Barranquilla - Bus y bollo

29 de julio - 2022

        

Justo detrás del Museo de Arte Moderno de Barranquilla, al que le llaman el orinal y que está al lado del Museo del Caribe donde tampoco hay nada, se parquean los buses que van a Puerto Colombia. En apariencia el concreto funciona. Los edificios son grandes, hay una entrada donde hay cocina que tal vez funcionó hace poco, las plazoletas amplias, la gente se parcha en el andén. A ninguno de los museos se puede entrar. El Museo del Caribe tiene un guardia que pasa el día con su camiseta con el logo del museo, sentado en una silla rimax a la sombra de un árbol. No deja que nadie se acerque. Cuida el concreto, porque no hay museo. Al Museo de Arte Moderno no dejan entrar, porque es un peligro y una ruina con agua que gotea por dentro y por fuera. Dicen que hay un cementerio indígena debajo. Dicen que hay un ojo de agua que nace desde las entrañas del piso y que por eso el cemento no aguanta. Pero aquí todo lo aguanta el cemento porque el cemento es el negocio, dice un amigo. Aquí construyen y construyen, pero no les importa que pasa después, porque el negocio es construir. Es decir, no importa si se cae, incluso es mejor porque el negocio es el cemento.

Este encuentro se hizo en el marco de un Laboratorio – residencia organizada por el 46 Salón Nacional de Artistas. Con los participantes empezamos a pensar en un lugar para hacer el encuentro. Anotamos una lista donde decía motel, casa funeraria, casa mansión que después fue concesionario de carros. Después pensamos en un bus en movimiento y nos dimos cuenta de que nos podíamos marear, entonces definimos un bus que parara en dos lugares: el parqueadero de la catedral, por donde circula mucha gente, y una esquina de Barrio Abajo enfrente de una tienda para comprar pola. No pudimos hacernos detrás de la catedral porque había un festival de perros calientes, entonces nos hicimos al lado de la Plaza de la Paz, de espaldas al festival, al lado del caí. Dimos bollos que consiguió Liz Manjarrés, bollo angelito y bollo limpio con jugo de corozo. El encuentro se llamó Bus y Bollo.

preparando la oficina

Stefany Diaz, Curación

Loraine Barraza, Cinco veces, 2022

Apuntando pasajeros

Julián Camargo, Destapa, 2022

José Flores, De millón a cero, 2022

Andrés Contreras, Hey llave, 2022

Maylex Villamizar, Desahogo, 2022

Danna Mancera, Premoniciones, 2022


Se regó el jugo de corozo

Andru Suarez, Los secretos del bus, 2022

Andru Suarez, Los secretos del bus, 2022

Shanelli Barraza, Casa de hojalata, 2022

viajando de la plaza de la La Paz a Barrio Abajo

La esquina de Barrio Abajo

Jorge Serrano, Contador de cuentos, 2022

Gina Bello, Toyota Letal, 2022

Santiago Mendez, Ojos de vaca, 2022

Sin ficha técnica

Fernando García, Aquí cayó, 2022

Bayoan Castro, De vacación, 2022

Walvis Contreras, Del rio a tu mesa, 2022

Emma Anna, La teta de Yoko Ono, 2022

Laura Benitez, Sin Título, 2022

Detalle de Jose Flóres, De millón a cero, 2022

El frente del bus por dentro

Yanina Martinez, Limpergia, 2022

Isabella Contreras, Bolsillo universitario promedio, 2022

Ana Escorcia, Los bolleros del 84, 2022

Ana Escorcia, Bailador barranquillero, 2022

Registro: Juan Tapias de Caribe Visual

Mujeres Públicas

Cajita de fósforos (2005)

 

«Concédenos el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Y danos la gracia de no ser ni vírgenes ni madres. Líbranos de la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para que seamos nosotras las que decidamos por nosotras. Ruega porque el poder judicial no haga suyos los mandatos de la Iglesia y ambos nos libren de su misógina opresión. Venga a nosotros el derecho a cuestionar si es bendito el fruto de nuestro vientre. No nos dejes caer en la tentación de no luchar por nuestros derechos. Y concédenos el milagro de la legalidad del aborto en Argentina. Amén».

tomado de: https://esferapublica.org/nfblog/la-unica-iglesia-que-ilumina-es-la-que-arde-contribuya/

DATE WITH FATE AT THE TATE | FELIPE EHRENBERG

 

Felipe Ehrenberg

[Traducción al español para la exhibición Museum Ad Nauseam por Marina Reyes Franco.]

Originalmente publicado en Studio International, marzo de 1971, volumen 180, número 931, pp 92-93.

La mañana del martes 20 de octubre de 1970, la incipiente pero efímera International Coalition for the Liquidation of Art se reunió para realizar una demostración en la Tate Gallery.  Entre los presentes se encontraban Stuart Brisley, Gustav Metzger, John Plant, Sigi Krauss y otros.  Felipe Ehrenberg,  simpatizante de las ideas de la coalición, llegó a la Tate vestido con un traje de pana marrón y una capucha blanca de percal con apertura para un ojo, una grabadora colgando del hombro.  Procedió a entrar a la Tate Gallery.  Lo siguiente son extractos de una grabación de este evento:

1er GUARDIA: Usted no puede entrar con eso puesto.

FE: ¿Por qué no?  (Un grupo de hombres uniformados se acercan a FE).

SUPERVISOR: No estoy aquí para dar razones, pero no va a entrar a la galería con eso en su cabeza…por favor, remuévaselo si desea entrar.

FE: Ah, ¿usted quiere ver mi cara?

S: Quiero ver su cara todo el tiempo; no se irá a a pasear por las salas con eso puesto. No, no puede.

FE: Bueno, está usted controlando lo que visto.

S: Usted está tratando de provocar una perturbación con eso en la cara, señor, así que haga el favor de quitárselo.

FE: Yo no estoy tratando de causar una perturbación.

S: Podría usted apagar eso, por favor **** (forcejea con el micrófono) y quitarse… eso.  No va usted a entrar con eso en su cara.

SB: Este es un lugar público.

FE: ¿Podría, por favor, decirme por qué?

S: Bien, ¿podría permanecer aquí…?

CORTE: FE se aproxima a la entrada de la galería.  Los guardias cierran fila.

FE: Disculpe. Opino que causaría más disturbio permanecer aquí… si me acusa de eso… Me gustaría ver las obras.

S: Usted… puede ver las obras si se quita esa cosa de la cara, señor.

FE: Bien, está usted como… no sé… No entiendo porque me lo debería quitar. Es como se me pidiera quitarme el saco.

S: Sr. Collier, este caballero está en desacuerdo y piensa que puede pasearse por aquí con eso en su cara…

Sr C: No, me temo que el no puede…

FE: . . . ¿Por qué no? Si solo pudiera darme un motivo por el cual no podría… Es como si usted me dijera “Quítese el saco”.

MR C: ¿Por qué quiere andar por ahí con eso?

FE: Bueno, ¿por qué no? Usted no tiene cómo determinar lo que quiera yo vestir.

VOZ: ¿Qué motivos tiene para todo esto?

FE: Sostengo que soy una Obra de Arte.

Sr C: ¿Ah, si?

FE: Sí.

Sr C: Bueno, desafortunadamente, nosotros sólo permitimos que entren obras de arte que los miembros del Consejo autoricen mostrar.

FE: Bueno, entonces soy un Ser Humano.

Sr C: Lo siento, señor…

FE: ¿Qué sea yo un Ser Humano?

Sr C: Sí, lo es, pero me temo que no podemos dejarlo entrar…

FE: Bueno, ¿ podría decirme por qué no? Este es un espacio público, abierto al público.

Sr C: Disculpe, señor-

E: Pues si está abierto al público y no estoy violando ninguna ley, entonces…

SB: Cierto, ¿estará violando alguna ley?

FE: ¿Estoy violando la ley?

S: … Lo siento… Él no irá a pasar de aquí. No con eso en su cara. (con tono de amenaza)

SB: ¿Se va usted a poner violento?

VOCES: No, no, no, sin violencia.  No mostramos violencia. Si hay alguna violencia, él…

SB: Bueno pues, si él… si no hay ley que le impida entrar, debería permitirle pasar, si así lo desea él. Si él desea ver las obras en esta condición, está en su total derecho.

FE: Voy a seguir caminando. Si no van a mostrar violencias, entonces podré ver la exhibición. ¿De acuerdo?

G: Usted no va a entrar, señor.

FE: ¿No? Por qué? ¿Me va usted detener? ¿Físicamente?

SB: ¿Va usted usar violencia física?

CORTE

S: ¡Usted no entrará!

FE: ¿Por qué no?

S: Quítese esa cosa de la cara y podrá entonces pasar, ¡de otra manera, no!

FE: ¿Por qué? ¿Acaso le pediría yo que se quite el saco?

S: Está usted causando un disturbio ahora al discutir.

FE: Y yo creo que es usted quien está causando el disturbio. Si se me permitiera entrar, nadie se vería perturbado. Es usted quien está causando el disturbio…

S: Ya se lo hemos expli… ya le explicamos que obras de arte pueden ingresar a la Tate Gallery sólo con autorización de los miembros del Consejo.

FE: Yo soy un Ser Humano.

S: Usted… afirmó ser una Obra de Arte.

FE: Yo afirmo que la Humanidad, el Hombre, es una Obra de Arte.

S: Los miembros de nuestro Consejo no lo han aceptado como una Obra de Arte.

S: Así que, por lo tanto, no tenemos… um… la intención de exhibirlo en ninguna parte.

FE … Yo no quiero ser exhibido. Lo que quiero es ver lo que está siendo exhibido.

S: Es usted quien se está exhibiendo, ahora mismo, ante toda una multitud…

FE: Con o sin máscara, me estaría exhibiendo de cualquier manera…

S: . . . He recibido instrucciones de no permitirle la entrada usando eso hasta que no tengamos un fallo al respecto.

FE: ¿Me lo va a impedir físicamente?

S: Yo voy a seguir mis instrucciones. Ya le dije que no usaremos violencia.

FE: ¿No la usará?

S: No. Espero que todo esto esté siendo grabado…

FE: Por supuesto, por supuesto. Bueno, la cosa que tengo en mi cabeza… Si usted está objetando a mi prenda de vestir, entonces, este… Esto es una prenda de vestir.

S: Sin comentarios.

FE:  ¡¡¿Sin comentarios?!!

CORTE

FE: Creo que me gustaría entrar ya.

S: Sí, ya sé que usted piensa que le gustaría entrar pero me temo que tendrá que esperar hasta que tengamos una decisión, señor.

FE: ¿Una decisión sobre qué?

S: Sobre usted.

E: ¿Sobre mi?

S: Sí.

FE: ¿Usted requiere un fallo sobre los particulares que desean ver las obras en el museo?

S: No estamos preparados para hacer más comentarios mientras que esté usted grabando…

VIGILANTE DE SALA: A decir verdad… Me tiene sin cuidado que esté usted grabando o no. ¡Quítese eso, como lo hizo conmigo esta mañana… y puede caminar libremente por esta galería!

FE: Ajá.

VIG: ¿Está bien? Eso es todo lo que tiene que hacer.

FE: Bueno, por qué me lo tengo que quitar?

VIG: Eso no le importa. Es todo lo que tiene que hacer… Lo siento mucho pero yo no… yo sólo soy un vigilante.

FE: ¿Es usted un vigilante de sala?

VIG: Sí.

FE: Es usted vigilante de sala y como vigilante de sala no me permite entrar con mi sombrero puesto.

VIG: Lo siento muchísimo, pero no puedo. Hasta que no recibamos una decisión al respecto.

FE: Oh, bueno, ¿y cuándo vamos a recibir el fallo?

VIG: Probablemente pasadas las cinco y media o seis de la tarde.

CORTE

FE:… que vaya a recibir una decisión al respecto. Me gustaría ver a alguien allí.  ¿Podría llamar a alguien en frente mío?

S: Ya hemos llamado, señor…

FE: No se lo creo.  No le vi hacer llamada alguna.

S: No me vio haciendo la llamada porque yo no la hice, pero el caballero sí llamó.

FE: ¿Cuál caballero?

S: No estoy preparado para discutir más este asunto con usted hasta que llegue el fallo. Ahora, usted puede apagar ese…

FE: Si pregunto por el fallo es porque me gustaría poder entrar.

S: Usted está desperdiciando su cinta.

E: No estoy desperdiciando mi cinta… y bueno… qué más dá?  Je, je.  ¿Me está sugiriendo no desperdiciar mi cinta?

CORTE

FE (dirigiéndose al supervisor nuevamente): ¿Me puede dar el nombre de la persona con la que pueda yo hablar personalmente? (Silencio) Cuál es su… L… H… L. Supervisor. Sr. L., ¿me puede dar el nombre de la persona con quien pueda hablar personalmente para entrar a la Tate? (Silencio) ¿Sr. L? (Silencio) Bueno, entonces yo voy a entrar… (L. sujeta el brazo de FE.  Sr. L., usted está usando… usted está recurriendo a la fuerza.

L: No estoy usando ninguna fuerza.

FE: Bueno, ¡alguien está usando fuerza!

VIG: Eh, bueno. Eh, estamos esperando…

FE: En verdad, están ustedes usando fuerza.

VIG:… por instrucciones. Eso es todo lo que tenemos que hacer.

FE: Bien, entonces solicito, de persona a persona, ¿quién…?

L: Ya le hemos explicado que alguien irá a venir.

FE: Me gustaría saber el nombre de esa persona.

VIG: Lo sabrá cuando venga.

FE: ¿Cuándo irá a venir?  ¿A las cinco y media como me dijo?

VIG: No demora.

