que generaron tanto asombro en la feria mundial de Paris; los mapas y los maniquíes árabes encontrados en las ruinas del anfiteatro de Senghor; las deidades africanas esculpidas en el centro neurálgico del Shandysmo; los picaportes y las llaves de todos los pabellones con bóvedas de cristal en Viena; los buitres de cabeza roja disecados pertenecientes al catálogo de monstruos ignotos de Théophile Gautier; las cabezas de los ajusticiados en la semana santa de Vigo; las trenzas húmedas en alcohol de las brujas nudistas de Dunwich; las manos entrelazadas de los amantes suicidas en el lago de Constanza; el mullido verde de las lobelias conservado en miel de abejas; las hachas de madera de Albine, con las que jugaban los niños sonámbulos protagonistas de las poesías del Conde de Lautrémont; las cortezas dulces de los árboles de uñas; los remaches del revestimiento externo de una fortaleza volante; los discos construidos con cuerdas de ukelele enrolladas en espiral; las piezas perdidas de varios puzzles; los bustos de cera con los que mercaderes gitanos hacían las demostraciones de sus tónicos capilares; las rocas, la tierra, los cristales de sal y el agua del lago de Utah; los objetos bellos que generan repelencia, salpullido e irritación de quienes los miran, y el bálsamo milagroso que cura ese enigma corporal; los agigantados instrumentos con los que se extrae el perfume de la flor de sal; los huesos desordenados de los perros falderos de la corte de Luis XIII de Francia; los cuerpos tibios en sedimentos de alumbre y melaza de los mártires de los polos; y el herbario compuesto con la lista de las flores de Émile Zola. Esa alforja que me aguarda al otro lado de la puerta me ha servido, alegremente, para celebrar el caos de la vida.”

Perec, G. (1978) Manuscritos.

Portada
tomada de: https://www.moma.org/collection/works/146993?locale=en

 

“Una lámina impresa muestra todas las imágenes de las páginas que configuran un libro en miniatura. Las líneas verticales delimitan la posición prevista de las páginas, como en las maquetas y pruebas de imprenta. Al libro se le ha negado su función de lectura, puesto que las páginas no están guillotinadas. De este modo la lámina con los treinta y dos países actúa como un recordatorio de esa función vetada.
Aunque los atlas comunes proponen una representación esquemática del mundo supuestamente aséptica, ejercen de constructores de significado. Para denunciar la absoluta arbitrariedad de los signos, Broodthaers invalida las convenciones habituales generadoras de significado como la escala (todos los países tienen el mismo tamaño, desde Andorra hasta Canadá), suprime todo accidente geográfico como ríos o montañas y los muestra aislados individualmente. Presentando los países como formas abstractas que recuerdan manchas de tinta, Broodthaers evoca el trabajo de uno de sus autores preferidos, Stéphane Mallarmé, y su tratamiento experimental de las palabras en el libro Un coup de dés jamais n’abolira le hasard (1897). Broodthaers dedica esta obra, como indica su título, a los militares y artistas, ya que, según él, el artista debe luchar contra las restricciones y clasificaciones del mundo del arte como el soldado en la batalla.”

Fondo de la colección Macba (1975). Macba. Recuperado de: http://www.macba.cat/es/atlas-1581

Cartagena - Reculá del Ovejo

Dic 12 - 2014

Cartel para el Tercer Encuentro de Arte Portátil en Cartagena

 

Shandy!Shandy!Shandy!

Portar objetos “valiosos” es una práctica común entre quienes se trasladan de un lugar a otro. Ya lo hacía el viajero medieval, y sucesivamente mercaderes, navegantes, boticarios, pilotos, astronautas, etc. Fotos familiares, curiosidades, medicinas, estampas, miniaturas, libros, monedas, entre otros objetos se han dado al viaje por cumplir dos características: la de ser fácil de trasladar y la de poseer un valor significativo para quien lo porta.

Esta muestra busca generar un espacio para reflexionar colectivamente en torno a conceptos ideológicos, estéticos y teóricos que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada al viaje, lo mínimo o lo contingente. Así como a acercarse a la obra de arte desde múltiples perspectivas, con rigor pero sin gravedad, reflexionando sobre su continuidad y sus formas, teniendo en cuenta la libertad que caracteriza la muestra al no poseer requerimientos expositivos y curatoriales.

La Primera Muestra de Arte Portátil en Cartagena de Indias convoca obras, piezas y/u objetos ligeros, que no sobrepasen el tamaño de una maleta, maletín, mochila o morral, para ser expuestos en la terraza y en el interior de la Reculá del Ovejo (Barrio San Diego, calle de la Reculá del Ovejo, bóveda número uno del baluarte de San Lucas) desde las 5:00 p.m. hasta las 7:00 p.m., el 12 de diciembre de 2014. Se puede participar con el número de obras que el artista decida mostrar.

Invita: Colectivo Octavo Plástico y Estonoesuntexto.


Apoya: Matilda Aguirre y Asociación Distrital de Teatristas Independientes de Cartagena

Bogotá - Club Gallistico San Miguel

Feb 1 - 2012

Cartel para el Segundo Encuentro de Arte Portátil, Bogotá, 2012. Hecho por cárteles Olimpia.
Sociedad real contemporánea del sentido profundo; Agencia de viajes portátil. 2012
Sociedad real contemporánea del sentido profundo, Contingencia circular. 2012
Sociedad real contemporánea del sentido profundo, Contingencia circular. 2012
Apuéstele. Encuentro de arte portátil, 2012.
Jonathan Gómez, Buscar torpemente la dicha. 2012
Carlos Santos, Retrato de Charlie Hill House. 2012
Diego Sierra Enciso, Agrabado. 2012
Daniel Salamanca, Portafolio Portátil, 2012
Diego “El Gallito” Piñeros García, El Ejercito de Juanita de Arco. 2012
Diego “El Gallito” Piñeros García, El Ejercito de Juanita de Arco. 2012
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Rodrigo González, Sin Título-Retratos. 2012
Rodrigo González, Sin Título-Retratos. 2012
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Luis M. Zea, Sismográficas. 2012
Luis M. Zea, Sismográficas. 2012
Juan David Leon, San Miguel
Colectivo Invisible, Invisible. 2012
Rafael Díaz, Sin Título. 2012
Natalia Azuero, Sin Título. 2012
Dufay Bustamante y Ricky Dávila, Nubes de un cielo que no cambia. 2012

Liliana Vélez, Subasta. 2012

Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Carolina Cerón, Robos. 2012
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.

Santiago Pinyol, Sin Título, 2012

Segundo Encuentro de Arte Portátil. Se convocan. Ultrasecretamente y sin objetivo clarividente y/o grandes propósitos. 
Obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas, que puedan ser expuestas en cualquier lugar, en cualquier momento, circunstancialmente. Deberán cumplir tan sólo con un único requisito, el de no ocupar más que el espacio de un maletín, morral o mochila en el que poder ser transportadas.
Lleve su(s) obras al sitio, una vez allí, llenará una ficha y le asignarán un lugar de exposición.

Poder, codicia y acierto” es el lema de los galleros. El Club Gallístico San Miguel está ubicado en la calle 77 con carrera 19, al norte de Bogotá en un sector conocido como Los Héroes. Debe su nombre -San Miguel- al santo de los apostadores. La historia de la Gallera San Miguel, siempre ha estado ligada a la política, porque no solo de apuestas vive el hombre. Fundada en 1956 por Miguel Tovar, un ganadero que ahora vive en Meta, fue el sitio predilecto de la mayoría de liberales que llegaron a la Presidencia en la segunda mitad del siglo XX. La gallera es un sitio con suerte y hacer un lanzamiento aquí representa éxito”, cuenta Germán García, el administrador del lugar, mientras apura un tinto para la larga jornada de riñas y apuestas que se libró anoche. La gallera ha sido fortín cabalístico del Partido Liberal, una tradición que se ha diluido con el tiempo y que permanecía en la memoria de los viejos liberales, aquellos del ‘trapo rojo’ y que repiten con convicción “liberal, vota liberal”. Rafael Pardo, Carlos Lleras, Julio César Turbay, Alfonso López, Virgilio Barco y Luis Carlos Galán lanzaron sus candidaturas e hicieron eventos de campaña en este lugar. Otro santo de la gallera San Miguel es el mismo Carlos Lleras, adorado con veneración por quienes fueron sus dueños, pues en una época los amenazaron con demoler la gallera y el entonces presidente Lleras consiguió un permiso que les permitió aún estar en la brega.

