Pasto - Heladería Santiago
marzo 23 - 2018
Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.
Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.
La Casa Obeso Mejía es una construcción emblemática de la ciudad de Cali, construida en 1947, con arquitectura estilo californiano de los años 40’s, ubicada en el barrio Normandía. Fue el deseo del Señor Antonio Obeso de Mendiola y a su esposa Doña Luz Mejía de Obeso, reconocidos personajes de Costa Rica y Medellín respectivamente, adoptados por la ciudad de Cali, entregar a la capital del Valle esta mansión ubicada en la margen izquierda del río.
Participantes: Acumulaciones Taller, Alejandra Villafañe, Alejandro Martín, Alfie Lake, Ana María Pérez, Analu Revelo, Andrea Katherine Vélez, Ángela Galvis Romero, Camilo Barrios, Camilo José Escobar, Carlos Santacoloma, Cindy Muñoz, Colectivo Muro de Bareque U. Católica, Daniela Gallego, David Castaño, Davison Vera Morales, Diana González, Diana Marcela Buitrón, Diego Gómez, Esteban López, Felipe Gaona, Freddy Mondragón, Gloria María Holguín, Helios Dadanza, Hernann Yusty Rayo, Ivonne Restrepo, Jean Paul Vélez, Jerónimo Gutiérrez, John Campo, John Jairo Lenis, Jhoseth Silva , José Muñoz José Muñoz, Jose Ruíz Juan Noreña, Kelly Duque, Laura Lenis y Lina María Castro, Linda Johana Murillo R., Luz Dary Ocasal, María Lucia Romero, María Mercedes Franco, María Virginia Herrera, Mateo Zúñiga, Mauricio Quiñones, Mónica Arroyabe, Nathalya Cortés, Norby Cruz, Paola Nicholls, Red poética, Renée Hernández, Ronny Mejía, Rosa Elena Palacios Santiago, Cajamarca Sara Díaz, Valentina Molina, Vanessa Sandoval, Víctor Gamboa, William León, Yudyd Mosquera, Yuri Tatiana Salcedo.
Agradecimientos: todo el equipo del Museo la Tertulia, especialmente Alejandro Martín y Stiven Saldarriaga.
Registro: Jose Ruíz.
Los encuentros de arte portátil
Desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval,
Los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra,
Enrique Vila-Matas y su Historia Abreviada de la Literatura Portátil,
El Museo de Microminiaturas de Guadalest en Alicante, España,
Los Microgramas de Robert Walser,
La maleta de Marcel Duchamp.
Los Encuentros de Arte portátil se acercan a las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada a lo mínimo, lo contingente.
Se trata de obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas.
el símbolo de la obra portátil ha sufrido una revisión conceptual: se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad y el reconocimiento del mercado.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El espectador/artista puede participar con el número de obras que elija, con la única condición de que sus dimensiones puedan ser contenidas en una maleta, maletín, morral o mochila en el que poder ser transportadas y por lo tanto su naturaleza sea portátil.
Los encuentros son una invitación a reflexionar desde múltiples perspectivas y referentes, otras escalas con rigor, pero sin gravedad.
Este formato expositivo propone disolver la distancia entre el que hace y el que observa, mediante un evento en el cual se invita al espectador a convertirse en un participante activo.
En este formato se propone a las prácticas expositivas efímeras como un espacio de disenso que pretende difuminar la figura del autor/artista/espectador con un componente de participación colectiva.
Los encuentros son exposiciones efímeras, pues su duración no dura más de una noche, que se inscriben en contingencias y eventualidades propias de una exposición pop-up establecida en espacios no convencionales de exhibición.
Los encuentros de arte portátil establecen diálogos entre dos entes que por lo general no dialogan, el arte y el billar, el arte y la gallera, etc. donde la perspectiva portátil tiene algo de dislocado, de descentrado, incluso anómalo y casual.
Toda obra portátil es el despliegue de su propia contingencia, y la contingencia potencial de sus propios pliegues.
Estos encuentros se conciben como un proyecto colaborativo que puede ser realizado por quien se dé a la tarea de convocarlos, siempre y cuando se informe a la base central el lugar, fecha, hora del evento y se cuente con un registro fotográfico.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.