FE: Yo no puedo esperar hasta las cinco y media. Tengo que ver las obras.

L: Puede ver las obras si se quita esa cosa de la cara.

FE: ¿No será esto una cuestión personal?  ¿O es un asunto del museo, sr. L?

L: El museo…

FE: ¿Es una regla del museo?

L: ¡SENTIDO COMUN!

FE: ¡SENTIDO COMUN?

L: Sí.

FE: Yo refuto su Sentido Común, señor. Voy a entrar.

CORTE

L: Hay un caballero viniendo ahora…

FE:… Está usted usando fuerza… Me está usted empujando…

VIG: No, no lo he hecho.

E: Me está empujando.

VOCES: Están viniendo ahora.

Tres o cuatro hombres bien vestidos se acercan a FE, rápida e inmediatamente lo agarran en un intento de empujarlo del lugar.  Varios espectadores presenciando el incidente previenen esta acción.

FE: ¡Ah! Está usando la fuerza para impedir mi entrada.

GUARDIA DE SEGURIDAD: ¿Le importaría salir de la galería, por favor?

FE: Me gustaría saber por qué motivo, señor.

ATAQUE (Dos oficiales de seguridad y un guardia ponen sus manos sobre FE). 

FE: Me están ustedes tocando. Me están tocando. Yo no estoy creando un disturbio.

LUCHA (con el micrófono).  El brazo de FE es fuertemente agarrado y torcido.   

FE: Me están insultando.

Oficial de Seguridad: ¡Quítenle eso!

FE: Me están tocando físicamente.

(Ellos se alejan para llamar a la policía. FE es detenido por un vigilante de sala.)

SIGI: ¡No pueden ustedes…! ¡Lo saben! Quiero decir… en problemas.

VIG:… este caballero-(susurrando)

SIGI: ¡Pero no lo pueden tocar!

VIG: Mire, está bien, no lo voy a tocar más, tengamos cuidado.

FE:… porque acaba usted de estropearme , señor. Usted me acaba de tocar y mi dedo me duele mucho.

VIG (fuerte susurro): Este hombre… puede entrar siempre y cuando se quite esa cosa.  Eso es todo. Si se quita eso estará tan libre como un pajarito… tan libre como sea que sea. Ahora, ¿por qué, por qué no lo quiere hacer?

FE: Está bien. Me lo voy a quitar ahora, pero entonces…

VIG: Muy bien, señor.

FE:… los confrontaré porque me han estropeado y los he de acusar con la policía.

VIG: Está bien.

FE: Porque todo está grabado.

VIG: Así es.

FE: Bien. Los acusaré con la policía de aplicarme daño físico para impedir mi entrada a la Tate.

L: Yo no lo he tocado…

FE: Usted me ha tocado, y tengo testigos.

L: Yo no lo he tocado.

FE (Dirigiéndose a una persona presente): ¿Actuaría usted como testigo de que ambos me tocaron?

L: Yo NO lo he tocado.

FE: Sr L… H. L. Ustedes me han tocado.

L: No estoy dispuesto a continuar discutiendo con usted.

FE: Muy bien. Entonces voy a entrar. Muchas gracias.

L: Entre. Ya se ha quitado esa cosa.

CORTE

El 4 de febrero en la Galería Sigi Krauss, Felipe Ehrenberg y otros miembros del Taller Polígono (Polygonal Workshop) escenificaron una ‘exhibición de la basura’ (originalmente motivada por la huelga más reciente de recolectores de basura) y la presentaron como una situación continua durante la cual las ideas del público fueron procesadas por el Taller Polígono.

FIEBRE DE 39.4°C

por: Marianna Velasco Zambrano

 El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren o modifican habilidades, conocimientos, conductas y valores. Se aprende como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación. Eso según Wikipedia, que es muy aprendido, pero como resultado de la acumulación de información; Wikipedia no fue al jardín. Y si pensáramos el aprendizaje por experiencia, llegaríamos a la sabia conclusión de que la práctica hace al maestro. Dicho popular que sustenta las señoras que hacen fideos a mano a velocidad de Superman, a esos trabajadores que salen en los thumbnails tramadores de Youtube: “FASTEST WORKERS ALIVE 2021 VERSION. SEE WHAT HAPPENS!”. 

Pantallazo de búsqueda de “pato” en Google. 

El aprendizaje por experiencia -y observación- es el jardín infantil de los algoritmos. Ese jardín se llama Machine Learning -o aprendizaje automático-, un método de análisis de datos que automatiza la construcción analítica. Es decir, es la idea de que la máquina puede aprender desde los datos, analizando patrones y hasta tomando decisiones. El algoritmo es un bebé que acaba de ver un pato: la primera vez no sabe si es un perro, pero la segunda, la tercera, la enésima vez que lo ve, sabe que es un pato. Y así. Al punto de que si pregunto por patos no me van a aparecer en el buscador carros. 

pigpug.jpg 

La perdición del algoritmo son los pugs. Es que lo sobrecalienta. 

Tweet del pato conejo pasado por la inteligencia artificial de Google 

El pato conejo de Wittgenstein ilustraba el perspectivismo, las formas de ver. Si se ve “Como conejo” o “Como pato” depende de donde esté el ojo, variando así la percepción de la imagen sin que esta varíe o se mueva. Si el algoritmo de Google ve el pato conejo, el ojo pasa a ser la posición de la imagen: Si está girada entre 0-5 grados la Inteligencia artificial de Google la reconoce como pato; si está entre 5 y 40-50 grados, como un conejo. De ahí para arriba se sobrecalienta. 

Imágenes de animales en el cielo generadas por la inteligencia artificial de Google con el algoritmo de Deep Dream. 

Deep Dream es un algoritmo de procesamiento de imágenes creado por Google, que se basa en la enseñanza a sus computadoras en cuanto a la forma de ver, entender y apreciar nuestro mundo. Además, el algoritmo está formado por una red neuronal artificial, que fue entrenada mostrándole millones de imágenes como ejemplo, para así ajustar poco a poco los parámetros de la red neuronal hasta obtener la identificación de la imagen y clasificarla de la manera adecuada. 

En este programa de Inteligencia Artificial se originan ideas oníricas de Google, clasificando imágenes con solo «mirarlas», para así reproducirlas o mejorarlas sobre la base de patrones formados durante el aprendizaje/entrenamiento. Muchas de las imágenes editadas muestran ojos de animales y sus caras, ya que es lo que el software ha sido entrenado para ver y reconocer. 

Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Deep_Dream 

Publicidad generada por mi algoritmo de Facebook 

EL algoritmo de Facebook clasifica todas las publicaciones disponibles y se basan en la probabilidad de que el usuario tenga una reacción positiva ante ese contenido. Que no encuentre más que darle «me gusta» y comentar. Facebook decidió hacerse pasar por tu mejor amiga en el 2019 y a preguntar a diestra y siniestra: ¿quiénes son tus amigos cercanos? ¿qué publicaciones encuentras valiosas? ¿dónde vives? ¿es importante este grupo de Facebook para ti? No pregunta cómo estoy porque eso no aporta a que publicidad me va a botar. 

A mi algoritmo de Facebook -y digo que es mío porque es el que me tiene estudiada- le parece que soy una tía con problemas de hierro y con gustos en el chisme mejicano. Además, cree que soy adicta al <<clickbait>>. 

  

Pantallazo de mi celular Google Photos 

La función de reconocimiento de Google fotos utiliza la herramienta de reconocimiento facial para organizarte las fotos del carrete. Google fotos separa también las fotos de mi gata: 

Gata 

Trozo de madera 

Gata 

Gata 

Gata 

Gata 

Gata 

Pantallazo de mi WhatsApp de Textos generados con Auto-fill 

Textos generados únicamente presionando el botón del centro de Auto-fill de Google en la aplicación de mensajería de WhatsApp. Aplicación en la que paso una cantidad absurda de mi tiempo y aún así, el algoritmo cree que soy tarzán. Sin embargo, a partir de todas mis conversaciones, el niño de fácil fiebre sabe datos de mi vida: 

En qué universidad estudio 

Si tengo mascota 

A dónde voy frecuentemente 

Qué expresiones uso 

Menos mal, el aprendizaje automatizado pareciera nunca ser capaz de hacer del algoritmo el maestro. 

Descargar para lectura:Marianna Velasco Z

Psicodelia de la acción 

por: Irene Beltrán Valdez

Ele:ctricsheep-flock-247-47500-7

By: Scott Draves and the Electric Sheep

https://archive.org/details/electricsheepflock- 247-47500-7/00247%3D47517%3D47517%3D47517.avi

No sé si esta es una obra psicodélica pero efectivamente es lo que querría ver con alucinógenos. Arte psicodélico se refiere a toda creación artista que se desarrolle bajo el efecto de sustancias psicoactivas, ¿exceptuando las socialmente aceptadas? ¿Cómo alcohol, cigarrillos o café? Antes hablemos de las drogas, según la REAL Académica Española: 

Sobre todo las primeras definiciones: 

Me recuerdan Bukowski, ¿su obra podría definirse como literatura psicodélica?, porque este hombre muy poco hizo sobrio. Razón que justifica el desagrado general de su tiempo, no tenía filtro y a la sociedad perfecta del siglo XX gringo le daba dolor de barriga leerlo. Ahora son muchos que admiran su perversiones, como Tom Waits, otro hombre borracho. 

¿Cómo olvidar sus canciones de cuna? 

Que para escuchar toca confirmar la edad…

 

Airuin, gud naigt, Airuin

Airuin, gut naigt

Gut naigt Airuin

Gut naigt Airuin

Ail quistiu inmai drims

siguecantandopegandolaspalabras

 

Ai louf Airuin

Gotnous aidu

Ailojer tildesigous drai

Ifshieberloa noder

Aimgona teic morfin

Andai 

 

…Airuin, gud naigt, Airuin

Airuin, gut naigt

Gut naigt Airuin

Gut naigt Airuin

Ail quistiu inmai drims

Pero esta es una canción de negros realmente y mucho más inocente

Como padre que le canta a su hija

¿De dónde sacó que tomar morfina y die?

Los blancos con su apropiación cultural… 

Oh ¡miren! Aquí hay otro blanco que lo vuelve un country 

¿Se duerme mejor así? Debí aprovechar mejor este espacio, como buena mujer de este siglo, y hablar de artistas, en vez de quejarme. 

Siguiendo con la literatura y las drogas entonces hablemos de Pizarnik

https://www.elespanol.com/cultura/libros/20161010/161984556_0.html

 

La sociedad es tan perversa que su poema más conocido es el de su suicidio. 

Signos

Todo hace el amor con el silencio.

Me habían prometido un silencio como un fuego, una casa de silencio.

De pronto el templo es un circo y la luz un tambor. 

 

No, no es ese, pero con un simple verso se resume su mente.

No la entiendo.

También pasó con Storni,

Porque Mercedes Sosa cantó 

por la blanca arena que lame el mar, su pequeña huella no vuelve más…

 

A lo que le llamo el arte de amar la d

e c

a

d

e n

c i a

Desacargar para lectura: Irene Beltran

«Obra pequeña: ¡eso es!, ¡eso es! PEQUEÑA. Este es uno de los adjetivos para definir lo bello en arte. Aun el Moisés, con ser tan inmenso, te parece que lo puedes llevar para la casa. Pero más aún lo griego. Las Venus y el Efebo del Subiaco te dan la impresión de que puedes llevarlos, que caben en todas partes. Lo bello no tiene dimensiones. Los que hayan contemplado a los dioses griegos y al Moisés, me comprenderán. Al decir pequeño, quiero significar lo que no tiene longitud, ni latitud, ni espesor; que nada le sobra; que es una idea materializada y que la materia es la precisa para que la idea se manifieste.

Sigamos, pues. Quizá la palabra no sea pequeña, sino liviana. Las obras feas, pesan, y es propiedad de la belleza espiritualizar la materia.

Pequeño, sencillo y liviano tienen casi el mismo significado en este ensayo sobre el arte.»

 

El Hermafrodita dormido, Fernando González, 1933.

Lygia Clark (1966)

 

Para construir una cinta de Möbius, se toma una tira de papel, se da media vuelta a uno de sus extremos y se pegan. Es una superficie que solo posee una cara. Tiene solo un borde. Es una superficie no orientable.

«Este sentimiento de totalidad capturado en el acto debe encontrarse con alegría, para aprender a vivir sobre el terreno de la precariedad. Este sentimiento de precariedad debe ser absorbido para que se descubra en la inmanencia del acto el sentido de la existencia». Lygia Clark and Yve-Alain Bois. “Nostalgia of the Body” October, Vol. 69 (Summer, 1994), pp. 85-109.

 

«Dos minutos de pintura en aerosol aplicada directamente sobre el piso utilizando una lata estándar  de pintura en aerosol»

Lawrence Weiner, (1968) Language as sculpture.

La Ene, Nuevo Museo Energia de Arte Contemporáneo

La colección de La Ene no necesita de grandes depósitos ni expertos conservadores, no corre peligro de perderse en una inundación ni está a merced de la humedad y los cambios de temperatura. La colección de La Ene existe en la memoria como conjunto amorfo en constante transformación, capaz de ser reactivado tantas veces como sea necesario. La colección de La Ene puede viajar en un pendrive, en un disco rígido, en un papel o en la cabeza de una persona. La colección de La Ene puede ocupar cualquier espacio en el que se la instale sin jamás perder su energía.