Organizan: Consejería Cultural de la Embajada de España / Universidad de los Andes, Departamento de Arte, Facultad de Artes y Humanidades.

Bogotá - Billares Londres

Dic 15 - 2010

Participantes del primer Encuentro de arte portátil

 

Adriana Santamaría. Bogotá, 2010
Leonardo Castaño. Bogotá, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Mateo López, Diario de Motocicleta, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Alejandro Martín. Bogotá, 2010
Raúl Lázaro. Bogotá, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Mariana Murcia, Escasez, 2010
Angélica María Zorrilla. Bogotá, 2010
A R T I S T A. Bogotá, 2010
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Wilson Diaz, Bogotá, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.

La obra portátil no es una forma novedosa del arte occidental. Sin embargo, es cierto que desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval o los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra, ha sufrido una revisión conceptual: se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad/el reconocimiento del mercado. Este pequeño encuentro trata de acercarse por primera vez a algunas de las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada al viaje, lo mínimo o lo contingente. El Encuentro es una invitación a revisar desde múltiples perspectivas y referentes otras escalas, con rigor pero sin gravedad, reflexionando sobre su continuidad y sus formas.

Como parte del Encuentro, se convoca a artistas colombianos o extranjeros residentes en Colombia a participar en la primera EXPOSICIÓN DE ARTE PORTÁTIL que tendrá lugar en Billares Londres el 15 de diciembre de 2010.

Se trata de una exposición efímera. Su duración será de 7 p.m. a 10 p.m (recepción de obras desde las 6 p.m.). El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento, circunstancialmente. Cada artista traerá, de acuerdo a sus propios medios y criterio, las obras que decida presentar al Encuentro. Estas se dispondrán sobre las mesas de billar.Los artistas pueden participar con el número de obras que elijan, técnica libre, con la única condición de que por sus dimensiones puedan ser contenidas en un maletín y que los materiales utilizados no dañen los tapetes de las mesas de billar.Se realizará un registro fotográfico y audiovisual de las obras presentadas de cara a un posible catálogo o edición audiovisual.Previamente a la exposición, tendrá lugar una mesa redonda, abierta a discusión y propuestas, con varios artistas invitados nacionales e internacionales.

Conversatorio abierto con la presencia de:
Raúl Lázaro, Mateo López
 y Mauricio Cruz.

Organizan:
Consejería Cultural de la Embajada de España
. Departamento de Arte Universidad de los Andes.
EstoNoEsUnTexto.

Apoyan:
Laguna Libros
. Laagencia
. LED (Laboratorio Experimental de Diseño)

Un proyecto de: Eliza Mandiola López

Encuentros de arte portátil

La obra portátil no es una forma novedosa del arte occidental. Desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval o los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra, el símbolo de la obra portátil ha sufrido una revisión conceptual:  se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad / el reconocimiento del mercado. Estos encuentros se acercan a algunas de las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada al viaje, lo mínimo o lo contingente. Surgen de poner en juego la idea de lo portátil (Enrique Vila-Matas y su Historia Abreviada de la Literatura Portátil, el Museo de Microminiaturas de Guadalest en Alicante, España, los Microgramas de Robert Walser o de la boîte-en-valise de Marcel Duchamp) a revisar desde múltiples perspectivas y referentes otras escalas, con rigor pero sin gravedad, reflexionando sobre su continuidad y sus formas.

Se trata de obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas. El arte portátil, por su propia naturaleza ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial. En los encuentros cada artista trae, de acuerdo a sus propios medios y criterio, las obras que decida presentar.

Elisa Mandiola López

P Q R S

Esta es una investigación curatorial sobre la levedad. En esta página se consignan citas, hallazgos, imágenes, lecturas, fragmentos de clases y el registro de los encuentros de arte portátil, asumiendo instancias especulativas y viscosas de la indagación,  los procesos metabólicos y los brazos tentaculares del proceso curatorial.

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En la sección Levedades encuentra La exposición de 5 palabras. En esta, cada invitado escoge 5 palabras. Escoge también la fuente, color y tamaño de su exposición. Cada  invitado asocia las palabras de su frase a un hipervínculo como excusa para metabolizarlas y abrir sus tentáculos. Estas cinco palabras se condensan en una estructura que acompaña al lector a lugares recónditos de la web. Esta es una exposición compuesta por 5 palabras. Solo por 5 palabras. Por 5 palabras nada más.  Si usted está interesado en recibir una invitación para participar en la exposición de 5 palabras, escriba al correo que se encuentra aquí.

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En la sección Encuentros hay un registro de los encuentros de arte portátil que se realizan desde 2012. Sobre estos encuentra información aquí. 

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En la sección Constelaciones hay un firmamento de citas textuales, parafraseos y entrelíneas, archivos atlas y otras formas errantes, pies de páginas y trampantojos con apuntes y fragmentos para una anatomía blanda de lo portátil en muchos escenarios, campos y capas.

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En la sección Curadurías portátiles encuentra el ejercicio de curar una imagen, realizados por muchas personas. Este ejercicio no pretende buscar la verdad de una imagen, sino de un circunloquio alrededor de la posibilidad de hacer una lectura por medio de asociaciones. Es la posibilidad dentro de la posibilidad de las posibilidades, o ninguna de las anteriores.

////////////////////////////////// Si usted tiene preguntas, quejas, reclamos, si alguna de la información contenida en está página no corresponde, no dude en contactarse a este correo.

23/6/2017

Quinto Encuentro

Medellín - El Yucal

Junio 23 - 2017

 

Andes, Juan Moreno, 2017
Julián Verdugo, Caperucita y el lobo, 2017
Alejandro Metaute, Meditación, 2017
Alejandro Metaute, Meditación, 2017
Gloria Rodríguez, Ciudades utópicas, 2017
Alejandra Jaramillo, Lástima que no nos estemos entendiendo 3, 2017
Alejandra Jaramillo, Lástima que no nos estemos entendiendo 2, 2017
Santiago Restrepo, Moscovisión, 2017
Lanni Blue, Especulación, 2017
Pablo Marín, Sin título, 2017
Astrid Balvin, Paisajes Continuos
Nicolás Vizcaíno, El chorizo del interior, 2017
Fabián Orozco, Medellín Ultra, 2017
Diego Gallego, Privado, 2017

Interior del Yucal
Interior del Yucal
Alejandro Metatute, Meditación, 2017
Gloria Rodríguez, Ciudades utópicas, 2017
Silvia María Triana, Dar la vuelta y regresar, 2017
Alejandra Jaramillo, Lástima que no nos estemos entendiendo 3, 2017
23/5/2017

Eliza, la curandera

por: Carolina Cerón

El lenguaje humano se basa en la capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos lingüísticos (usualmente secuencias sonoras, pero también gestos y señas, así como signos gráficos). Principalmente, lo hacemos utilizando el signo lingüístico. Aun así, hay diversos tipos de lenguaje. En cuanto a su desarrollo, el lenguaje humano puede estudiarse desde dos puntos de vista complementarios: la ontogenia y la filogenia. La primera analiza el proceso por el cual el ser humano adquiere el lenguaje, mientras que la segunda se encarga de estudiar la evolución histórica de una lengua.

El lenguaje animal se basa en el uso de señales visuales, sonoras y olfativas, a modo de signos, para señalar a un referente o un significado diferente de dichas señales. Primates y otras especies construyen proposiciones simples (sustantivo, verbo y adjetivo) Dentro del lenguaje animal están los gritos de alarma, el lenguaje de las abejas, etc.

Entrevista con un gato (Transcripción)
por Marcel Broodthaers
Grabado en el Museo de Arte Moderno, Departamento de las Aguilas, Düsseldorf, 1970

Marcel Broodthaers: ¿Es esta una buena pintura? … ¿Corresponde a lo que usted espera de esa transformación tan reciente que va desde el Arte Conceptual hasta esta nueva versión de una especie de figuración, como se podría decir?

Gato: Miau.

MB: ¿Crees que sí?

Gato: Miau..mm..Miau..miau.

MB: Y, sin embargo, este color es muy reluciente de la pintura que se estaba haciendo en el período del arte abstracto, ¿no?

Gato: Miau…Miau…Miau…Miau

MB: ¿Está usted seguro que no se trata de una nueva forma de academicismo?

Gato: Miau.

MB: Sí, pero si se trata de una innovación atrevida, todavía es contestable.