La Casa Obeso Mejía es una construcción emblemática de la ciudad de Cali, construida en 1947, con arquitectura estilo californiano de los años 40’s, ubicada en el barrio Normandía. Fue el deseo del Señor Antonio Obeso de Mendiola y a su esposa Doña Luz Mejía de Obeso, reconocidos personajes de Costa Rica y Medellín respectivamente, adoptados por la ciudad de Cali, entregar a la capital del Valle esta mansión ubicada en la margen izquierda del río.
Participantes: Acumulaciones Taller, Alejandra Villafañe, Alejandro Martín, Alfie Lake, Ana María Pérez, Analu Revelo, Andrea Katherine Vélez, Ángela Galvis Romero, Camilo Barrios, Camilo José Escobar, Carlos Santacoloma, Cindy Muñoz, Colectivo Muro de Bareque U. Católica, Daniela Gallego, David Castaño, Davison Vera Morales, Diana González, Diana Marcela Buitrón, Diego Gómez, Esteban López, Felipe Gaona, Freddy Mondragón, Gloria María Holguín, Helios Dadanza, Hernann Yusty Rayo, Ivonne Restrepo, Jean Paul Vélez, Jerónimo Gutiérrez, John Campo, John Jairo Lenis, Jhoseth Silva , José Muñoz José Muñoz, Jose Ruíz Juan Noreña, Kelly Duque, Laura Lenis y Lina María Castro, Linda Johana Murillo R., Luz Dary Ocasal, María Lucia Romero, María Mercedes Franco, María Virginia Herrera, Mateo Zúñiga, Mauricio Quiñones, Mónica Arroyabe, Nathalya Cortés, Norby Cruz, Paola Nicholls, Red poética, Renée Hernández, Ronny Mejía, Rosa Elena Palacios Santiago, Cajamarca Sara Díaz, Valentina Molina, Vanessa Sandoval, Víctor Gamboa, William León, Yudyd Mosquera, Yuri Tatiana Salcedo.
Agradecimientos: todo el equipo del Museo la Tertulia, especialmente Alejandro Martín y Stiven Saldarriaga.
Registro: Jose Ruíz.
Los encuentros de arte portátil
Desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval,
Los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra,
Enrique Vila-Matas y su Historia Abreviada de la Literatura Portátil,
El Museo de Microminiaturas de Guadalest en Alicante, España,
Los Microgramas de Robert Walser,
La maleta de Marcel Duchamp.
Los Encuentros de Arte portátil se acercan a las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada a lo mínimo, lo contingente.
Se trata de obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas.
el símbolo de la obra portátil ha sufrido una revisión conceptual: se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad y el reconocimiento del mercado.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El espectador/artista puede participar con el número de obras que elija, con la única condición de que sus dimensiones puedan ser contenidas en una maleta, maletín, morral o mochila en el que poder ser transportadas y por lo tanto su naturaleza sea portátil.
Los encuentros son una invitación a reflexionar desde múltiples perspectivas y referentes, otras escalas con rigor, pero sin gravedad.
Este formato expositivo propone disolver la distancia entre el que hace y el que observa, mediante un evento en el cual se invita al espectador a convertirse en un participante activo.
En este formato se propone a las prácticas expositivas efímeras como un espacio de disenso que pretende difuminar la figura del autor/artista/espectador con un componente de participación colectiva.
Los encuentros son exposiciones efímeras, pues su duración no dura más de una noche, que se inscriben en contingencias y eventualidades propias de una exposición pop-up establecida en espacios no convencionales de exhibición.
Los encuentros de arte portátil establecen diálogos entre dos entes que por lo general no dialogan, el arte y el billar, el arte y la gallera, etc. donde la perspectiva portátil tiene algo de dislocado, de descentrado, incluso anómalo y casual.
Toda obra portátil es el despliegue de su propia contingencia, y la contingencia potencial de sus propios pliegues.
Estos encuentros se conciben como un proyecto colaborativo que puede ser realizado por quien se dé a la tarea de convocarlos, siempre y cuando se informe a la base central el lugar, fecha, hora del evento y se cuente con un registro fotográfico.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
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El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
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El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.