Las siguientes piezas forman parte de nuestra colección, adquiridas entre 2012 y 2017

The following pieces in order of acquisition are part of our collection, assembled between 2012 and 2017

-Radames Juni Figueroa, Never-ending Tropical Fountain, 2009

-Franco Ferrari, Andrea Sacchi, 2011

-Felipe Salem, Gigante, 2011

– Sofia Gallisá Muriente y Zaq Landsberg, Defiance, 2010

– Esteban Valdés, Solidaridad obrea, 1973

– Gala Berger, Sucursal, 2011

– Marcela Sinclair, Museo (construcciones efímeras), 2011

– Oficina de legales, Entrevista, 2011

– Anonimo, Buque Yapeyú, 1956

-Leonel Pinola, Le musée cèst moi, 2013

-Marina Reyes Franco, Modelo Ene, 2011

-Nicolas Robbio, Propuesta para una bienal vacía, 2008

-Adriana Minoliti, Museo Queer, 2013

-Lino Divas, Bandera para un museo iluminista de bajo consumo, 2013

-Otto Berchem, Flag para La Ene, 2014

-Basica TV, Shade, 2015

– Daniel Aguilar Ruvalcaba, El mundo será un museo, 2014

– Fernanda Pinta y Federico Baeza, Archivo oral de arte latinoamericano. Conferencias Escogidas. Primera Entrega. Yo mismo, Oscar Masotta, 2015

-Juan Caloca, Pabellon insurrecto, 2015

– Dudu Quintanilla, Passinho, 2015

-Daniel Alva Torres, Antes que artista…, 2017

-Sol Pipkin, Tenemos un pasado espléndido por delante, 2017

-Juan Reos, Monumento a la bala perdida,2017

-CAYC, Exhibición homenaje a Salvador Allende, 1973

-Lea Lublin, Adentro y afuera del Museo, 1968

-Fernanda Laguna, Carta para Victoria, 2008

Sucursales

Las sucursales son la manera en la que nuestra colección y el Museo La Ene viajan y establecen bases en diferentes latitudes. Sus características particulares son la incorporación de elementos de traducción propios del lugar donde se instala la Sucursal y su capacidad para elegir proyectos que puedan dialogar con el nuevo espacio a ocupar. Con especial interés en producir el mismo sentido que La Ene tiene en su lugar de origen, se trasladan también aspectos relacionados con nuestra Area de Influencia Ampliada y Residencia.  Las Sucursales pueden ser organizadas en cualquier tipo de espacio, al igual que nuestra colección, su naturaleza es la adaptabilidad.

Marcela Sinclair, Museo (construcciones efímeras), 2011. 

Colección La Ene, Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo.

El curador Maykson Cardoso hace un agáchese que es una exposición contrabandeando objetos desde América Latina hasta Europa. La exposición cabe en una maleta. 

Al fin y al cabo, Hecha la ley, hecha la trampa, o: el contrabando como alternativa produjo su primera acción – Acción # 1: A RAS DEL SUELO–el 18 de febrero de 2017, en la acera de la Aduana Marítima, ubicada en el antiguo Puerto de Mercancías y al lado de la estatua de Cristóbal Colón apuntando hacia el mediterráneo, en Barcelona.

Hecha la ley, hecha la trampa.

2 cintas de 30 minutos, cada una con 17 proyectos de arte postal para video, realizados y presentados en MAC por Jonier Marin, del 8 al 14 de octubre de 1977. Itamar Martínez, Jean Kuhl, Hervé Fischer, Alain Snyers, Oscar Caraballo, Fred Forest, Antonio Ferro, Clemente Padín, Mukata Takamura, Antonio Vigo, Romano Peli, Rachid Koraichi, Untel Group, Jonier Marin, Klaus Groh, Eduard Bal y Pawel Petasz.

 

Jonier Marín 
Videopost, 1977
Impresión offset
3,5 x 5 cm c/u
Colección MAMBO

Joan Brossa, Eclipsi, 1988

Joan Brossa y su iconoclasta jerarquía en Eclipsi. Brossa fue un poeta catalán que pedía huevos fritos porque no sabía cómo freirlos. Solo sabía hervirlos. Estampó un huevo frito en el pecho de un cocinero a manera de condecoración. El huevo del caos es un huevo al que se le da cuerda. La vertiente mística del huevo sugiere la representación del alma y todo aquello que está en potencia, lo que puede ser, lo contingente. La nada previa al estallido del universo, eran todas las posibilidades que podían concretarse.

 

Joan Brossa, El huevo del caos, 1988. 

 

«Con la poesía visual se vuelve de algún modo a los ideogramas, que están en el origen de la escritura. Pero la poesía visual ha sido un proceso dentro de mi obra. Empecé diciendo cosas a través del lenguaje, que tenía mucha importancia, pero llega un momento en que adopto un fórmula antirretórica, buscando el encuadre de la realidad pero con el mínimo de adjetivos, porque me interesa la cabeza y no la peluca… Esto me llevó a la descripción minuciosa del objeto, y de ahí a la poesía visual hay un paso. Nada ha sido gratuito, sino todo un proceso que se ha ido consolidando: pasé del soporte del papel al soporte del objeto y luego ya al objeto por sí mismo.»

 

 

“En América Latina también estaba tratando de promover una serie de «shows en maletas» que los artistas pudieran transportar de un país a otro, evitando las instituciones y permitiendo más redes internacionales e interacción cara a cara entre artistas.” 

Lucy Lippard, Curating by numbers

 

Ben Vautier, Total Art Matchbox, 1966.

USE THESE MATCHES TO DESTROY ALL ART – MUSEUMS ART LIBRARY’S – READY-MADES – POP-ART AND AS I BEN SIGNED EVERYTHING WORK OF ART – BURN – ANYTHING – KEEP LAST MATCH FOR THIS MATCH –

·fluxus·

“Portatil es un teléfono que se lleva a todas partes” como aparato de la comunicación instantánea que encarna aspiraciones en la eficacia de la acción. “El concepto de portátil, se relaciona con algunos materiales: el plástico, por ejemplo, los poliestirenos sintéticos, que se caracterizan por su adaptación a cualquier necesidad industrial /vasos, objetos, ropas, muebles, automóviles” Lo portátil se presenta con una “despreocupación corrosiva por el centro, por la tradición y por el poder”. Es una colección que sale de un museo universitario y se concentra en el aspecto más caprichoso de su estatus: el movimiento. Por fuera de los muros del museo, la colección se presenta en su movimiento centrifugo más básico.

Anotaciones:

Viaje;

Relaciones vehículo – paisaje

Relaciones viaje – equipaje

Equipaje; ser híbrido hecho de carne, sangre, y sueño, cuero, cartón, lona, aluminio. Compuesto auto portante. Lo útil para sobrevivir en un medio hostil.

Evaluación de los objetos sobre los cuales veníamos. Niños/ valijas de siete leguas. Caja enigmática (auscultación) fabulosos secretos. Abrete sésamo. (Escenografía de la estación del tren) (Teatro demostrado de caracoles) (arrancador de dientes de dragón) (La valija de la mujer fakir).

Colados, auscultados, sondeados, palpados, descritos, minuciosamente, los objetos guardan siempre una parte irreductible de análisis. Algo de irracional que les da ventaja. Interfieren en nuestro universo afectivo pero son signos en bruto y por lo tanto peones avanzados en el tablero del universo mágico”

Modelo de la anarquía (Dispositivo que establece un orden basado en la anarquía). Modelo de la exposición = modelo de proliferación. Nomadismo. Modelo de la anarquía trasladado a la esfera de la política = anarquía entendida como organización libertaria (por completo opuesta a cualquier justificación del uso de la fuerza en la actualidad) y por principio.

Anarquía. En sentido propio, el estado ideal de la sociedad, de la que se ha excluído todo tipo de explotación (todo tipo de dominio del hombre por el hombre). El sistema capitalista y sus medios de comunicación transmiten la idea de que se trata de una situación política en la cual la constitución, el derecho y las leyes han perdido su validez = el caos. Se trata de una falsificación, de una adulteración de la idea original.

Proyectos inclusivos:

Veáse Arte en Emergencia

Veáse artículo Los proyectos inclusivos en el arte contemporáneo en Bogotá. Nueva Fauna y Flora de Fernando Escobar y y la Bienal de Venecia de Bogotá de Franklin Aguirre.»

Zalamea, Gustavo. 2002. Portátil. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

 

«Nada convincente, averiguable, permite decir que un cúmulo, un depósito de cosas, llamado tesoro, sea un agregado homogéneo de cosas. Los propio de un tesoro es sobre todo su amplitud. Es ella quien le proporciona su brillo, su meraviglia, el halo que parece unificar los objetos amontonados y oscurecer su origen real. Que conozcamos la historia de aquellas cosas, su pedigrí, al artesano que las ha producido, no cambia nada. La cosa exhibida como elemento del tesoro escapa a su origen, sea cual sea. El tesoro es un despliegue de cosas fetichizadas, llenando una habitación, un lugar, una cripta donde se opera la alquimia de la fetichización»

Remo Guidieri, El Museo y sus fetiches. Madrid: Tecnos, 1997. 

En «The Carrier Bag Theory of Fiction», Ursula Le Guin presenta una teoría; la primera herramienta fue una bolsa para llevar comida, en lugar de lo que siempre creímos; un arma. «The Carrier Bag Theory of Fiction» da peso a las mujeres como las primeras creadoras de herramientas. Le Guin establece una conexión entre la historia de los orígenes y la escritura de ficción. Contraria la instaurada epopeya del héroe que va a la batalla, Le Guin plantea la novela como una forma femenina, principalmente porque rechaza la noción de un héroe.  “La forma natural y adecuada de la novela podría ser la de un saco, una bolsa. Un libro contiene palabras. . . Una novela es un paquete de medicina, que contiene cosas en particular, una relación poderosa entre nosotros y con nosotros «.

 

-Primera parte;

Forme un círculo en medio del patio con todos sus compañeros. 

A la cuenta de ¡NINJA! todos saltarán y tomarán una posición. Todos deben quedar estáticos. 

Quién dirige comienza con el juego y se hará en sentido antihorario.  

Debe hacer un movimiento en seco intentando tocar a su compañero más próximo del codo hacia los dedos. Al terminar el movimiento debe quedarse estático en la posición que se encuentre. El compañero tiene la posibilidad de evitar el contacto, debe ser un solo movimiento en seco. 

Si el atacante consigue tocar a su compañero, el atacado perderá el brazo –lo deberá inmovilizar tras su espalda y no lo podrá volver a utilizar para atacar-.  

Si el atacado pierde sus dos brazos queda descalificado y sale del circulo. 

A medida que los integrantes van siendo descalificados el circulo se va cerrando, cubriendo los espacios que dejaron los ausentes. 

-Segunda parte;

Haga que todos comiencen a caminar aleatoriamente por todo el espacio.  

Mientras todos caminan alguien se encargará de hacer tres ruidos – un aplauso, dos aplausos, un grito-.  

Cada vez que los participantes oigan 1 aplauso, deben agacharse y continuar la caminata.  

Cuando oigan 2 aplausos deben saltar y continuar la caminata.  

Cuando oigan el grito deben detenerse y quedarse inmóviles hasta volverlo a escuchar. 

 

-Tercera Parte 

Mientras todos siguen caminando al azar, controle el ritmo de caminata. Para hacerlo, aplauda. Ellos deben obedecer a su ritmo con su andar. 

 

 

-Cuarta parte 

Cuando los participantes siguen con la caminata aleatoria, deben sostener la mirada con quien se cruzan.

 

 

-Quinta parte 

Formar grupo de 4 integrantes.  

Un integrante siempre estará al frente de los demás integrantes –fijo-. 

Los integrantes frente al integrante -fijo- deberán proponerle un rol; crear una historia que haga que este integrante se convierta en otra persona actuando. 

Cada 20 segundos quienes observan darán la pauta de cambio, de esta manera pasara un siguiente integrante a proponerle otro papel al integrante fijo. 

Al cabo de 1 minuto, el participante fijo ya habrá improvisado con sus compañeros móviles a jugar a ser 3 personas diferentes. 

Al volver al primer personaje, retomar en el momento en el que quedaron en la improvisación. 

  

Cada parte tiene una duración de 5-10 minutos aproximadamente. 

¿Usted se ha preguntado? …

Últimamente he caído en cuenta que me la paso preguntándome todo.

Me he preguntado por qué hablo tanto, y me doy cuenta que es porque la gente responde así a mis preguntas con sus diferentes perspectivas.

Me he preguntado si las palabras tienen dueño, y me doy cuenta que no, son de quien las necesita.

Me he preguntado qué es ser polémico, y me doy cuenta que todo lo diferente es extraño.

Me he preguntado una fórmula para la felicidad, y me doy cuenta que no existe una fórmula más sensata que el vivir.

Me he preguntado si algún día se deja de sufrir, y me doy cuenta que algunos sí, pero otros tan solo aprendemos a sobrellevar el dolor.

Me he preguntado si algo nos pertenece, y me doy cuenta que no hay nada más subjetivo, egoísta y capitalista que lo propio.

Me he preguntado por qué la maldad, y me doy cuenta que es tan solo un tirano sostenido por el miedo.

Me he preguntado si la amistad es acolitar, y me doy cuenta que es decir la verdad sin miedo.

Me he preguntado si llevo el arte a todos lados, y me doy cuenta que es él quien me lleva a mí a donde le da la gana.

Me he preguntado si, en realidad, es insensato tener fe en la humanidad, y me doy cuenta que desconfiar y triunfar no van de la mano.

Me he preguntado si disfruto mi vida, y me doy cuenta que por andar preguntando pendejadas no disfruto los pequeños placeres de la vida.

Me he preguntado si he sido consciente de la levedad y la tranquilidad, y me doy cuenta que sí, que fue en una residencia, fue Cachipay.