Gato: Miau.

MB: Sigue siendo …

Gato: Miau.

MB: Er … Todavía es una cuestión de los mercados …

Gato: Miaauw.

MB: ¿Qué harán las personas que compraron los anteriores?

Gato: Miauw.

MB: ¿Los venderán?

Gato: Miiau…

MB: ¿O continuarán? ¿Qué piensas? … Porque, por el momento, muchos artistas se preguntan sobre esto.

Gato: Miaau.

Mmmmmmmm

Maawmiaauw.

Miawmm.

Miau, miau.

MB: En ese caso, ¡que cierren los Museos!

Gato: ¡Miau!

***

MB: Esto es una pipa.

Gato: Miaouw.

MB: Esto no es una pipa.

Gato: Miaouw …

 

El conocimiento toma lugar cuando ocurre un intercambio basado en el lenguaje.
Algunos comediantes señalan las notables habilidades de comunicación de la heroica Lassie. A pesar de no hablar una palabra de inglés o tener pulgares oponibles, Lassie siempre es capaz de obtener la ayuda adecuada para ayudar a su amo. En la versión tradicional de esta broma, unos pocos ladridos rápidos de Lassie son suficientes para quien la escucha se pregunte: “¿Qué dices Lassie, Timmy se cayó en un pozo?» El perro resuelve los problemas de una familia granjera en los 22 minutos de duración del programa.

 

Cómo explicar obras de arte a una liebre muerta, 11 de noviembre de 1965. Joseph Beuys. Explicar sin voz y sin discurso. Con ese gesto se explica también que no hay nada que entender.

 

Gilgamesh es un cuento sumerio sobre el rey (y semi-dios) Gilgamesh de Uruk, que sobrevivió en doce tabletas de arcilla. La historia devela la extraña relación entre Gilgamesh y Enkidu. Enkidu es un hombre salvaje creado por los dioses, a imagen y semejanza de Gilgamesh para ser su compañero en su compañero. El relato de Gilgamesh es traducido al lenguaje pictórico por Wilfried Hou Je Bek para ser leído por simios. Hou Je Bek usa pictogramas desarrollados para enseñar a los chimpancés a leer. Está disponible para los humanos en pdf. Los lexigramas usados en esta traducción también son conocidos también como el esperanto de los simios, desarrollado por Ernst von Glaserfeld (1977) en el Great Ape Trust.

Waaaaahhhhhaaaaaaaaaax Chiiiiimpaaaaaattttiiiiihhhiiiiiicc: Aaahhhaaa Coooooooolllaaaabbbooorraattiiivvvveeeeee Attteeeemmmmmpppttt tooooo Traaaannnnnssssccrrribbbbeeee aaaaahhhhhaaaannnnn Chhhhiihhhhhiiiimmmmmppppp Caaaahhhhaaaaahhhaaaallllll

 

“Vamos a matar a los gaticos ¬—dijo Doris—, vamos a matarlos. Yo sé cómo se hace, vamos a matarlos”.
“No, todavía no”.
“Pero tú dijiste que los íbamos a matar apenas nacieran —dijo Martha—. Tú dijiste que teníamos que
matarlos para evitar que los regalaran”.
“¿Cuántos son? —preguntó Doris”.
“No sé: parece que hay cinco”.
“¿Dónde están?” —preguntó Doris.
“En el último cuarto. Los pusieron en la caja donde dormía Teddy”.
“¿Son bonitos?” —preguntó Doris.
“Yo no sé, yo no los he visto todavía. Pero sé que ya nacieron porque esta mañana lo estaban
diciendo en la cocina”.
“Vamos a verlos” —dijo Martha.
“No, ahora no: después. Vamos a subirnos al techo”.
“Vamos —dijo Doris— y jugamos a Tarzán, ¿quieres? Bueno. Voy a buscar las cosas”.
“Yo no juego —dijo Martha”.
“¿Por qué no quieres jugar?”
“No puedo —dijo Martha—, yo no puedo subirme al techo”.
“¿Por qué no puedes subirte?”
“Tú sabes” —dijo Martha.
“Ella tiene miedo —dijo Doris—, vamos tú y yo”.
“Yo no tengo miedo —dijo Martha—, es que me da pena”.
“Vamos Doris, ella nos espera aquí”.
“Miedosa” —dijo Doris.
“Yo no soy miedosa —dijo Martha—, es que me da pena”.
“¿Por qué te da pena?” —preguntó Doris.
“Déjala ya, Doris”.
“Yo no tengo pantalones” dijo Martha.
“Ahora se lo voy a decir a mamá —dijo Doris—, ayer también viniste sin pantalones. Yo te vi”.
“Tú sabías que no tenía pantalones. Tú me dijiste. Y ahora quieres jugar a Tarzán” —dijo Martha.
“Cuando volvamos a la casa le voy a decir a mamá que tú le dices a Martha que no se ponga
pantalones” —dijo Doris.
“Vamos a matar a los gaticos”.
“Vamos” —dijo Doris.
“Si se lo dices no los matamos” —dijo Martha.
“¿Se lo vas a decir, Doris?”
“No —dijo Doris. Vamos a matar a los gaticos. Entren”.
“¿Para qué cierras las ventanas? —preguntó Doris.
“Para que ella no se salga. Tráeme esa tabla, Martha”.
“Tenemos que sacarla de la caja porque de pronto se pone rabiosa y nos muerde” —dijo Doris.
“No, ella no muerde. Sostén la tapa mientras yo los saco”.
“¿Cuántos hay? —preguntó Doris.
“Cuatro nada más”.
“Abre la ventana, yo no los veo bien. ¿Son bonitos?” —dijo Martha.
“Sí, son bonitos. Hay dos negros y dos grises”.
“Yo quiero llevarme uno negro” —dijo Doris.
“No, hay que matarlos a todos. No te vas a llevar a ninguno. Yo dije que los iba a matar a todos.
Mira, así: apriétalos por el cuello así, ¿ves? Apriétalos bien fuerte por un momento. Es fácil”.
“¿Ves? Este ya está muerto. Mata tú este otro”.
“Mata este tú, Martha, yo mato mejor el gris” —dijo Doris.
“No, yo me voy, yo no quiero matar ninguno” —dijo Martha.
“No tengas miedo, no te van a morder. ¿No ves que ni siquiera tiene dientes?”
“No, yo no quiero matar ninguno” —dijo Martha.
“Suelta ese ya, Doris, ya está muerto. Mata este otro”.
“No los maten, no los maten” —gritó Martha.
“Cállate, cállate, cállate. Sostén la tapa, Doris”.
“¿Qué vas a hacer?” —preguntó Doris.
“A ponerlos otra vez dentro de la caja”.
“Por qué no los enterramos en el patio y les hacemos procesión —dijo Doris—. ¿Quieres que traiga
tres cajitas de cartón?”.
“Yo tengo en la casa un montón de cajitas”
“No, vamos a ponerlos en la caja otra vez. Falta uno. ¿No has podido matarlo todavía, Doris?”.
“Yo no quiero matar al negrito” —dijo Doris.
“Dámelo acá. Apura, Doris, dámelo”.
“Dáselo, Doris” —dijo Martha.
“Salgan. Cierra la puerta, Martha”.
“Vamos a subirnos al techo, dijo Doris”.
“No, hace mucho calor”.
“Pero yo quiero unas guindas. Tengo hambre” —dijo Doris.
“En la nevera hay galletas. Ve y tráelas”.
“¿Por qué lloras? —preguntó Martha.
“Yo no estoy llorando”.
“Sí estás llorando” —dijo Martha.
“No me molestes”.
“Tú no querias matar los gaticos” —dijo Martha.
“Sí quería”.
“No tengas miedo. Doris no le dice nada a Mamá” —dijo Martha.
“Yo no tengo miedo” “¿Entonces por qué estás llorando?” —dijo Martha.
“Por nada, por nada, por nada”.

Cepeda Samudio, A. (2003) Todos estábamos a la espera. El Áncora editores: Bogotá, pp. 56-60

 

“Cada hechizo tiene su secreto. Cuando alguien dice: “hocus-pocus” pueden no ser conscientes que están ofreciendo realmente una versión confusa de un encantamiento de gran alcance, “Hoc Est Corpus Meum” o “aquí está mi cuerpo”. Detrás de la línea de rima del truco, hay un anhelo reprimido por la transubstanciación – para convertir el pan en carne y el vino en sangre. El discurso, en un contexto curatorial, es el verdadero hocus-pocus.” (la traducción es mía) Raqs Media Collective, On the Curatorial, From the Trapeze Martinon, JP.(ed) (2013) The Curatorial A Philosophy of Curating. Bloomsbury: Londres.

 

La esposa del rabino le pidió al golem que fuera al río a sacar agua. El golem es fuerte pero no inteligente. El golem no puede hablar. El golem fue al rio y comenzó a sacar agua sin parar hasta inundar la población. Si el golem recibe una orden la cumple de forma sistemática y lenta. No pregunta qué hace ni por qué lo hace. Para que el golem cumpla una orden hay que meterle un papel por un orificio o escribir los nombres de dios. Al borrar la primera letra de Emet (אמת—“verdad” en hebreo) de su frente y quedar en ella solo met (מת—“muerte” en hebreo) el golem podía ser desactivado y volvería a ser una masa de barro inerte. El golem está esperando a volver a la vida en cualquier momento, escondido en una habitación sin ventanas.

 

En el relato de Publio Ovidio, Pigmalión, rey de Chipre, busca una mujer perfecta para casarse. Pigmalión no encontró una mujer perfecta, por lo que se dedicó a esculpir. Y se dedicó a esculpir en marfil mujeres precisamente. Entre las mozas una quedó tan bien hecha que Pigmalión se enamoró y le dio un nombre: Galatea. El día del festival de Afrodita, Pigmalión con una ofrenda admite su deseo: que su chica de mármol se convierta en una mujer de verdad.
“Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se ablanda a los rayos del Sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos.”
Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Pigmali%C3%B3n

 

Pigmalión es una obra de teatro de George Bernard Shaw, 1913. En ella el profesor de fonética Henry Higgins apuesta con un colega poder entrenar a una mujer, Eliza Doolittle, quien vende flores a la entrada de un teatro en Covent Garden en Londres. La apuesta consiste en hacer pasar a Eliza por una duquesa en una fiesta de jardín del embajador enseñándole a asumir un aire de gentileza mediante el elemento que consideran más importante; la palabra impecable.

 

 

Uno de los títulos provisionales de Shaw para Pigmalión fue “Fair Eliza.” La palabra fair en inglés supone un problema de traducción a español, pues si bien alude a lo justo, al referirse a un objeto o una persona alude a lo limpio, lo bello, lo adecuado. A mediados de los años treinta, el productor de cine Gabriel Pascal adquirió los derechos para producir varias obras de teatro de Shaw en musicales. Luego de una mala experiencia, Shaw no permite que Pigmalión sea traducido al lenguaje musical lo que hace que Pascal deba esperar hasta 1950 cuando tras la muerte de Shaw finalmente se logra sacar el proyecto adelante. El musical basado en el Pigmalión se llamó “My Fair Lady.”

Henry Higgins es un profesor de fonética basado en muchos académicos, pero el personaje encarna especialmente a Henry Sweet, creador del alfabeto rómico del cual parte la Alfabeto Fonético Internacional.

 

My Fair Laddy, llamado Mi bella damita en España y Mi bello jardinero en Hispanoamérica es el nombre del duodécimo episodio de la temporada de los diecisiete de la serie Los Simpsons. Cuando Marge va a recoger a Bart a la escuela, ve a Willie sin casa, por lo que le ofrece que se quede en la casa de los Simpson. Willie acepta. Una vez allí, Lisa le hace ver a Willie que su vida podría ser mucho mejor, y decide convertirlo en un caballero. Bart, sin embargo, no cree que Lisa lo logre, pero ella le apuesta que lo haría a tiempo para la feria de ciencias de la escuela. Mientras esto pasa, Lisa trata de convertir a Willie en un hombre sofisticado. Pronto, el día anterior a la feria de ciencias, Willie continúa siendo el mismo de siempre. Cuando ve cuán desilusionada estaba Lisa, repentinamente sorprende a Bart y a ella con un lenguaje correcto, diciendo una oración que Lisa le había enseñado. En la feria de ciencias, impresiona a todos con su buena educación. Sin embargo, nadie sabe que ese hombre era el viejo jardinero, hasta que Lisa lo anuncia. Una vez más, gana la feria de ciencias, y la apuesta que había hecho con Bart. A pesar de que es respetado por todos, Willie extraña su antigua vida, pero su trabajo y su casa habían sido tomados por el profesor de música. Luego le explica a Lisa que desearía regresar las cosas tal como eran, y ella entiende. Pronto, vuelve a limpiar la escuela y a vivir en su casucha.

Dentro de un género que se conoce como jazz latino en música, Tito Puente y su orquesta saca el álbum “My Fair Lady goes Latin” en 1964, relanzado en 1999 bajo el sello de la Fania.

imagen tomada de: http://cps-static.rovicorp.com/3/JPG_500/MI0002/387/MI0002387821.jpg?partner=allrovi.com http://metacolor.org/wp-content/uploads/2014/04/Audrey-Hepburn-Shopping-With-Her-Deer-Colorized-Side-by-Side-Comparison.jpg

 

ELIZA es un software escrito en MIT por Joseph Weizenbaum entre 1964 y 1966. ELIZA es una terapeuta diseñado para que el “paciente” supere la base de conocimiento más pequeña, por ejemplo, un psicoterapeuta puede proporcionar una respuesta genérica a frases tipo «Mi cabeza duele» con «¿por qué dices que te duele la cabeza?» Un comentario a “mi mamá me odia” sería; “¿por qué crees que tu mamá te odia? Eliza se implementó mediante la coincidencia de los patrones que seguía, pero fue tomado en serio por varios de sus usuarios, incluso después de Weizenbaum les explicó cómo funcionaba. Eliza está diseñada para llevar a cabo un tipo de terapia inductiva llamada de la corriente rogeriana o terapia basada en el cliente, creada por Carl Roger en Norteamérica. Fue uno de los primeros salones de chat en línea. Weizenbaum llamó a su software ELIZA por Eliza Doolite, el personaje de la vendedora de flores del Pigmalión de Shaw y de la consecuente versión del musical Mi Bella Dama. Según su creador, las habilidades de Eliza para aprender a comunicarse incrementan entre más usuarios interactúen con ella, pues al hacerlo crean más palabras y patrones de combinación que le permiten a ELIZA ampliar su conocimiento. El efecto Eliza es la tendencia de asumir inconscientemente comportamientos de un computador como análogos a los de los seres humanos, por ejemplo, cuando el cajero automático responde: gracias. Siri y ELIZA son amigas, pero Siri dice que ELIZA es muy negativa, pero la aprecia pues algo le enseño.

 

Eliza es un tipo de test que consiste en la detección de los anticuerpos del virus. Esta prueba debe realizarse 3 semanas después de la práctica de riesgo y permite, en muchas ocasiones, la detección precoz del VIH. Eliza es también el nombre que recibe un software de contabilidad usado en Colombia. Siri al igual que ELIZA son simulaciones de una mujer servicial y atenta, que resuelve y cura. Eliza la curandera y quien se relaciona con ella, puede verse expuesto al efecto de Pygmalion -o efecto Rosenthal- un fenómeno mediante el cual a más expectativas se tienen de algo, mayores probabilidades de que aquello ocurra como se quiera que ocurra. Por ejemplo, las expectativas de un maestro sobre un alumno en concreto, acaban influyendo en su rendimiento. Eliza la curandera y quien se relaciona con ella puede verse expuesto también al corolario del efecto de Pygmalion, es decir el efecto del golem, el Pygmalión se pone en reversa cuando, por ejemplo, se tiene expectativas bajas sobre algo o alguien, y esa persona actúa de forma inconsciente con base a esas expectativas. Usted podrá conversar con Eliza, la curandera y verá esbozos de alguno o los dos efectos en usted y lo que hace. Ambos efectos son formas de profecías auto-realizables, como lo que usted pretende hacer aquí, con Eliza, la curandera que cura lo que quiera ser curado.

13/4/2017

Montaje

“La lógica con que se suceden los fragmentos es incierta pero el efecto es inmediatamente claro: el montaje no muestra, sino que dispone, no las cosas mismas sino sus diferencias, sus choques, sus tensiones; descompone y recompone el orden del mundo, que así dispuesto y distanciado se vuelve aún más extraño… el autor se enmascara en copistas, antólogos, traductores, investigadores, filólogos, hasta borrar los rastros de la voz propia.”

Speranza, G. (2012) Atlas portátil de América Latina, Arte y ficciones errantes. Anagrama: Barcelona.