Me he preguntado si tengo respuestas, y me doy cuenta que cuando las tengo, me cambian las preguntas.

 

“Ojalá esto sirva, ojalá eso pase, no quiero cansarme. Vamos a ver qué pasa, si se rompen los platos, los pocillos, las sillas. Lagos, piscinas, casas, fantasmas y café. No espero nada y lo espero todo. Pienso en todo y no quiero pensar en nada. Vamos a ver qué pasa; y ojalá esto sirva, ojalá eso pase, no quiero cansarme.” (22 de marzo 2019, llegando a Cachipay.)

Todo era tremendamente simple. Nada tenía sentido, todo pasó bajo el sol de una tarde de domingo. El espacio: Una piscina vacía. El motivo: ser leves. Los participantes: nosotros y nuestra conciencia. Era sólo seguir un conjunto de instrucciones que llevarían a un resultado que ni yo –quien se supone había pensado en el ejercicio– esperaba del todo. El sol, el cansancio, el tinto, los textos, los tobillos torcidos, los pies descalzos y la mente de cada uno fueron suficientes para invocar al eco; invocar a una cacofonía de palabras que expresaban asuntos que nada tenían que ver con lo irreal, con lo reflexivo, con lo mítico, pero que en conjunto formaban una nueva percepción de sí mismos. Se transformaban, se entrelazaban, y formaban entre sí el mito del eco de la piscina.

Érase una vez 15 personas dispuestas a dejarse ensordecer por insensateces, por su propia mente. Érase una vez 15 personas que decidieron enfrentar el sol para estar dispuestas a dejarse ensordecer por las palabras y sus múltiples combinaciones. Érase una vez 15 personas, que a través de un juego de decisiones, de persecuciones y lectura automática, lograron crear un mito del eco; un rito que quedaría impregnado en la memoria de las paredes de baldosa, un trampolín desvencijado y agua podrida.

 

Las instrucciones eran simples y claras. Era un juego, un punto de encuentro entre cosas que en general nunca se encontrarían. Se trataba de la combinación de un cadáver exquisito con el tradicional juego pato, pato, ganso. Se entregaría a cada participante un libro sobre botánica, sobre rosas, sobre perros, sobre cualquier cosa. De ahí, todos los participantes del ejercicio menos uno deberían sentarse en círculo, como en pato, pato, ganso y esperar a que el que los circundara ejecutara el comando.

 

 

– Un golpecito en la cabeza ordenaba al hablante a ejecutar lectura automática según sus reglas.

 

– – Dos golpecitos en la cabeza indicaban que debía parar.

 

– – – Tres golpecitos en la cabeza indicaban que el participante sentado debía ponerse de pie y salir corriendo alrededor del resto de participantes sentados, para competir con su ejecutor el puesto de hablante o de ejecutor de comandos.

 

 

inicio//Pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, ganso 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Eso escuchaba en mi cabeza combinado con los múltiples nombres de especies de rosas: Rosa banskiae, Rosa centifolia, Rosa gallica, Rosa sempervirens, Rosa damascena, Rosa glauca, Rosa laevigata, Rosa rugosa, Rosa moschata, Rosa wichuralana, 21, Rosa rubiginosa, las rosas se deben cortar, 22, Rosales modernos, (alguien hablando al revés). pato, pato, pato, (alguien tocó mi cabeza dos veces debo parar), (alguien sigue hablando al revés), border collie, 30. (alguien lee como disco rayado).

Pensaba en esa cacofonía sin sentido, en esa nueva teoría natural sobre el sonido, los perros y las flores. Pensaba en lo que Georges Perec denomina como el espacio inhabitable; ese espacio que es “el mar vertedero, las costas erizadas de alambre de espino, la tierra pelada, la tierra osario, los montones de caparazones, los ríos lodazales, las ciudades nauseabundas”. Los huecos de piscina, el agua estancada en las baldosas, los tubos de PVC desvencijados. “La arquitectura del desprecio de la pamema (…) lo reducido, lo irrespirable, lo pequeño, lo mezquino, lo estrechado, lo calculado justo a tope”[1]. Pensaba en cómo nosotros negábamos por un momento el carácter inhabitable extraño de la piscina vacía. Que la hacíamos nuestra. Que si de ser por nosotros hubiéramos dejado alguna huella visible o palpable en las paredes de ese cuadrilátero extraño.

Sin embargo, fuimos más allá y dejamos la huella impalpable, la huella de la memoria. Paloma hablaba de la energía y de la carga que tanto las personas, los objetos, e incluso las acciones, eran capaces de dejar en un lugar cambiándolo para siempre. Dejamos nuestras voces, la nueva teoría natural que existió durante unos minutos pero que nadie escribió. Dejamos el mito del hecho, de la acción efímera. Dejamos las palabras que habitaron el espacio; el ruido y el silencio que el viento se llevaría pero que quedaría por siempre impregnado en las juntas de las baldosas con cloro lavado y hojas.

No había objetivo más allá del juego, de la toma de decisiones, de la aleatoriedad. Tal vez el punto más importante se encontraba en la misma toma de decisiones, la cual no dependía sólo de quién elegía al participante para luego designarle la tarea de leer, callarse o correr para relevar su puesto. Dependía también del hablante, de cómo hacía suyo el ejercicio de azar. Algunos la captaron, otros no. Unos se limitaron sólo a leer como siempre habían estado acostumbrados, y otros jugaron con las estructuras gramaticales, con lo que veían sus ojos, con los números, las vocales, leer al revés o al derecho, repetir.

El mito se construye desde la presencia efímera en el espacio. Ese día se construyó desde el mismo mito de la actividad de clase, de la reunión de estudiantes en una finca para pensar en la levedad. Daniel mencionó esto alguna vez (no sé si hace un mes o la semana pasada), y está en lo cierto. Lo que se le escapa es que lo que hacemos permanece en el mito para todo el mundo y es algo que creamos y que sólo entendemos nosotros. Y eso está bien. Por ahora la piscina sigue vacía, quién sabe por cuantos días, meses o años más, pero ahí sigue nuestro aliento, nuestras pisadas y el barro que llevamos desde el lago aledaño hasta su suelo. Ahí siguen los libros sobre plantas, sobre perros y sobre “La inteligencia de las flores”. Ellos cuentan sus historias pero ahora también la nuestra.

María José Dávila

 

Bogotá, no-sé-cuánto-tiempo-desde-Cachipay. (2019).

[1] Georges Perec, “Especies de espacios”, Fotocopioteca Lugar a Dudas, 41 (2014):41. (Quise hacer una selección de los espacios que Perec considera inhabitables y combinarlos con lo que es mi visión de la piscina como lugar inhabitable, sólo por si acaso.)

Volar, lo que se dice volar, no vuelo.

Flotan las cenizas de la fogata causante de la reunión de la gente. A decir verdad, creíamos ascender juntos. Era un revoloteo de veinte, tal vez unos menos. Empezaron como algunas instrucciones precarias que luchaban para convertirse en experiencia. Al comienzo, dudé que pudiéramos conectar. Sin embargo, bastó sólo un segundo para cerrar los ojos y elevarnos.

 

Arda.

Viaje.

Siéntese.

Cierre los ojos.

Sea leve.

Sea un objeto.

Úntese.

No se salte la instrucción.

Cállese.

Beba.

Piense.

Repita.

Concéntrese.

Pase el signo.

No ensucie el piso.

Lávese los pies.

Frótese y límpiese.

 

Los signos inofensivos se entrelazaban, se compenetraban. Que bien se sentía mi pie rozando la tierra húmeda, beber del agua que tomaban todos, el calor de las hojas en mi frente y el roce de la tela en mi piel. Se me olvidó la casa que me causaba temor y la nostalgia que me había perseguido por todo el camino. Incluso, pensé que al acabarse los signos se terminaría la experiencia, pero me di cuenta de que era sólo el comienzo.

 

Los rituales siempre me habían parecido algo pesado y nunca imaginé que podría «dirigir» uno. Se necesita una persona a cargo que proponga una situación- o en algunos casos que la cree por completo-, de las instrucciones adecuadas para que todos puedan conectarse y lo más importante, no se vea afectada si a nadie le interesa lo que dices. Algunos se lo tomaron un poco a chiste y eso estuvo bien, otros no entendían el porqué de las instrucciones, pero accedieron a todo. Otros, como Linda, se lo tomaron muy enserio de p a pá y unos cuantos no hacían más que mirar el fuego. A decir verdad, no esperaba más, pero tampoco esperaba menos.

Volar, lo que se dice volar, no vuelo.

 

 

Cali - Club de ajedrez del Café Boulevard

4 de abril de 2019

 

     

 

El Café Boulevard está en la innombrable Calle del Pecado del Cali viejo. A partir de las 2:00 de la tarde reverberan cuerpos masculinos jubilados que vienen a este lugar a pasar la tarde jugando ajedrez. No solo juegan ajedrez, otros juegan cartas y otros miran el juego de los demás. Algunos otros se dedican a dar instrucciones y a enseñar sin querer, las mejores jugadas. Todos los asientos tienen cojines para cuerpos cansados. Este espacio de ausencia femenina, convive con una licorera y una venta de empanadas en el primer piso. Ambos atendidas por mujeres. La Calle del Pecado en los años setenta, fue considerada una afrenta a las buenas costumbres que tentacularmente fueron poblando el lugar, primero con 6, luego con 10, y después con 20 griles de vida nocturna. La eterna fiesta comenzó cuando terminó la construcción de un edificio en la calle novena entre las carreras tercera y quinta, construido por los empresarios de la noche, que desplazaron a las familias que habitaban el lugar. ¿Por qué se llama la calle del pecado? – le preguntamos a la señora de los helados de coco. –Pues imagínese que pasaba por aquí-, responde.  Jaime, un asiduo jugador,  dice que el lugar cambió de locación tres veces y que probablemente sea el ajedrez más antiguo del país. Su primera sede fue en el primer piso del Café Boulevard. Luego pasó a cinco casas arriba a un segundo piso y ahí duró tres años. Volvió a moverse al segundo piso del edificio justo enfrente, también de carácter patrimonial. Después regresó al segundo piso del café Boulevard y ahí se quedó. Jaime dice que juega aquí desde hace 65 años. En una pared cerca alguien escribió un exorcismo: “La calle del ‘Perdón’… donde abunde el pecado sobreabunda la gracia!».

Segundo piso del Café Boulevard donde se encuentra el club de ajedrez.

 

Entrada al club de ajedrez.

Vista desde el segundo piso al interior del club de ajedrez.

Mesa de registro.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Usuarios de la obra Columpio de Daniel Blanco.

Usuarios de la obra Columpio de Daniel Blanco.

Demolición de Antigravedad de Juanita Bernal, 2019.

Montando Columpio, Daniel Blanco.

Montando Columpio, Daniel Blanco.

Detalle de Columpio, Daniel Blanco, 2019.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Juanita Bernal, Antigravedad, 2019.

María José Dávila, Viento en Popa -instrucciones–  2019.


España and Samboní, D5 – E5, 2019.

Gustavo Henao, Barrio El Calvario, 2019.

María Camila Lesmes, Huerto de pimentones, 2019.

Andrea Infante, La división del mundo, 2019.

Paula Leuro, Esto es un aforismo, 2019.

Luna Gabriela Giraldo, Masas de ajedrez, 2019.

Johan Samboní, Burbujas hechas con sudor de Elías Heim, 2019.

Jorge Acero, Sin título (Los pingüinos de vidrio), 2019.

María José Dávila, Mamá, tengo sueño, 2019.

María José Dávila, Mamá, tengo sueño, 2019.

Alejandra Montero, 60 títulos, 2019.

Laura Campas, Racism no longer exists, 2019.

 

Ramiro Martínez, Asirenada, 2019.

Fidelina Bonilla, Chontaduro, 2019.

María José Dávila, Yo, No sé, 2019.

“Se acabó la bochornosa Calle Del Pecado” en, Despertar Vallecaucano N° 47, 1979.

“Seis horas, hasta las 7 a.m. se demoraron las autoridades en llegar al grill donde a la 1 a.m. de ese mismo sábado, cálido y turbulento, un parroquiano había disparado su arma contra otro, presumiblemente un competir en el negocio de los estupefacientes.

Lo anterior sucedió hace 10 años en la calle 9a. entre carreras 3a y 4a de Cali, vía que desde entonces ostentaba el nada grato nombre de «Calle del Pecado» gracias al existencia de 20 grilles o cabarets de pipiripao en cuyas penumbras se abusaba del sexo, se consumían cantidades navegables de licor y marihuana al compás de la música vulgar, estentórea y de pésimo gusto. Lugar de esparcimiento al socaire de las sombras de gentes viciosas, de damiselas de dudosa ortografía, homosexuales en indumentarias ridículas, de afortunados nuevos ricos venidos a más a través del contrabando y la droga, los grilles de la «Calle del Pecado» llegaron a tener fama nacional hasta el punto de que muchos viajeros que llegaban a Cali en busca de aventuras, la primera dirección que pedían en sus respectivos hoteles era la de la escandalosa vía, con su cotejo de asechanzas, peligros y arriesgados encuentros.

El relajo comenzó hace de tres lustros cuando el edificio recién terminado de un acaudalado caballero caleño, fue alquilado por un santiamén por los propietarios de varios clubes nocturnos que tomaron posesión del inmueble.

En un año seis grilles habían sentado sus reales en la construcción recién terminada y posteriormente y como por arte de magia, y por esa característica capacidad de imitación que es común en los colombianos, aparecieron diez más y luego cuatro que coparon todos los locales de la calle 9a entre carreras 3a y 5a. Las gentes decentes que vivían en ese sector, como don Jorge Steffens Glenn, no pudieron resistir el bullicio nocturno, el clangor de los bafles a todo volumen y los alaridos de personas beodas que rondaban por doquier y emigraron del lugar. La propiedad raíz se vino abajo y nadie quería comprar nada en ese sitio o alquilar los pisos altos de los edificios de varias plantas.