13/4/2017

Historia Abreviada

“03: Oye, ahora creo recordar. Creo que todo empezó -me refiero a mi Historia abreviada- en un viaje que hice a París hacia 1983. Fui a ver una exposición sobre máquinas solteras de la literatura, en el Grand Palais. Recuerdo que el mismo título de la exposición me intrigaba mucho. Me sorprendió después lo que vi allí. Era yo un admirador de Raymond Roussel y de sus máquinas, y ver alguna de ellas reproducidas en la exposición, al lado de las máquinas de Kafka o de Duchamp, me dejó huella. Me gustaba, por otra parte, el concepto duchampiano de machine célibataire con el que me identificaba. Y, aunque no entendía muy bien qué era exactamente, me gustaba también el concepto de femme fatale y, si la memoria no me traiciona, en aquella exposición había más de una máquina que funcionaba como tal, como mujer fatal. Todo eso fue creando en mí una atmósfera creativa en torno a la idea literaria de las máquinas solteras y terminé por hacer un artículo sobre el tema, un artículo algo disparatado que publiqué en La Vanguardia, en cuyas páginas culturales colaboraba con cierta frecuencia entonces, bajo la tutela de Ana Basualdo. Después, viajé a Mallorca y compré un libro de un sabio local –aunque también universal, pese a que es injustamente poco conocido-, Cristóbal Serra. Era un libro de aforismos. Y uno de ellos era una reflexión sobre las ventajas de la brevedad. Llevaba el libro de Serra a todos los bares de Mallorca. Y en uno de esos bares, tras cuatro copas, se me ocurrió que mi artículo, ya publicado en La Vanguardia, podría haberse llamado Breve Historia de la Literatura móvil, y eso lo anoté en las propias páginas del libro de Serra (aún conservo esos garabatos escritos de pie, en la barra de un bar horrible de Palma, ya desaparecido, llamado La Polilla).  Unas horas después, modifiqué el título, que quedó en Historia abreviada de la literatura portátil. Lo modifiqué -recuerdo- en una terraza al sol, muy lejos de La Polilla. Y muy cerca de Sterne.”

Vila-Matas, E. (marzo de 2015) Versión disidente de Historia Abreviada de la literatura Portátil: 3. Blog en web de Enrique Vila-Matas.
Recuperado de: http://www.enriquevilamatas.com/obra/l_haliteraturaportatil.html#tres

13/4/2017

Cesto

“¿Algún estimado personaje entre los distinguidos señores lectores se ha sentado alguna vez sobre un cesto de viaje, y ha observado al hacerlo cómo el cesto suspira, grazna y gime? ¡Visto como un asiento, un cesto de viaje provoca nuestro entusiasmo! y qué no valdrá como objeto de aprovisionamiento! Un cesto de viaje de tamaño medio oculta: un viejo candil, Shiller, Goethe, Shakespeare, uno o dos juegos de cortinas, una para de silla, una colección de xilografías japonesas, una estampa titulada Los abandonados, una cafetera, tres o cuatro gruesas novelas folletinescas o de terror devoradas hace mucho, una de las cuales quizá se titule La condesa de la calavera, un reloj ornamental junto a un reloj de la Selva Negra, una mascarilla de Federico II el Grande, y toda clase de trapos, cuerdas, herramientas, como martillos, tenazas, brocas y clavos, pantalones chalecos, botas y otros trastos útiles corrientes. Después de haber leído estas líneas, nadie seguramente despreciará más un cesto de viaje. Es estupendo estar centrado en cestos de viaje y fantasear al mismo tiempo con un periplo al rededor del mundo. Este fino, simpático y bonito ejercicio puede recomendarse de corazón a cualquiera.”

Walser, R., Greven, J., & Blanco, R. P. (2012). Sueños: Prosa de la época de Biel, (1913-1920) (Libros del tiempo, 312; Libros del tiempo (Ediciones Siruela), 312). Madrid: Siruela.

13/4/2017

Mago

“En Dublín la gente sabe que, cuando un manto de niebla cae sobre el paisaje, significa que Manannán MacLir trae algo entre manos, o debajo de su capa mágica, o dentro de su inquietante saco, esa pieza de cuero tosco que durante siglos ha provocado la envidia de los personajes de la mitología celta y la de sus apasionados lectores, entre los que me cuento yo, que no soy celta sino de Veracruz y sin embargo de niño soñaba obsesivamente con ese saco, vaya eso en mi descargo, con esa bolsa burda de donde Manannán MacLir iba extrayendo una serie ilimitada de objetos, un hacha, un cerdo, una rama de plata, un arpón y un gorro patriarcal, aunque a esas alturas del sueño, casi siempre después del gorro, que era adusto y orondo, salía mi tía Margarita, a peacefugle, a peri potmother, a pringlipik in yhe ilandiskippy, una tia cuyas formas de mujer adulta fueron la espuela de mis sueños; sus formas magnificas y la bolsa, mágica de MacLir, de donde ella misma salía o más bien su pussypussy plunderpussy, su coño egregio, ínclito y glorioso, que era a su vez otro saco, y aquí la ganaba en un nivel inaccesible para mí, que era un niño celta nacido en Veracruz, pero un niño al fin. Manannán MacLir es un hombre tumultuoso y enigmático cuyo segundo componente puede empezar a darnos una idea del linaje de este hombre, por llamarlo así, que en realidad es un mago, un hechicero, un personaje que tiene derecho de picaporte con las fuerzas de la naturaleza; Mac Lir significa pues “hijo del mar”, lo cual simplifica, e incluso demerita, lo que acabo de escribir sobre él, aunque también es verdad que, para no perder la objetividad, a estos personales mágicos hay que mirarlos siempre entre el mérito y el demérito. El saco mágico de MacLir era, o puede ser que todavía lo sea, una bolsa que contenía todas las cosas del mundo, inanimadas y vivas, desde un clavo hasta un paisaje completo; si le daba hambre sacaba un pan, o una espada si tenía que defenderse, y puesto a sacar animales que podía elegir uno para cocinarlo al fuego, o cien para poblar una granja, su bolsa mágica no tenía limites, todavía no los tiene. Ese hijo celta del mar nació en Emain Abblach, un florido islote frete a la costa de Alba, que hoy, y desde hace siglos ha pasado a llamarse Escocia; aquel próspero islote tenía una vegetación rica y brillante que podía medirse en destellos, delumbrores y kilates. Por ejemplo, el viajero Bran McFebail tuvo entre sus manos una rama de plata donde crecían flores blancas, una pieza verdaderamente rara aunque lo que es raro de verdad es que el mundo lo recuerde a uno como viajero; viajar se ha popularizado tanto, se ha convertido en una vulgaridad de tan grandes proporciones, que hoy lo original, por no decir lo decente, es que cada quien viaje alrededor de su habitación, que es quizá lo que hacía Bran McFebril, ¿o de qué otro lugar, que no sea el saco de Manannán, pudo salir esa rama tan rara? Tracemos un perfil general de Manannán MacLir, antes de ir al cameo que generosamente ejecuto en la obra de Ulises, de James Joyce, un cameo que, al lado del saco mágico y de la pussypussy plunderpussy de mi tía Margarita, ocupó buena parte de mis sueños y de mis furibundas meditaciones infantiles: vive, desde luego en el mar; es alto y barbado y se parece mucho, para qué lo volvamos a ocultar, a Neptuno; acostumbra a navegar en una barca de reducidas dimensiones, fabricada de mimbre y cuero y también, cuando la ocasión y el terreno lo ameritan, se monta en Aonbárr, un fascinante caballito que galopa sobre el agua o sobre la tierra indistintamente, que es básicamente lo que hacen todos los caballo, nada más que éste corre por la superficie y los otros cruzan los ríos con el agua al cuello, pero eso sí: galopando. Por debajo del agua, pero siempre galopando. MacLir sale a la intemperie ataviado con una capa que, como estrategia para permanecer oculto, lejos de la mirada de enemigos y fisgones, cambia de color según el paisaje donde cabalgue; supongo que será color arena en el desierto y verde furibundo cuando cabalga por la selva de Veracruz, si es que aquel verdor recóndito, para él que ejerce sus poderes en los alrededores del mar Céltico, cabe dentro de su mágica jurisdicción. Ahora voy al cameo que Manannán MacLir hizo a Joyce y que, no tiene caso negarlo, me obsesiona desde hace años, desde que, como hace muy poco he dicho, era yo un niño de furibundas reflexiones y desbocadas fantasías; de pronto, cuando la novela ha completado ya sus dos terceras partes, aparece MacLir, aparece por sorpresa como los bancos de niebla que él mismo produce: el “sabio de Irlanda, con los ojos huecos”, está meditando en una comprometida posición “con la barbilla en las rodillas” chin on knees, escribió Joyce en su lengua; un instante después de esta aparición súbita, porque ha sido iluminada, violentamente y de golpe, por un faro seguidor, como el teatro, MacLir se levante lentamente, he rises slowly, escribe Joyce de este mago que, más que levantarse, va desembarazándose de las cadenas de su reflexión, que lo tenías chin on knees, encorvado de forma excesiva para un personaje mitológico de su edad y condición; ese levantarse lentamente tan teatral va acentuando por un viento helado y poderoso que puede arrebatarle a alguien el paraguas de las manos, o levantar una embarcación en vilo y azotarla contra las casas de Blackrock, un pacífico barrio dublinés donde, al margen de esta narración mitológica, han caído barcos completos, que habían sido levantados en lilo por una galerna, sobre algún tejado o jardín. Una vez de pie, MacLir adquiere toda su postura, “en torno a su cabeza se retuercen anguilas y congrios. En la mano derecha sostiene una bomba de bicicleta. En la mano izquierda a garra una gran langosta por las dos pinzas”, y a continuación, con su “voz de olas”, grita: “¡Aum!, ¡Hek!, ¡Wal!, ¡Ak!, ¡Lup!, ¡Mor!, ¡Ma!”, una fascinante ecuación fonética a la que regresaré más adelante. Luego MacLir dice cosas con “voz de viento marino silbante” y “con un grito de pájaros de tormenta”: “¡Shakti, Shiva! ¡oscuro padre escondido!” dark hidden father, e inmediatamente después, por si lo que ha dicho y hecho fuera poco cameo, comienza a golpear a la langosta que trae en la mano izquierda con la bomba de bicicleta que sujeta con la derecha; en medio de esa brutal carnicería, donde refulgen los doce signos del zodiaco, gime con la vehemencia del océano: ¡Aum!, ¡Baum!, ¡Pyjaum!, yo soy la luz del hogar, yo soy la manteca cremosa sueñoza”, un atractivo final de cameo que en su lengua original es todavía más rico, I am the dreamery creamery butter, un dreamery creamery que a mí me remite al pussypussy plunderpussy de mi pringlpik in the ilandiskippy que era esa mujer sonada con su deslumbrante y egregio coño que todavía me hace gritar ¡Aum!, ¡Hek!, ¡Wal!, ¡Ak!, ¡Lup!, ¡Mor!, ¡Ma!”con gritos de pájaro de tormenta con grito de stormbirds, menuda combinación poderosa de palabras, al gritar ¡stormbirds!, lo minimo que nos sale de la boca es una tormenta de pájaros. Despues del the dreamery creamery butter con que termina Manannán MacLir su parlamento, “una esquelética mano de judas estrangula la luz” que lo alumbra y un chorro de gas, que es el siguiente personaje en esta obra que se representa en Dublín, dice “¡Puuah! ¡Pfuiiiii!”. Pero había empezado estas líneas con esos mantos, o barcos, de niebla que caen súbitamente sobre Dublín, estaba ahí cuando ese oscuro padre escondido, ese dark hidden father que en realidad es Manannán MacLir, sumado a mi pringlpik in the ilandiskippy, tuvieron a bien escorarme el texto hacia lo mitológico, hacia lo escatológico, hacia lo sexyplexipussiplundertoxiplexisexy, hacia el brutal cameo del sabio de Irlanda, de quien yo quería contar, además de lo que ya he contado, lo siguiente: MacLir tiene entre sus atribuciones el grado feth fiaba, un vocablo resoplante que en lengua gaélica significa “amo de la niebla”, de aquí vienen esos bancos sólidos, esos mantos espesos que caen de vez en cuando sobre la ciudad de Dublín pero, más que nada, sobre su puerto; cuando MacLir quiere esconder algo, o desaparecerlo de plano, convoca la niebla, a Feth, su vasalla y súbdita, para que se manifieste en un cuerpo espeso. Yo estaba una mañana en mi balcón, como era costumbre en mis años dublineses, mirando las maniobras del puerto y tomando café, cuando una nube blanca y minúscula apareció en el centro de la bahía, en unos cuantos segundos, en lo que bebía un trago de café, aquella inocente nubecilla amento diez veces su tamaño; en muy poco tiempo la niebla lo había cubierto todo, los brazos enormes del granito que protegen el puesto, los barcos y los veleros, la Capitanía, la torre del Ayuntamiento y el balcón desde donde yo observaba el fenómeno; el faro, que ya nadie podía ver, comenzó a pitar intermitentemente esa nota ronca de oboe que usan los marineros cuando la niebla es espesa; cada treinta segundos el oboe rompía el silencio hermético que suele formarse dentro de las nubes; dejé de tomar café por que no podía ver la taza que sostenía con la mano; a lo lejos, un barco que venía de Inglaterra, comenzó a responder al oboe del faro con un silbato menos grave, del tipo de corno inglés; durante un tiempo incalculable oí al barco aproximarse, primero pitaba el faro y luego el barco, que se oía cada vez más cerca; cuando el barco pitó en la puerta de la bahía tuve la certeza de que MacLir estaba ahí haciendo algo, con algo entre manos, o de bajo de su manto druida, o dentro de su inquietante saco y, durante varios minutos, encerrados en ese banco espeso, blanquísimo y claustrofóbico, espere oír su grito entre el silbato del faro y el del barco, su poderoso grito de stormbirds: “¡Aum!, ¡Hek!, ¡Wal!, ¡Ak!, ¡Lup!, ¡Mor!, ¡Ma!”; esperé inmóvil, con la taza en la mano, hasta que la niebla comenzó a disiparse y entonces tuve terror, pánico de que cuando Feth por fin se esfumara no hubiera bahía, ni puerto, ni ¡Hek!, ni nada.”

Soler, J. Dreamery Creamery Stormbirds / La Orden del Finnegans. La Orden del Finnegans tiene como único propósito la veneración de la novela Ulises de James Joyce. Los miembros de esta orden se obligan a venerar la obra y, si es posible, asistir a Dublín en una jornada de Bloomsday que acaba en la Torre Martello (donde se inicia la novela) en Sandycove, para leer unos fragmentos. Tras ese acto anual caminan hasta el pub Finnegans en la vecina población de Dalkey donde dan fin a su acto anual. Orden del Finnegans (febrero de 2015) Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_del_Finnegans

13/4/2017

Paradoja

“Paradox of Praxis 1(paradoja de la praxis 1) (1997) es el registro de una acción llevada a cabo bajo la idea de «a veces hacer algo conduce a nada». Durante más de nueve horas, Alÿs empujó un bloque de hielo por las calles de la Ciudad de México hasta que se derritió completamente. Y así, durante horas y horas, luchó con el bloque rectangular minimalista hasta que finalmente se redujo a no más de un cubo de hielo adecuado para un whisky en las rocas, tan pequeño que podría casualmente patear a lo largo de la calle.”

A veces hacer algo conduce a nada. Página web de Francis Alys. Recuperado de: http://francisalys.com/sometimes-making-something-leads-to-nothing/

11/4/2017

El Acto de Curar una Imagen// Instrucciones

Un curador escoge una imagen. La única condición de esa imagen es que pertenezca al dominio público. Ese curador  debe curar esa imagen. Dicha imagen solo puede ser curada dentro de la www y los usos que este universo permite. Al escoger una imagen, debe establecer al menos 3 relaciones usando al menos 3 objetos (dentro de la www).

Consideraciones a un ejercicio intencionalmente inconcluso:

-Internet entiende por un objeto:sonido, texto, video, imagen, juegos. Estos usos pueden ser ilustrativos, ejemplificadores, o ninguna de las anteriores. Este puede ser un ejercicio de especulación, o puede no serlo. Considerar el meme, como lo que es; una unidad de transmisión cultural como lo propone Richard Dwakings en El Gen Egoista.

-No se trata de buscar la verdad de una imagen, sino de un circunloquio alrededor de la posibilidad de hacer una lectura por medio de asociaciones. Es la posibilidad dentro de la posibilidad de las posibilidades, o ninguna de las anteriores.

– Para el ejercicio la curandería, o curaduría se entiende como un término en batalla que no puede ser singular ni totalizante, como una forma de organizar el pensamiento en un encuentro con otro, como un estado maleable.