El apogeo de la guacherna duro varios años hasta que, sin que las autoridades tomaran la más mínima acción contra el bochinche y la promiscuidad ambiental, los tales «grilles» amontonados unos contra otros y en fiera competencia ruidosa, comenzaron a perder clientela ya que los antiguos calaveras y bohemios se cansaron y comenzaron a escasear.

Hoy la archifamosa «Calle del Pecado» no es sino un fantasma de lo que fue, ya que el edificio principal, nido de seis de esos tórridos bailaderos han desaparecido dos y en la calle 3a más de diez han quebrado y esfumado, dando por fin, lugar a que ingresen negocios decentes y a que la propiedad vuelva paulatinamente a adquirir algún valor económico. Esto, no obstante, son numerosos los locales que en esa calle permanecen desocupados en vista de la resistencia que aún subsiste entre las gentes a establecerse en un vecindario que todavía recuerda épocas de violencia, de escándalo y de ordinariez en los años pasados.

Una notaría, la Séptima, una sastrería, un salón de modas, un almacén de cambio de monedas, una encuadernación, un local de fotocopias, un restaurante y un almacén de artículos fotográficos, han ocupado valientemente los destartalados locales que alguna vez crepitaban al influjo de la música rock más barato y de la salsa más distorsionada, en todo el centro de Cali.

Los griles que quedan no parecen gozar de mucha acogida en la actualidad en todo caso son pocos y para beneficio del prestigio de Cali, la bochornosa «Calle del Pecado» ha pasado a la historia por consunción moral y está recuperando su antiguo aspecto de vecindario limpio y decente de la urbe.”

 

“En realidad, todos estamos haciendo cosas. Más que artistas, que suena hueco y pomposo, somos artesanos, es decir, gente que hace cosas.”[1]

Hoy no hay ejercicio, hoy no hay carreta autónoma. Hoy sólo pienso en el cliché del artista: el bohemio, el libre, ‘el como el viento’. Es gracioso porque puede que lo sea, pero lo veo más desde la creación y la capacidad de pensar más allá de lo que ofrece el mundo. Pero la “vida” como tal del artista (o del que-hace-cosas) no es tan libre, tan bohemia. Hay trabajo, hay sudor y hay lucha. Hay trasnochadas y reflexiones sobre cómo conseguir material y cómo poner el pan sobre la mesa. Pero hay levedad en la forma en la que, desde esa misma pesadez, el artista se relaciona con el mundo: debe salir, debe mirar, debe hablar. Debe pensar sobre todo y sobre nada, e incluso puede no hacerlo. En cierto modo puede hacer lo que se le de la gana; no ha de quedarse quieto, ni de cuerpo, ni de mente o espíritu.
Somos gente que hace cosas y eso es leve. Lo pesado es pensar qué cosas, y si ver la carreta que nos metemos en la cabeza es un yunque que podemos soportar.

María José Dávila

[1]Enrique Vila-Matas, Historia de la literatura portátil. Barcelona: Anagrama, 2000. P. 81.

La primera palabra: Jack Kerouac toma una mirada fresca a Jack Kerouac

“La vergüenza parece ser la clave para la represión en la escritura [y en otras cosas], así como en el malestar psicológico. Si no se adhiere a lo que primero pensó y a las palabras que trajo el pensamiento, ¿cuál es la sensación de molestia de todos modos, y cuál es la sensación de imponer sus mentiras sobre otros, o, es decir, esconder sus pequeñas verdades de otros? En el Sutra de Surangama, Gotama Budda dice: «si ahora estás deseoso de comprender más perfectamente la Iluminación Suprema, debes aprender a responder preguntas de forma espontánea sin recurrir al pensamiento discriminativo.»

La traducción es de google. Jack Kerouac, “La primera palabra: Jack Kerouac toma una mirada fresca a Jack Kerouac”, en The Portable Jack Kerouac, ed. Ann Charters (New York: Penguin Books, 1995), 486.

 

 

———— 05-02-19. À Transmilenio. Je suis à Transmilenio, Bogotá se fue porque no le contesté el teléfono patía. Faber Castell se lavó las bonito lado puente arranca desde el cuento p p p. Son dos equis edificios bruummm, rum comme le Transmilenio. La partitura roja del pasto shshshsh tiene como objetivo esta tarde derribo de come de pájaro columna. Maleta azul sucia se mezcla con UPN. Trayecto rápido del Transmilenio hágale rápido uh.  SH SH SH ventana suena como fresca gresca greca veinte años de casado. Sólo un mes muchacha vienen de la última pueblo agua. Caminando sobre la tele, listo.  Aquí acaba #1, excelente hijo.

Hoy el taller de arte portátil fue en un ascensor.

Alguien pensó que la elevación era otra forma de levedad.

Nos mareamos. 

Este curso propone, desde una posición abierta y dispuesta a la experimentación, difuminar los límites de la dicotomía entre los territorios que autorizan el conocimiento (el profesor, el texto académico, etc.) y la vida, la experiencia. Propone a los estudiantes, desde la colaboración, construir la clase. Así, la invitación es a examinar, discutir, crear y llevar hasta las últimas consecuencias las posibilidades de lo portátil. Lo portátil, por ejemplo, en contraposición a la idea de levedad. Es también una invitación a asumir la investigación como una herramienta de curiosidad y de exploración, sin ser un lugar seguro, con reglas y metodologías estables y más bien contemplarlo como un lugar donde cabe y donde es posible hacer cruces entre los elementos más dispares: un mercado, una red social, una telenovela. Todo cabe, todo hace parte de una metodología cercana a la de la cultura visual, donde se encarna la criticalidad, como un modo de vivir en el mundo. Es decir, la investigación como una herramienta para explorar la vida. Hacer un viraje que parte por preguntarte ¿qué es algo? Hasta ¿Qué hace posible? Y empezar diciendo, siguiendo a Irit Rogoff, dónde nos sentamos ¿Dónde nos sentamos dentro de todo esto? ¿Cómo nos implicamos, cuando somos confrontados con algo, como espectadores, participantes o miembros de la audiencia?

 Los encuentros de arte portátil no son una estrategia para ilustrar una idea, suponen ir más allá y apelar a la contingencia. No es una estrategia empaquetada, propia de la cultura neoliberal, todo tiene que ser fácilmente envasable, empaquetado y diseminado. ¿qué significa que algo pueda ser mostrado o una exposición finalizada? La invitación del curso es a abordar esto, como un problema que alude a lo curaduría contemporánea. Así, este curso no trata solamente del arte portátil como un problema fácilmente abordable, sino de buscar la levedad como recurso y la posibilidad de explorar formas menos estáticas y pesadas como recurso de exhibición.  

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El arte vivo es la Aventura de lo real, el documento urgente, el contacto directo y total con las cosas, los lugares, las gentes, creando situaciones, lo imprevisto. Es mostrar y encontrar el objeto en su propio lugar. Totalmente de acuerdo con el cine, reportaje, y la literatura como documento vivo. La realidad sin retoque ni transformación artística. Hoy en día me importa más un ser cualquier, contando su propia vida en la calle o en tranvía que el relato técnico y pulido de un escritor. No lo tanto creo futuro sin detenerse en la temperatura sin imaginar. De esta manera explícita porque, en los últimos anos, el arte plástico recurrió de manera consciente a jerarquizar el azar. Era una manea de descubrir la otra cara de la razón. Todo aquello que podamos pensar conscientemente /toda nuestra razón / nos limita y caemos muy fácilmente en estructuras elementales limitadas. Me parece estupendo aquello de que “ando siempre en dirección contraria a la que debes ir. Es la única manera de llegar a alguna parte”.

Debemos, no sé si ya lo dije antes, salir a la calle. Las huellas que trazan mis zapatos para ir de mi casa a la galería son más importantes que los cuadres que allí se exponen. no sé quién lo dijo, pero estoy totalmente de acuerdo.

una obra tiene sentido mientras se la hace como aventura total, sin saber lo que va a suceder. una vez concluida, ya no importa, se ha convertido en un cadáver. Por lo tanto dejarlos o quemarlos en paz. El artista actual ha perdido el sentido de la eternidad. Tambien hay que terminar un poco con la pasividad del publico. El cuplico, como publico, debe acabar. Sucediendo, pudiendo suceder en cualquiera, al lado de las carnicerías, panaderías, mercados, sastrerías teatrales, metro, morgue, calles y de los propios prostíbulos si los hubiera.

Dialogo en un ascensor, mirando tachaduras sobre la pared

–Que es mejor? Esto o hacer esto?

-Esto

-Llevarlo a verlo o traerlos a ver?

 

Provocar una situación por medio de algo que luego será destruido.

Única obra.

de: https://i.pinimg.com/originals/15/66/2d/15662dd8b4df3d0296946c9ba2ed3109.jpg

Por: Breyner Huertas

Fotógrafo anónimo   

Alfred Eisenstaedt – V-J Day in Times Square

Como si el material supiera sobre las imágenes que soporta, un documento conservado por nadie y en la memoria de nadie tiene un hongo justo donde vemos un beso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como si los fluidos fueran de verdad (como si hubieran fluidos de beso) el papel se ha entregado al reino fungi como material orgánico que sigue siendo, a pesar de todo y su plastificado. [1]

 

 

Como si el material no supiera sobre las imágenes que soporta, un documento conservado por todos y en la memoria de todos está impecablemente reproducido, nítido y limpio en todas sus copias. Vemos el instante un millón de veces traicionado de un beso.

 

Como si ignorara todo sobre su propia naturaleza, este documento se ha entregado al reino de lo inolvidable, pasando de papel en papel y de formato en formato, disponible siempre.[2]

[1] Posteriormente el beso de las telenovelas intenta emular esta privacidad latinoamericana (como tesoro del amotinamiento) con un eje de tres o dos cámaras, cerrando aún más el plano, emulando la sombra del árbol con el marco de la pantalla y un fondo plano de habitación. Esto obviamente no es un postulado sobre el beso en la telenovela; solo surge a la luz (sombra) de esta divagación.

[2] Posteriormente el cine intenta emular esta espectacularidad en un gesto tan común como lo es un beso y crea el maravilloso beso entre el hombre araña y su novia, en el que él cuelga de cabeza (como un torturado) y la besa mientras llueve; la lluvia da cuenta aquí de la cantidad de comas que tiene el guión y también, en sentido general, de la presencia testimonial de un público en potencia que verá y aplaudirá el beso. Este público obviamente está dentro de la cabeza del hombre araña, porque como espectadores estamos dentro de la cabeza de los personajes. Esta inversión es extraña pero es a lo que desemboca toda la filosofía.

El beso es una pantalla; fase común de los dos documentos, una especie de barrera espejo en donde se hace esta reflexión: la suma imposible de dos cavidades.

El beso es suspensión del habla; de dos hablas. Con respecto a los documentos, cada imagen es eyectada lo más lejos posible entre sí, porque al unirlas (juntarlas a cada lado de la pantalla/cavidad/barrera) se diferencian y se afectan. Las imágenes se besan.

Los niños ponen sus juguetes a besarse, por lo general las muñecas con los soldados; acá estamos poniendo las fotos a besarse. Y las fotos son también imágenes de besos.

Son tres besos los que vemos aquí.

Como si alguien besara su propio reflejo en el espejo (una cavidad contra una superficie, ejercicio narcisista) mientras alguien lo observa y a su vez este alguien se ve en el espejo espiando, y el reflejo le sugiere que ya no debe mirar más (una cavidad contra su propia cavidad – ejercicio autocrítico).

Al leer se suspende el habla del lector y el habla del escritor; lo que se despliega es otra cosa pero no una voz en el sentido de que no emana desde una cavidad sino que emana desde una superficie, desde o hacía el texto. Signos que por lo general se manifiestan  negros sobre blanco, punto sobre papel blanco contrario a las constelaciones.

No ganar no es necesariamente perder. En el medio, siendo la noción de medio no como la mitad sino como el lapso entre dos cosas, zona gris, área-media, canal-medio, manera-puente, no hay signo sino constelación. Hay cavidad.

 

En la fotografía anónima:

 

Se desconoce su autor.

 

Se desconoce su ubicación: es en la sombra, debajo de un árbol, al parecer en el campo o zona verde.

 

Es un beso al parecer amoroso.

 

Es el beso de una relación entre una pareja.

 

Es un beso periódico. Un beso cultivado con tiempo. Perduró en las cavidades.

 

Paradójico que el hecho de ser anónimo asegura su humanidad, su personalidad: son personas.

 

Es un beso solitario, aburrido para el testigo (si nos preguntamos sobre el fotógrafo de la escena) e íntimo.

 

El militar está en medio de una guerra sin inicio y sin fin delimitado. Décadas de conflicto con bordes borrosos y roles ambiguos (el malo que no es malo, el bueno que no es bueno, las guerrillas, los paramilitares…) una guerra sin programa.

 

El día de la foto, la guerra permanece (como la relación del militar), ha existido antes y después del beso  (encuentro/pantalla) y antes y después de la foto (encuentro/pantalla).

 

El clic de la cámara es efímero, se pierde entre el tiempo.

 

La mujer abraza al militar, que le corresponde por la cintura. Su posición es la de entrega al momento.

 

La mujer tiene maquilladas las uñas; quizá porque el encuentro es especial y hay cierta preparación ritual para este instante. La foto es la importancia del instante.

 

No hay un aparato mediático que intente buscar a los protagonistas de la imagen. Su beso es efímero y no le importa sino a ellos dos, que buscaron guardar el recuerdo. No hay relato.

 

Es una foto a color.

 

El beso del militar está concentrado, parece que ambos descansan en el beso, no hay tensión ni el beso quiere ser beso ante el mundo.

 

El documento tiene hongo, es único y no debería estar en esta reflexión.

 

 

 

 

En la fotografía de Alfred Eisenstaedt:

 

Se conoce su autor.

 

Se sabe su ubicación: es a la intemperie. En la mitad de la calle, en el Time Square.

 

 

Es un beso efusivo.

 

Es un beso entre desconocidos.

 

Es un beso único. Unidad, como muestra, ejemplo, ítem. Perdura en los documentos.

 

Es un beso entre arquetipos (marine y enfermera).

 

 

Es un beso público, masivo, espectacular: tiene espectadores y no testigos. El documento crea la tarima.

 

El marine está en un punto delimitado, exacto, argumento nuclear, preciso, de roles específicos y con fechas claras. Una guerra de programa que claramente finalizó ese día. Una guerra corporativa, con deadline.

 

El día de la foto esa guerra se acabó. El marine celebra la victoria de su ejército sobre el Japón. La guerra existía antes de la foto y después de la foto ya no (pantalla)

El clic de la cámara tiene un peso trascendental, se revive constantemente.

La mujer no abraza al militar, que la toma por la cintura; su posición es la del objeto que se toma o se dispone.

La foto no da cuenta de un instante sino que pretende anclar una época: el instante representa (y descarga) un lapso de tiempo y el documento carga un hito histórico.

 

El aparato mediático en torno a la foto se encargó de encontrar, décadas después del beso, a los protagonistas y así ampliar los relatos de la imagen.

 

 

Es una foto a blanco y negro.

 

El beso del marine es análogo a una atención salvavidas boca a boca, a un gesto exacerbado del beso que quiere parecer beso, ante el mundo.

 

El documento se ha copiado innumerables veces, existe incluso sin soporte como memoria colectiva y digital en muchos lugares.

A lo último vemos los dos documentos, yuxtapuestos encontrándose el uno y el otro en función de unos lectores que somos cavidades y que vemos besos (y que estamos en cavidades)… y la memoria colectiva (condición célebre) que posee el documento estadounidense se riega sobre el otro documento y en sentido contrario la intimidad o la connotación amorosa de la foto latinoamericana (condición anónima) unta al otro documento y resulta que cada imagen es lo que en el fondo hubiéramos querido que fuese la otra, pero nunca entre los dos hubieran podido componer una sola imagen, porque se es una cosa u otra y no dos a la vez. La única manera de ser dos a la vez es en el beso, cuando se suman las cavidades. Recuerdo el molde de la mordida que hace el odontólogo para diagnosticar ortodoncia, con algo parecido se podría hacer un vaciado de exacto de la boca propia y la de alguien y pegar los dos vaciados en yeso; pero no serían ya cavidades sino documentos…

Pasto - Heladería Santiago

marzo 23 - 2018

La heladería Santiago en el barrio Santiago, ubicada en el costado lateral de la iglesia Santiago que a su vez está en el parque Santiago, es la primera heladería de Pasto. Fue fundada el 6 de diciembre de 1955 por Benjamín Rosero y su esposa Isabel Riasco. Sus hijos Socorro, Arturo, Edgar y Gladys la manejan hoy. En esa época Benjamín e Isabel viajaron a Ibarra, en Ecuador, donde conocieron y aprendieron el oficio del helado de paila y decidieron llevarlo a su ciudad.  El hielo se traía del Nevado Cumbal, a caballo, envuelto en hoja de plátano y frailejón. La fruta se molía en piedra. Elementos básicos para hacer helado de paila: una paila de cobre, una cuchara de palo, hielo, pulpa de fruta fresca, azúcar y sal marina. La temperatura en Pasto varía de los 9° a los 18°.

Dubbyn, Familia Pastusa, 2018.

Adrián Montenegro, Arte portátil, 2018.

Adrián Montenegro, Arte portátil, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Adrián Montenegro, Insoportable, 2018.

Adrián Montenegro, Insoportable, 2018.

Adrián Montenegro, Insoportable, 2018.

Román Ramírez, Rino de viaje, 2018.

Román Ramírez, Rino de viaje, 2018.

Jaime Guevara, Queso de Cabeza, 2018.

Jugando con Suertudos, de Jennys Obando.

Jugando con Suertudos, de Jennys Obando.

Jugando con Suertudos, de Jennys Obando.

Jennys Obando, Suertudos, 2018.

Acción de Heidi Carmona, El Salado, 2018

Edith Coka, Palacio de Nariño, de la serie Muebles Latinoamericanos.

Hecho en barniz de Pasto. Jaime Guevara, Sin Título, 2018.

Felipe Moreno, Esto es arte?, 2018.

Balde sobre tronco, lleno de hielo. Espacio para preparar el helado de paila, ese mismo helado que ha hecho famosa a la Heladería Santiago.

Gustavo Insandará, Sin Título, 2018.

Gustavo Insandará, Sin Título, 2018.

vista de la Iglesia de Santiago, en el Barrio Santiago, ubicada frente al parque Santiago, desde el segundo piso de la heladería Santiago, 5:30 de la tarde.

Juli Rosero, De la serie artefactos, 2018.

Detalle. Juli Rosero, De la serie artefactos, 2018.

Oficina de Inscripción.

Vista desde la oficina de inscripción.

primer piso de la heladería Santiago

rastros de helado en la heladería Santiago.

Jennys pidiendo helado

Durán, Sin título, 2018.

Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

Detalle. Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

Detalle. Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

espectador atento. Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

Socorro Rosero atendiendo la heladería que fundó su papá y que hoy maneja con sus cuatro hermanos.

Jennys Obando, El Exprimidor, 2018.

Detalle. Jennys Obando, El Exprimidor, 2018.

Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.

Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.

 

Cali - Casa Obeso Mejía

julio 1 - 2017

Invitación Encuentro de arte portátil, Casa Obeso Mejía, julio de 2017, Cali.

Jean Paul Vélez, Sin nombre, Readymade, 2017.

Jean Paul Vélez, Sin nombre, Readymade, 2017

Jerónimo Gutiérrez, Paisaje Sonoro – Ambientación en falso, 2017.

Diego Gómez, Violencia Simbólica, 2017

Diego Gómez, …, 2017.

Artistas en montaje – Paola Nicholls y Carlos Santacoloma- Encuentro de arte portátil, Cali, Julio de 2017.

Colectivo Muro de Bareque U. Católica en montaje. La excusa perfecta del proyecto, Recurso limitado, 2017.

Linda Johana Murillo, Fuerza, 2017.

Mateo Zúñiga, Sin título, 2017.

Davison Vera Morales, Pirógrafo, 2017.

Norby Cruz, Kit, 2017.

Linda Johana Murillo, El humano como residuo social, 2017.

Diana Marcela Buitrón, Objetos parlantes maqueta 1, 2017.

Ivonne Restrepo, Departamento de imprudencias.

Ivonne Restrepo, Departamento de imprudencias.

Luz Dary Ocasal, Objetos en espera, 2017.

La artista posa junto a su obra, Luz Dary Ocasal, Objetos en espera, 2017.

Ronny Mejía, Serie cine y música, 2017.

Ronny Mejía, Serie cine y música, 2017.

Colectivo Muro de Bareque U. Católica, La excusa perfecta del proyecto, recurso ilimitado, 2017.

Colectivo Muro de Bareque U. Católica, en montaje.

Vanessa Sandoval, Declaración platónica, 2017.

Sara Díaz, Sin título, 2017.

Emilo José Escobar, Anticomunist action, 2017.

Paola Nicholls, Paisaje, 2017.

Camilo Barrios, No era, 2017.

Kelly Duque, Recuerdos, 2017.

Vanessa Sandoval, Declaración platónica, Objetos contemplativos de dibujos invisibles.

Hernann Yusty Rayo, «Sanalotodo y asociados”. Por un hogar sólido, un radiante año de 1948, 2017.

Detalle del baño para visitantes de la casa Obeso Mejía.

Jhon Campo, Stickers ya, 2017.

Paola Nicholls, Paisaje, 2017. Emilio José Escobar, Anticomunist action, 2017. Paola Nicholls, Huevos reciclados, 2017.

Valentina Molina, Hombres de la tierra, 2017.

Algo pasó ahí.

Víctor Gamboa, Carelibro y su parcero, 2017.

María Lucia Romero, Castrati, 2017.

Norby Cruz, Kit, 2017. Instalado en la cocina de la casa Obeso

Usnavy Balenta, Fotocopias varias. No toque sapx.

Usnavy Balenta, Fotocopias varias. No toque sapx. Detalle.

Alex Ontia, Sentidos, 2017.

Alex Ontia, Sentidos, 2017.

Placa que dice por favor sea breve, dejada encima del inodoro del Baño. Firma Julián Champ, 2017.

Placa que dice por favor sea breve, dejada encima del inodoro del Baño. Firma Julián Champ, 2017.

William León, El propio man, 2017.

William León, El propio man, 2017.

Acumulaciones Taller, La Microempresa, 2017.

Acumulaciones Taller, La Microempresa, 2017. Detalle.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Mateo Zúñiga, Sin título, 2017.

Nathalya Cortés, Natyra Cali, 2017.

Participantes del encuentro de arte portátil, Cali, 2017.

La Casa Obeso Mejía es una construcción emblemática de la ciudad de Cali, construida en 1947,  con arquitectura estilo californiano de los años 40’s, ubicada en el barrio Normandía. Fue el deseo del Señor Antonio Obeso de Mendiola y a su esposa Doña Luz Mejía de Obeso, reconocidos personajes de Costa Rica y Medellín respectivamente, adoptados por la ciudad de Cali, entregar a la capital del Valle esta mansión ubicada en la margen izquierda del río.

Participantes: Acumulaciones Taller, Alejandra Villafañe,  Alejandro Martín, Alfie Lake, Ana María Pérez, Analu Revelo, Andrea Katherine Vélez, Ángela Galvis Romero, Camilo Barrios, Camilo José Escobar, Carlos Santacoloma, Cindy Muñoz,  Colectivo Muro de Bareque U. Católica, Daniela Gallego, David Castaño,  Davison Vera Morales,  Diana González, Diana Marcela Buitrón, Diego Gómez, Esteban López, Felipe Gaona, Freddy Mondragón, Gloria María Holguín, Helios Dadanza, Hernann Yusty Rayo, Ivonne Restrepo,  Jean Paul Vélez, Jerónimo Gutiérrez, John Campo, John Jairo Lenis, Jhoseth Silva , José Muñoz José Muñoz, Jose Ruíz Juan Noreña, Kelly Duque,  Laura Lenis y Lina María Castro, Linda Johana Murillo R.,  Luz Dary Ocasal,  María Lucia Romero, María Mercedes Franco, María Virginia Herrera,  Mateo Zúñiga,  Mauricio Quiñones,  Mónica Arroyabe, Nathalya Cortés, Norby Cruz,  Paola Nicholls,  Red poética, Renée Hernández,  Ronny Mejía,  Rosa Elena Palacios  Santiago, Cajamarca Sara Díaz,  Valentina Molina, Vanessa Sandoval, Víctor Gamboa, William León,  Yudyd Mosquera, Yuri Tatiana Salcedo.

Agradecimientos: todo el equipo del Museo la Tertulia, especialmente Alejandro Martín y Stiven Saldarriaga.

Registro: Jose Ruíz.

Los encuentros de arte portátil

Desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval,

Los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra,

Enrique Vila-Matas y su Historia Abreviada de la Literatura Portátil,

El Museo de Microminiaturas de Guadalest en Alicante, España,

Los Microgramas de Robert Walser,

La maleta de Marcel Duchamp.

Los Encuentros de Arte portátil se acercan a las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada a lo mínimo, lo contingente.

Se trata de obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas.

el símbolo de la obra portátil ha sufrido una revisión conceptual:  se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad y el reconocimiento del mercado.  

El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El espectador/artista puede participar con el número de obras que elija, con la única condición de que sus dimensiones puedan ser contenidas en una maleta, maletín, morral o mochila  en  el  que  poder  ser transportadas  y  por  lo  tanto  su  naturaleza  sea  portátil.

Los encuentros son una invitación a reflexionar desde múltiples perspectivas y referentes, otras escalas con rigor, pero sin gravedad.

Este formato expositivo propone disolver la distancia entre el que hace y el que observa, mediante un evento en el cual se invita al espectador a convertirse en un participante activo.

En este formato se propone a las prácticas expositivas efímeras como un espacio de disenso que pretende difuminar la figura del autor/artista/espectador con un componente de participación colectiva.
Los encuentros son exposiciones efímeras, pues su duración no dura más de una noche, que se inscriben en contingencias y eventualidades propias de una exposición pop-up establecida en espacios no convencionales de exhibición.
Los encuentros de arte portátil establecen diálogos entre dos entes que por lo general no dialogan, el arte y el billar, el arte y la gallera, etc. donde la perspectiva portátil tiene algo de dislocado, de descentrado, incluso anómalo y casual.
Toda obra portátil es el despliegue de su propia contingencia, y la contingencia potencial de sus propios pliegues.
Estos encuentros se conciben como un proyecto colaborativo que puede ser realizado por quien se dé a la tarea de convocarlos, siempre y cuando se informe a la base central el lugar, fecha, hora del evento y se cuente con un registro fotográfico.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.

Fluxkit. 1965.