– La imagen central en este caso funciona como una pregunta, como un punto de partida o un marco para un discurso.

-Las palabras emulan imágenes, delegando sentido a las cosas, cada lector produce una copia de lo que lee pues en la red cada acto produce una copia. En una poética del hipertexto, los vínculos invisibles que allí existen incluyen toda la nebulosa del conocimiento y su acceso; La copia, transcripción, materialización, idealización de la cosa misma. ¿Qué sucede con aquellas cosas que se validan a través de la citación para existir?

– Hay momentos en que la jurisdicción de las comillas -en una noción ampliada- pierde su relevancia. En este espacio fundado por las comillas, se puede construir una casa para crear. El mundo está ahí para ser leído.

-Al leer, ver o escuchar algo creado por alguien, uno también está leyendo, viendo o escuchando lo que alguien leyó, vio o escuchó.

-Leer un hipertexto es una actividad multidireccional y sin jerarquías.

-En una ficción hipertextual cada link provee un contexto distinto, que puede ser leído de manera no lineal.

-Pensar este formato expositivo como una dislocación de las partes que forman un todo. En este caso ese todo parte de una imagen. Este espacio se piensa como un contenedor de ese todo y de lo que a partir de este se puede bifurcar.

-Una imagen central cuyas partes son dislocadas a través de señalamientos por aquel que se dé a la tarea de curarla; el curandero.

11/4/2017

Caos

“El viejo de oro, que cose las pulseras de los relojes de todo Londres, el viejo que sirve a las familias burguesas empobrecidas a jornal en su talabartería, es quien, con la excusa de entregar mi nueva alforja, se busca entrometer en lo que ahí destinaré yo guardar. La forma particular de los compartimentos alargados, las argollas que las cierran, el volumen de sus bolsillos principales, la tirada corta que parece como la de un pony, el extraño bolsillo cónico que se insinúa en diagonal a un costado, y los siete compartimentos secretos escondidos que he solicitado, y que por el momento desconozco, contribuyen al desconcierto de este hombre, que golpea ahora mi puerta con ansiedad. Disfruto la densidad del secreto que debe provocar éste particular encargo en la imaginación del artesano…imagino, imagino: Guardará en ella todo un ciervo descuartizado; la maquinaria relojera del Rey Celián; los nidos de los pájaros árabes con los libros que los describen y con los libros que traducen esos libros; los bellos espejos crisolitos; las miniaturas Napoleónicas del ejercito inglés; los escudos magnéticos que generaron tanto asombro en la feria mundial de Paris; los mapas y los maniquíes árabes encontrados en las ruinas del anfiteatro de Senghor; las deidades africanas esculpidas en el centro neurálgico del Shandysmo; los picaportes y las llaves de todos los pabellones con bóvedas de cristal en Viena; los buitres de cabeza roja disecados pertenecientes al catálogo de monstruos ignotos de Théophile Gautier; las cabezas de los ajusticiados en la semana santa de Vigo; las trenzas húmedas en alcohol de las brujas nudistas de Dunwich; las manos entrelazadas de los amantes suicidas en el lago de Constanza; el mullido verde de las lobelias conservado en miel de abejas; las hachas de madera de Albine, con las que jugaban los niños sonámbulos protagonistas de las poesías del Conde de Lautrémont; las cortezas dulces de los árboles de uñas; los remaches del revestimiento externo de una fortaleza volante; los discos construidos con cuerdas de ukelele enrolladas en espiral; las piezas perdidas de varios puzzles; los bustos de cera con los que mercaderes gitanos hacían las demostraciones de sus tónicos capilares; las rocas, la tierra, los cristales de sal y el agua del lago de Utah; los objetos bellos que generan repelencia, salpullido e irritación de quienes los miran, y el bálsamo milagroso que cura ese enigma corporal; los agigantados instrumentos con los que se extrae el perfume de la flor de sal; los huesos desordenados de los perros falderos de la corte de Luis XIII de Francia; los cuerpos tibios en sedimentos de alumbre y melaza de los mártires de los polos; y el herbario compuesto con la lista de las flores de Émile Zola. Esa alforja que me aguarda al otro lado de la puerta me ha servido, alegremente, para celebrar el caos de la vida.”

Perec, G. (1978) Manuscritos.

11/4/2017

La Conquista del Espacio

Portada
tomada de: https://www.moma.org/collection/works/146993?locale=en

 

“Una lámina impresa muestra todas las imágenes de las páginas que configuran un libro en miniatura. Las líneas verticales delimitan la posición prevista de las páginas, como en las maquetas y pruebas de imprenta. Al libro se le ha negado su función de lectura, puesto que las páginas no están guillotinadas. De este modo la lámina con los treinta y dos países actúa como un recordatorio de esa función vetada.
Aunque los atlas comunes proponen una representación esquemática del mundo supuestamente aséptica, ejercen de constructores de significado. Para denunciar la absoluta arbitrariedad de los signos, Broodthaers invalida las convenciones habituales generadoras de significado como la escala (todos los países tienen el mismo tamaño, desde Andorra hasta Canadá), suprime todo accidente geográfico como ríos o montañas y los muestra aislados individualmente. Presentando los países como formas abstractas que recuerdan manchas de tinta, Broodthaers evoca el trabajo de uno de sus autores preferidos, Stéphane Mallarmé, y su tratamiento experimental de las palabras en el libro Un coup de dés jamais n’abolira le hasard (1897). Broodthaers dedica esta obra, como indica su título, a los militares y artistas, ya que, según él, el artista debe luchar contra las restricciones y clasificaciones del mundo del arte como el soldado en la batalla.”

Fondo de la colección Macba (1975). Macba. Recuperado de: http://www.macba.cat/es/atlas-1581

12/12/2014

Tercer Encuentro

Cartagena - Reculá del Ovejo

Dic 12 - 2014

Cartel para el Tercer Encuentro de Arte Portátil en Cartagena

 

Shandy!Shandy!Shandy!

Portar objetos “valiosos” es una práctica común entre quienes se trasladan de un lugar a otro. Ya lo hacía el viajero medieval, y sucesivamente mercaderes, navegantes, boticarios, pilotos, astronautas, etc. Fotos familiares, curiosidades, medicinas, estampas, miniaturas, libros, monedas, entre otros objetos se han dado al viaje por cumplir dos características: la de ser fácil de trasladar y la de poseer un valor significativo para quien lo porta.

Esta muestra busca generar un espacio para reflexionar colectivamente en torno a conceptos ideológicos, estéticos y teóricos que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada al viaje, lo mínimo o lo contingente. Así como a acercarse a la obra de arte desde múltiples perspectivas, con rigor pero sin gravedad, reflexionando sobre su continuidad y sus formas, teniendo en cuenta la libertad que caracteriza la muestra al no poseer requerimientos expositivos y curatoriales.

La Primera Muestra de Arte Portátil en Cartagena de Indias convoca obras, piezas y/u objetos ligeros, que no sobrepasen el tamaño de una maleta, maletín, mochila o morral, para ser expuestos en la terraza y en el interior de la Reculá del Ovejo (Barrio San Diego, calle de la Reculá del Ovejo, bóveda número uno del baluarte de San Lucas) desde las 5:00 p.m. hasta las 7:00 p.m., el 12 de diciembre de 2014. Se puede participar con el número de obras que el artista decida mostrar.

Invita: Colectivo Octavo Plástico y Estonoesuntexto.


Apoya: Matilda Aguirre y Asociación Distrital de Teatristas Independientes de Cartagena

1/2/2012

Segundo Encuentro

Bogotá - Club Gallistico San Miguel

Feb 1 - 2012

Cartel para el Segundo Encuentro de Arte Portátil, Bogotá, 2012. Hecho por cárteles Olimpia.
Sociedad real contemporánea del sentido profundo; Agencia de viajes portátil. 2012
Sociedad real contemporánea del sentido profundo, Contingencia circular. 2012
Sociedad real contemporánea del sentido profundo, Contingencia circular. 2012
Apuéstele. Encuentro de arte portátil, 2012.
Jonathan Gómez, Buscar torpemente la dicha. 2012
Carlos Santos, Retrato de Charlie Hill House. 2012
Diego Sierra Enciso, Agrabado. 2012
Daniel Salamanca, Portafolio Portátil, 2012
Diego “El Gallito” Piñeros García, El Ejercito de Juanita de Arco. 2012
Diego “El Gallito” Piñeros García, El Ejercito de Juanita de Arco. 2012
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Rodrigo González, Sin Título-Retratos. 2012
Rodrigo González, Sin Título-Retratos. 2012
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Luis M. Zea, Sismográficas. 2012
Luis M. Zea, Sismográficas. 2012
Juan David Leon, San Miguel
Colectivo Invisible, Invisible. 2012
Rafael Díaz, Sin Título. 2012
Natalia Azuero, Sin Título. 2012
Dufay Bustamante y Ricky Dávila, Nubes de un cielo que no cambia. 2012

Liliana Vélez, Subasta. 2012

Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Carolina Cerón, Robos. 2012
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.
Encuentro de arte portátil, Bogotá; Gallera San Miguel, 2012.

Santiago Pinyol, Sin Título, 2012

Segundo Encuentro de Arte Portátil. Se convocan. Ultrasecretamente y sin objetivo clarividente y/o grandes propósitos. 
Obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas, que puedan ser expuestas en cualquier lugar, en cualquier momento, circunstancialmente. Deberán cumplir tan sólo con un único requisito, el de no ocupar más que el espacio de un maletín, morral o mochila en el que poder ser transportadas.
Lleve su(s) obras al sitio, una vez allí, llenará una ficha y le asignarán un lugar de exposición.

Poder, codicia y acierto” es el lema de los galleros. El Club Gallístico San Miguel está ubicado en la calle 77 con carrera 19, al norte de Bogotá en un sector conocido como Los Héroes. Debe su nombre -San Miguel- al santo de los apostadores. La historia de la Gallera San Miguel, siempre ha estado ligada a la política, porque no solo de apuestas vive el hombre. Fundada en 1956 por Miguel Tovar, un ganadero que ahora vive en Meta, fue el sitio predilecto de la mayoría de liberales que llegaron a la Presidencia en la segunda mitad del siglo XX. La gallera es un sitio con suerte y hacer un lanzamiento aquí representa éxito”, cuenta Germán García, el administrador del lugar, mientras apura un tinto para la larga jornada de riñas y apuestas que se libró anoche. La gallera ha sido fortín cabalístico del Partido Liberal, una tradición que se ha diluido con el tiempo y que permanecía en la memoria de los viejos liberales, aquellos del ‘trapo rojo’ y que repiten con convicción “liberal, vota liberal”. Rafael Pardo, Carlos Lleras, Julio César Turbay, Alfonso López, Virgilio Barco y Luis Carlos Galán lanzaron sus candidaturas e hicieron eventos de campaña en este lugar. Otro santo de la gallera San Miguel es el mismo Carlos Lleras, adorado con veneración por quienes fueron sus dueños, pues en una época los amenazaron con demoler la gallera y el entonces presidente Lleras consiguió un permiso que les permitió aún estar en la brega.

Organizan: Consejería Cultural de la Embajada de España / Universidad de los Andes, Departamento de Arte, Facultad de Artes y Humanidades.

15/12/2010

Primer Encuentro

Bogotá - Billares Londres

Dic 15 - 2010

Participantes del primer Encuentro de arte portátil

 

Adriana Santamaría. Bogotá, 2010
Leonardo Castaño. Bogotá, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Mateo López, Diario de Motocicleta, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010
Alejandro Martín. Bogotá, 2010
Raúl Lázaro. Bogotá, 2010
Bogotá, Encuentro de arte portátil en Billares Londres, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Mariana Murcia, Escasez, 2010
Angélica María Zorrilla. Bogotá, 2010
A R T I S T A. Bogotá, 2010
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Wilson Diaz, Bogotá, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.
Bogotá, Billares Londres. Primer encuentro de arte portátil, 2010.

La obra portátil no es una forma novedosa del arte occidental. Sin embargo, es cierto que desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval o los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra, ha sufrido una revisión conceptual: se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad/el reconocimiento del mercado. Este pequeño encuentro trata de acercarse por primera vez a algunas de las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada al viaje, lo mínimo o lo contingente. El Encuentro es una invitación a revisar desde múltiples perspectivas y referentes otras escalas, con rigor pero sin gravedad, reflexionando sobre su continuidad y sus formas.

Como parte del Encuentro, se convoca a artistas colombianos o extranjeros residentes en Colombia a participar en la primera EXPOSICIÓN DE ARTE PORTÁTIL que tendrá lugar en Billares Londres el 15 de diciembre de 2010.

Se trata de una exposición efímera. Su duración será de 7 p.m. a 10 p.m (recepción de obras desde las 6 p.m.). El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento, circunstancialmente. Cada artista traerá, de acuerdo a sus propios medios y criterio, las obras que decida presentar al Encuentro. Estas se dispondrán sobre las mesas de billar.Los artistas pueden participar con el número de obras que elijan, técnica libre, con la única condición de que por sus dimensiones puedan ser contenidas en un maletín y que los materiales utilizados no dañen los tapetes de las mesas de billar.Se realizará un registro fotográfico y audiovisual de las obras presentadas de cara a un posible catálogo o edición audiovisual.Previamente a la exposición, tendrá lugar una mesa redonda, abierta a discusión y propuestas, con varios artistas invitados nacionales e internacionales.

Conversatorio abierto con la presencia de:
Raúl Lázaro, Mateo López
 y Mauricio Cruz.

Organizan:
Consejería Cultural de la Embajada de España
. Departamento de Arte Universidad de los Andes.
EstoNoEsUnTexto.

Apoyan:
Laguna Libros
. Laagencia
. LED (Laboratorio Experimental de Diseño)

Un proyecto de: Eliza Mandiola López

13/2/2010

Encuentros de arte portátil

Encuentros de arte portátil

La obra portátil no es una forma novedosa del arte occidental. Desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval o los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra, el símbolo de la obra portátil ha sufrido una revisión conceptual:  se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad / el reconocimiento del mercado. Estos encuentros se acercan a algunas de las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada al viaje, lo mínimo o lo contingente. Surgen de poner en juego la idea de lo portátil (Enrique Vila-Matas y su Historia Abreviada de la Literatura Portátil, el Museo de Microminiaturas de Guadalest en Alicante, España, los Microgramas de Robert Walser o de la boîte-en-valise de Marcel Duchamp) a revisar desde múltiples perspectivas y referentes otras escalas, con rigor pero sin gravedad, reflexionando sobre su continuidad y sus formas.

Se trata de obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas. El arte portátil, por su propia naturaleza ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial. En los encuentros cada artista trae, de acuerdo a sus propios medios y criterio, las obras que decida presentar.

Elisa Mandiola López

4/1/2009

Información y contacto

P Q R S

Esta es una investigación curatorial sobre la levedad. En esta página se consignan citas, hallazgos, imágenes, lecturas, fragmentos de clases y el registro de los encuentros de arte portátil, asumiendo instancias especulativas y viscosas de la indagación,  los procesos metabólicos y los brazos tentaculares del proceso curatorial.

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En la sección Levedades encuentra La exposición de 5 palabras. En esta, cada invitado escoge 5 palabras. Escoge también la fuente, color y tamaño de su exposición. Cada  invitado asocia las palabras de su frase a un hipervínculo como excusa para metabolizarlas y abrir sus tentáculos. Estas cinco palabras se condensan en una estructura que acompaña al lector a lugares recónditos de la web. Esta es una exposición compuesta por 5 palabras. Solo por 5 palabras. Por 5 palabras nada más.  Si usted está interesado en recibir una invitación para participar en la exposición de 5 palabras, escriba al correo que se encuentra aquí.

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En la sección Encuentros hay un registro de los encuentros de arte portátil que se realizan desde 2012. Sobre estos encuentra información aquí. 

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En la sección Constelaciones hay un firmamento de citas textuales, parafraseos y entrelíneas, archivos atlas y otras formas errantes, pies de páginas y trampantojos con apuntes y fragmentos para una anatomía blanda de lo portátil en muchos escenarios, campos y capas.

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En la sección Curadurías portátiles encuentra el ejercicio de curar una imagen, realizados por muchas personas. Este ejercicio no pretende buscar la verdad de una imagen, sino de un circunloquio alrededor de la posibilidad de hacer una lectura por medio de asociaciones. Es la posibilidad dentro de la posibilidad de las posibilidades, o ninguna de las anteriores.

////////////////////////////////// Si usted tiene preguntas, quejas, reclamos, si alguna de la información contenida en está página no corresponde, no dude en contactarse a este correo.