 

Bajo la etiqueta Fluxus, George Maciunas comercializa por correo una amplia gama de objetos hechos por otros artistas. ‘Fluxkit’ es una selección representativa de estos objetos, y abarca el rango de formas en que se emitieron las ediciones Fluxus: puntajes gráficos para eventos, cajas interactivas y juegos, revistas y películas. Casi todos los ‘Fluxkit’ tenían un contenido algo diferente, y el número de componentes incluidos aumentó con los años: de unos veinticinco en 1965, por ejemplo, a cuarenta en 1966. El «Fluxkit», sin embargo, fue concebido como un producto colectivo en lugar de un museo individual.

 

Fluxkit. 1965/1966. Huxus EditYon, Nueva York. Estuche de vinilo con adornos plateados y forrado con pana, correa de cuero; 8 compartimentos  incorporados de madera natural; contiene obras de 12 artistas en diversos medios y publicaciones de Fluxus; 30.5 ‘<44.5 x 12.5 em excluyendo el mango y las bisagras. Silverman> 121.11 Incluye: Eric Andersen, SO Opera. Sí. 0, caja de dedo. George Brecht, Juegos y acertijos / Rompecabezas de bolas / Rompecabezas / Puzzle plano inclinado: Juegos y acertijos / Rompecabezas de bolas negras; Juegos y acertijos / Deck; Juegos y rompecabezas / Kit de nombre; Agua Yam. Joe Jones, trabajo no identificado, probablemente una canción favorita o máquina de música. Alison Knowles, rollos de frijoles. Takehisa Kosugi, Eventos. Shigeko Kubota, Flux Medicine. George Maciunas, Fluxus (su desarrollo histórico y relación con los movimientos de vanguardia); «Conjunto completo de etiquetas de Joe Jones»; Fluxorgan, 12 sonidos. Benjamin Patterson, Instrucción No.2. Chieko Shiomi, poema espacial n. ° 2; Eventos y juegos; Música acuática. Ben Vautier, agua sucia; Agujeros de flujo; Sin Art. Robert Watts, Eventos; Huella dactilar; Roca marcada por peso. También incluye: Ffuxus cc V TRE Fluxus (periódico Fluxus n. ° 2), febrero de 1964; Fluxus cc Valise e TRang / f (periódico Fluxes n. ° 3), marzo de 1964; Fluxus Vacuum TRapEzoid (periódico Fluxus no. S), marzo de 1965; Fluxus Vaudeville ouRnamEnt (periódico Fluxus nº 6). Julio de 1965; Periódicos de periódicos Fluxus 3 para la nota del 51 (periódico Fluxus n. ° 7), 1 de febrero de 1966; programa para Fluxorchestra en Carnegie Recital Hal /, septiembre de 1965; Fluxus Vaseline sTREet (periódico Fluxus nº 8), mayo de 1966; «Deseo permanecer en la lista de correo de Fluxus» (una tarjeta).

 

18/8/2022

Noveno encuentro

Barranquilla - Bus y bollo

29 de julio - 2022

        

Justo detrás del Museo de Arte Moderno de Barranquilla, al que le llaman el orinal y que está al lado del Museo del Caribe donde tampoco hay nada, se parquean los buses que van a Puerto Colombia. En apariencia el concreto funciona. Los edificios son grandes, hay una entrada donde hay cocina que tal vez funcionó hace poco, las plazoletas amplias, la gente se parcha en el andén. A ninguno de los museos se puede entrar. El Museo del Caribe tiene un guardia que pasa el día con su camiseta con el logo del museo, sentado en una silla rimax a la sombra de un árbol. No deja que nadie se acerque. Cuida el concreto, porque no hay museo. Al Museo de Arte Moderno no dejan entrar, porque es un peligro y una ruina con agua que gotea por dentro y por fuera. Dicen que hay un cementerio indígena debajo. Dicen que hay un ojo de agua que nace desde las entrañas del piso y que por eso el cemento no aguanta. Pero aquí todo lo aguanta el cemento porque el cemento es el negocio, dice un amigo. Aquí construyen y construyen, pero no les importa que pasa después, porque el negocio es construir. Es decir, no importa si se cae, incluso es mejor porque el negocio es el cemento.

Este encuentro se hizo en el marco de un Laboratorio – residencia organizada por el 46 Salón Nacional de Artistas. Con los participantes empezamos a pensar en un lugar para hacer el encuentro. Anotamos una lista donde decía motel, casa funeraria, casa mansión que después fue concesionario de carros. Después pensamos en un bus en movimiento y nos dimos cuenta de que nos podíamos marear, entonces definimos un bus que parara en dos lugares: el parqueadero de la catedral, por donde circula mucha gente, y una esquina de Barrio Abajo enfrente de una tienda para comprar pola. No pudimos hacernos detrás de la catedral porque había un festival de perros calientes, entonces nos hicimos al lado de la Plaza de la Paz, de espaldas al festival, al lado del caí. Dimos bollos que consiguió Liz Manjarrés, bollo angelito y bollo limpio con jugo de corozo. El encuentro se llamó Bus y Bollo.

preparando la oficina

Stefany Diaz, Curación

Loraine Barraza, Cinco veces, 2022

Apuntando pasajeros

Julián Camargo, Destapa, 2022

José Flores, De millón a cero, 2022

Andrés Contreras, Hey llave, 2022

Maylex Villamizar, Desahogo, 2022

Danna Mancera, Premoniciones, 2022


Se regó el jugo de corozo

Andru Suarez, Los secretos del bus, 2022

Andru Suarez, Los secretos del bus, 2022

Shanelli Barraza, Casa de hojalata, 2022

viajando de la plaza de la La Paz a Barrio Abajo

La esquina de Barrio Abajo

Jorge Serrano, Contador de cuentos, 2022

Gina Bello, Toyota Letal, 2022

Santiago Mendez, Ojos de vaca, 2022

Sin ficha técnica

Fernando García, Aquí cayó, 2022

Bayoan Castro, De vacación, 2022

Walvis Contreras, Del rio a tu mesa, 2022

Emma Anna, La teta de Yoko Ono, 2022

Laura Benitez, Sin Título, 2022

Detalle de Jose Flóres, De millón a cero, 2022

El frente del bus por dentro

Yanina Martinez, Limpergia, 2022

Isabella Contreras, Bolsillo universitario promedio, 2022

Ana Escorcia, Los bolleros del 84, 2022

Ana Escorcia, Bailador barranquillero, 2022

Registro: Juan Tapias de Caribe Visual

28/7/2022

La única iglesia que ilumina es la que arde ¡Contribuya!

Mujeres Públicas

Cajita de fósforos (2005)

 

«Concédenos el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Y danos la gracia de no ser ni vírgenes ni madres. Líbranos de la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para que seamos nosotras las que decidamos por nosotras. Ruega porque el poder judicial no haga suyos los mandatos de la Iglesia y ambos nos libren de su misógina opresión. Venga a nosotros el derecho a cuestionar si es bendito el fruto de nuestro vientre. No nos dejes caer en la tentación de no luchar por nuestros derechos. Y concédenos el milagro de la legalidad del aborto en Argentina. Amén».

tomado de: https://esferapublica.org/nfblog/la-unica-iglesia-que-ilumina-es-la-que-arde-contribuya/

16/1/2022

Piezas conectivas de Yoko Ono

PIEZA CONECTIVA, I
Susurrale tu nombre a una piedrita. Dásela a alguna amiga de regalo, en lugar de quedártela.
27/5/2021

Está usted causando un disturbio ahora al discutir

DATE WITH FATE AT THE TATE | FELIPE EHRENBERG

 

Felipe Ehrenberg

[Traducción al español para la exhibición Museum Ad Nauseam por Marina Reyes Franco.]

Originalmente publicado en Studio International, marzo de 1971, volumen 180, número 931, pp 92-93.

La mañana del martes 20 de octubre de 1970, la incipiente pero efímera International Coalition for the Liquidation of Art se reunió para realizar una demostración en la Tate Gallery.  Entre los presentes se encontraban Stuart Brisley, Gustav Metzger, John Plant, Sigi Krauss y otros.  Felipe Ehrenberg,  simpatizante de las ideas de la coalición, llegó a la Tate vestido con un traje de pana marrón y una capucha blanca de percal con apertura para un ojo, una grabadora colgando del hombro.  Procedió a entrar a la Tate Gallery.  Lo siguiente son extractos de una grabación de este evento:

1er GUARDIA: Usted no puede entrar con eso puesto.

FE: ¿Por qué no?  (Un grupo de hombres uniformados se acercan a FE).

SUPERVISOR: No estoy aquí para dar razones, pero no va a entrar a la galería con eso en su cabeza…por favor, remuévaselo si desea entrar.

FE: Ah, ¿usted quiere ver mi cara?

S: Quiero ver su cara todo el tiempo; no se irá a a pasear por las salas con eso puesto. No, no puede.

FE: Bueno, está usted controlando lo que visto.

S: Usted está tratando de provocar una perturbación con eso en la cara, señor, así que haga el favor de quitárselo.

FE: Yo no estoy tratando de causar una perturbación.

S: Podría usted apagar eso, por favor **** (forcejea con el micrófono) y quitarse… eso.  No va usted a entrar con eso en su cara.

SB: Este es un lugar público.

FE: ¿Podría, por favor, decirme por qué?

S: Bien, ¿podría permanecer aquí…?

CORTE: FE se aproxima a la entrada de la galería.  Los guardias cierran fila.

FE: Disculpe. Opino que causaría más disturbio permanecer aquí… si me acusa de eso… Me gustaría ver las obras.

S: Usted… puede ver las obras si se quita esa cosa de la cara, señor.

FE: Bien, está usted como… no sé… No entiendo porque me lo debería quitar. Es como se me pidiera quitarme el saco.

S: Sr. Collier, este caballero está en desacuerdo y piensa que puede pasearse por aquí con eso en su cara…

Sr C: No, me temo que el no puede…

FE: . . . ¿Por qué no? Si solo pudiera darme un motivo por el cual no podría… Es como si usted me dijera “Quítese el saco”.

MR C: ¿Por qué quiere andar por ahí con eso?

FE: Bueno, ¿por qué no? Usted no tiene cómo determinar lo que quiera yo vestir.

VOZ: ¿Qué motivos tiene para todo esto?

FE: Sostengo que soy una Obra de Arte.

Sr C: ¿Ah, si?

FE: Sí.

Sr C: Bueno, desafortunadamente, nosotros sólo permitimos que entren obras de arte que los miembros del Consejo autoricen mostrar.

FE: Bueno, entonces soy un Ser Humano.

Sr C: Lo siento, señor…

FE: ¿Qué sea yo un Ser Humano?

Sr C: Sí, lo es, pero me temo que no podemos dejarlo entrar…

FE: Bueno, ¿ podría decirme por qué no? Este es un espacio público, abierto al público.

Sr C: Disculpe, señor-

E: Pues si está abierto al público y no estoy violando ninguna ley, entonces…

SB: Cierto, ¿estará violando alguna ley?

FE: ¿Estoy violando la ley?

S: … Lo siento… Él no irá a pasar de aquí. No con eso en su cara. (con tono de amenaza)

SB: ¿Se va usted a poner violento?

VOCES: No, no, no, sin violencia.  No mostramos violencia. Si hay alguna violencia, él…

SB: Bueno pues, si él… si no hay ley que le impida entrar, debería permitirle pasar, si así lo desea él. Si él desea ver las obras en esta condición, está en su total derecho.

FE: Voy a seguir caminando. Si no van a mostrar violencias, entonces podré ver la exhibición. ¿De acuerdo?

G: Usted no va a entrar, señor.

FE: ¿No? Por qué? ¿Me va usted detener? ¿Físicamente?

SB: ¿Va usted usar violencia física?

CORTE

S: ¡Usted no entrará!

FE: ¿Por qué no?

S: Quítese esa cosa de la cara y podrá entonces pasar, ¡de otra manera, no!

FE: ¿Por qué? ¿Acaso le pediría yo que se quite el saco?

S: Está usted causando un disturbio ahora al discutir.

FE: Y yo creo que es usted quien está causando el disturbio. Si se me permitiera entrar, nadie se vería perturbado. Es usted quien está causando el disturbio…

S: Ya se lo hemos expli… ya le explicamos que obras de arte pueden ingresar a la Tate Gallery sólo con autorización de los miembros del Consejo.

FE: Yo soy un Ser Humano.

S: Usted… afirmó ser una Obra de Arte.

FE: Yo afirmo que la Humanidad, el Hombre, es una Obra de Arte.

S: Los miembros de nuestro Consejo no lo han aceptado como una Obra de Arte.

S: Así que, por lo tanto, no tenemos… um… la intención de exhibirlo en ninguna parte.

FE … Yo no quiero ser exhibido. Lo que quiero es ver lo que está siendo exhibido.

S: Es usted quien se está exhibiendo, ahora mismo, ante toda una multitud…

FE: Con o sin máscara, me estaría exhibiendo de cualquier manera…

S: . . . He recibido instrucciones de no permitirle la entrada usando eso hasta que no tengamos un fallo al respecto.

FE: ¿Me lo va a impedir físicamente?

S: Yo voy a seguir mis instrucciones. Ya le dije que no usaremos violencia.

FE: ¿No la usará?

S: No. Espero que todo esto esté siendo grabado…

FE: Por supuesto, por supuesto. Bueno, la cosa que tengo en mi cabeza… Si usted está objetando a mi prenda de vestir, entonces, este… Esto es una prenda de vestir.

S: Sin comentarios.

FE:  ¡¡¿Sin comentarios?!!

CORTE

FE: Creo que me gustaría entrar ya.

S: Sí, ya sé que usted piensa que le gustaría entrar pero me temo que tendrá que esperar hasta que tengamos una decisión, señor.

FE: ¿Una decisión sobre qué?

S: Sobre usted.

E: ¿Sobre mi?

S: Sí.

FE: ¿Usted requiere un fallo sobre los particulares que desean ver las obras en el museo?

S: No estamos preparados para hacer más comentarios mientras que esté usted grabando…

VIGILANTE DE SALA: A decir verdad… Me tiene sin cuidado que esté usted grabando o no. ¡Quítese eso, como lo hizo conmigo esta mañana… y puede caminar libremente por esta galería!

FE: Ajá.

VIG: ¿Está bien? Eso es todo lo que tiene que hacer.

FE: Bueno, por qué me lo tengo que quitar?

VIG: Eso no le importa. Es todo lo que tiene que hacer… Lo siento mucho pero yo no… yo sólo soy un vigilante.

FE: ¿Es usted un vigilante de sala?

VIG: Sí.

FE: Es usted vigilante de sala y como vigilante de sala no me permite entrar con mi sombrero puesto.

VIG: Lo siento muchísimo, pero no puedo. Hasta que no recibamos una decisión al respecto.

FE: Oh, bueno, ¿y cuándo vamos a recibir el fallo?

VIG: Probablemente pasadas las cinco y media o seis de la tarde.

CORTE

FE:… que vaya a recibir una decisión al respecto. Me gustaría ver a alguien allí.  ¿Podría llamar a alguien en frente mío?

S: Ya hemos llamado, señor…

FE: No se lo creo.  No le vi hacer llamada alguna.

S: No me vio haciendo la llamada porque yo no la hice, pero el caballero sí llamó.

FE: ¿Cuál caballero?

S: No estoy preparado para discutir más este asunto con usted hasta que llegue el fallo. Ahora, usted puede apagar ese…

FE: Si pregunto por el fallo es porque me gustaría poder entrar.

S: Usted está desperdiciando su cinta.

E: No estoy desperdiciando mi cinta… y bueno… qué más dá?  Je, je.  ¿Me está sugiriendo no desperdiciar mi cinta?

CORTE

FE (dirigiéndose al supervisor nuevamente): ¿Me puede dar el nombre de la persona con la que pueda yo hablar personalmente? (Silencio) Cuál es su… L… H… L. Supervisor. Sr. L., ¿me puede dar el nombre de la persona con quien pueda hablar personalmente para entrar a la Tate? (Silencio) ¿Sr. L? (Silencio) Bueno, entonces yo voy a entrar… (L. sujeta el brazo de FE.  Sr. L., usted está usando… usted está recurriendo a la fuerza.

L: No estoy usando ninguna fuerza.

FE: Bueno, ¡alguien está usando fuerza!

VIG: Eh, bueno. Eh, estamos esperando…

FE: En verdad, están ustedes usando fuerza.

VIG:… por instrucciones. Eso es todo lo que tenemos que hacer.

FE: Bien, entonces solicito, de persona a persona, ¿quién…?

L: Ya le hemos explicado que alguien irá a venir.

FE: Me gustaría saber el nombre de esa persona.

VIG: Lo sabrá cuando venga.

FE: ¿Cuándo irá a venir?  ¿A las cinco y media como me dijo?

VIG: No demora.

FE: Yo no puedo esperar hasta las cinco y media. Tengo que ver las obras.

L: Puede ver las obras si se quita esa cosa de la cara.

FE: ¿No será esto una cuestión personal?  ¿O es un asunto del museo, sr. L?

L: El museo…

FE: ¿Es una regla del museo?

L: ¡SENTIDO COMUN!

FE: ¡SENTIDO COMUN?

L: Sí.

FE: Yo refuto su Sentido Común, señor. Voy a entrar.

CORTE

L: Hay un caballero viniendo ahora…

FE:… Está usted usando fuerza… Me está usted empujando…

VIG: No, no lo he hecho.

E: Me está empujando.

VOCES: Están viniendo ahora.

Tres o cuatro hombres bien vestidos se acercan a FE, rápida e inmediatamente lo agarran en un intento de empujarlo del lugar.  Varios espectadores presenciando el incidente previenen esta acción.

FE: ¡Ah! Está usando la fuerza para impedir mi entrada.

GUARDIA DE SEGURIDAD: ¿Le importaría salir de la galería, por favor?

FE: Me gustaría saber por qué motivo, señor.

ATAQUE (Dos oficiales de seguridad y un guardia ponen sus manos sobre FE). 

FE: Me están ustedes tocando. Me están tocando. Yo no estoy creando un disturbio.

LUCHA (con el micrófono).  El brazo de FE es fuertemente agarrado y torcido.   

FE: Me están insultando.

Oficial de Seguridad: ¡Quítenle eso!

FE: Me están tocando físicamente.

(Ellos se alejan para llamar a la policía. FE es detenido por un vigilante de sala.)

SIGI: ¡No pueden ustedes…! ¡Lo saben! Quiero decir… en problemas.

VIG:… este caballero-(susurrando)

SIGI: ¡Pero no lo pueden tocar!

VIG: Mire, está bien, no lo voy a tocar más, tengamos cuidado.

FE:… porque acaba usted de estropearme , señor. Usted me acaba de tocar y mi dedo me duele mucho.

VIG (fuerte susurro): Este hombre… puede entrar siempre y cuando se quite esa cosa.  Eso es todo. Si se quita eso estará tan libre como un pajarito… tan libre como sea que sea. Ahora, ¿por qué, por qué no lo quiere hacer?

FE: Está bien. Me lo voy a quitar ahora, pero entonces…

VIG: Muy bien, señor.

FE:… los confrontaré porque me han estropeado y los he de acusar con la policía.

VIG: Está bien.

FE: Porque todo está grabado.

VIG: Así es.

FE: Bien. Los acusaré con la policía de aplicarme daño físico para impedir mi entrada a la Tate.

L: Yo no lo he tocado…

FE: Usted me ha tocado, y tengo testigos.

L: Yo no lo he tocado.

FE (Dirigiéndose a una persona presente): ¿Actuaría usted como testigo de que ambos me tocaron?

L: Yo NO lo he tocado.

FE: Sr L… H. L. Ustedes me han tocado.

L: No estoy dispuesto a continuar discutiendo con usted.

FE: Muy bien. Entonces voy a entrar. Muchas gracias.

L: Entre. Ya se ha quitado esa cosa.

CORTE

El 4 de febrero en la Galería Sigi Krauss, Felipe Ehrenberg y otros miembros del Taller Polígono (Polygonal Workshop) escenificaron una ‘exhibición de la basura’ (originalmente motivada por la huelga más reciente de recolectores de basura) y la presentaron como una situación continua durante la cual las ideas del público fueron procesadas por el Taller Polígono.

20/5/2021

FIEBRE DE 39.4°C

por: Marianna Velasco Zambrano

 El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren o modifican habilidades, conocimientos, conductas y valores. Se aprende como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación. Eso según Wikipedia, que es muy aprendido, pero como resultado de la acumulación de información; Wikipedia no fue al jardín. Y si pensáramos el aprendizaje por experiencia, llegaríamos a la sabia conclusión de que la práctica hace al maestro. Dicho popular que sustenta las señoras que hacen fideos a mano a velocidad de Superman, a esos trabajadores que salen en los thumbnails tramadores de Youtube: “FASTEST WORKERS ALIVE 2021 VERSION. SEE WHAT HAPPENS!”. 

Pantallazo de búsqueda de “pato” en Google. 

El aprendizaje por experiencia -y observación- es el jardín infantil de los algoritmos. Ese jardín se llama Machine Learning -o aprendizaje automático-, un método de análisis de datos que automatiza la construcción analítica. Es decir, es la idea de que la máquina puede aprender desde los datos, analizando patrones y hasta tomando decisiones. El algoritmo es un bebé que acaba de ver un pato: la primera vez no sabe si es un perro, pero la segunda, la tercera, la enésima vez que lo ve, sabe que es un pato. Y así. Al punto de que si pregunto por patos no me van a aparecer en el buscador carros. 

pigpug.jpg 

La perdición del algoritmo son los pugs. Es que lo sobrecalienta. 

Tweet del pato conejo pasado por la inteligencia artificial de Google 

El pato conejo de Wittgenstein ilustraba el perspectivismo, las formas de ver. Si se ve “Como conejo” o “Como pato” depende de donde esté el ojo, variando así la percepción de la imagen sin que esta varíe o se mueva. Si el algoritmo de Google ve el pato conejo, el ojo pasa a ser la posición de la imagen: Si está girada entre 0-5 grados la Inteligencia artificial de Google la reconoce como pato; si está entre 5 y 40-50 grados, como un conejo. De ahí para arriba se sobrecalienta. 

Imágenes de animales en el cielo generadas por la inteligencia artificial de Google con el algoritmo de Deep Dream. 

Deep Dream es un algoritmo de procesamiento de imágenes creado por Google, que se basa en la enseñanza a sus computadoras en cuanto a la forma de ver, entender y apreciar nuestro mundo. Además, el algoritmo está formado por una red neuronal artificial, que fue entrenada mostrándole millones de imágenes como ejemplo, para así ajustar poco a poco los parámetros de la red neuronal hasta obtener la identificación de la imagen y clasificarla de la manera adecuada. 

En este programa de Inteligencia Artificial se originan ideas oníricas de Google, clasificando imágenes con solo «mirarlas», para así reproducirlas o mejorarlas sobre la base de patrones formados durante el aprendizaje/entrenamiento. Muchas de las imágenes editadas muestran ojos de animales y sus caras, ya que es lo que el software ha sido entrenado para ver y reconocer. 

Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Deep_Dream 

Publicidad generada por mi algoritmo de Facebook 

EL algoritmo de Facebook clasifica todas las publicaciones disponibles y se basan en la probabilidad de que el usuario tenga una reacción positiva ante ese contenido. Que no encuentre más que darle «me gusta» y comentar. Facebook decidió hacerse pasar por tu mejor amiga en el 2019 y a preguntar a diestra y siniestra: ¿quiénes son tus amigos cercanos? ¿qué publicaciones encuentras valiosas? ¿dónde vives? ¿es importante este grupo de Facebook para ti? No pregunta cómo estoy porque eso no aporta a que publicidad me va a botar. 

A mi algoritmo de Facebook -y digo que es mío porque es el que me tiene estudiada- le parece que soy una tía con problemas de hierro y con gustos en el chisme mejicano. Además, cree que soy adicta al <<clickbait>>. 

  

Pantallazo de mi celular Google Photos 

La función de reconocimiento de Google fotos utiliza la herramienta de reconocimiento facial para organizarte las fotos del carrete. Google fotos separa también las fotos de mi gata: 

Gata 

Trozo de madera 

Gata 

Gata 

Gata 

Gata 

Gata 

Pantallazo de mi WhatsApp de Textos generados con Auto-fill 

Textos generados únicamente presionando el botón del centro de Auto-fill de Google en la aplicación de mensajería de WhatsApp. Aplicación en la que paso una cantidad absurda de mi tiempo y aún así, el algoritmo cree que soy tarzán. Sin embargo, a partir de todas mis conversaciones, el niño de fácil fiebre sabe datos de mi vida: 

En qué universidad estudio 

Si tengo mascota 

A dónde voy frecuentemente 

Qué expresiones uso 

Menos mal, el aprendizaje automatizado pareciera nunca ser capaz de hacer del algoritmo el maestro. 

Descargar para lectura:Marianna Velasco Z

20/5/2021

Psicodelia de la acción 

por: Irene Beltrán Valdez

Ele:ctricsheep-flock-247-47500-7

By: Scott Draves and the Electric Sheep

https://archive.org/details/electricsheepflock- 247-47500-7/00247%3D47517%3D47517%3D47517.avi

No sé si esta es una obra psicodélica pero efectivamente es lo que querría ver con alucinógenos. Arte psicodélico se refiere a toda creación artista que se desarrolle bajo el efecto de sustancias psicoactivas, ¿exceptuando las socialmente aceptadas? ¿Cómo alcohol, cigarrillos o café? Antes hablemos de las drogas, según la REAL Académica Española: 

Sobre todo las primeras definiciones: 

Me recuerdan Bukowski, ¿su obra podría definirse como literatura psicodélica?, porque este hombre muy poco hizo sobrio. Razón que justifica el desagrado general de su tiempo, no tenía filtro y a la sociedad perfecta del siglo XX gringo le daba dolor de barriga leerlo. Ahora son muchos que admiran su perversiones, como Tom Waits, otro hombre borracho. 

¿Cómo olvidar sus canciones de cuna? 

Que para escuchar toca confirmar la edad…

 

Airuin, gud naigt, Airuin

Airuin, gut naigt

Gut naigt Airuin

Gut naigt Airuin

Ail quistiu inmai drims

siguecantandopegandolaspalabras

 

Ai louf Airuin

Gotnous aidu

Ailojer tildesigous drai

Ifshieberloa noder

Aimgona teic morfin

Andai 

 

…Airuin, gud naigt, Airuin

Airuin, gut naigt

Gut naigt Airuin

Gut naigt Airuin

Ail quistiu inmai drims

Pero esta es una canción de negros realmente y mucho más inocente

Como padre que le canta a su hija

¿De dónde sacó que tomar morfina y die?

Los blancos con su apropiación cultural… 

Oh ¡miren! Aquí hay otro blanco que lo vuelve un country 

¿Se duerme mejor así? Debí aprovechar mejor este espacio, como buena mujer de este siglo, y hablar de artistas, en vez de quejarme. 

Siguiendo con la literatura y las drogas entonces hablemos de Pizarnik

https://www.elespanol.com/cultura/libros/20161010/161984556_0.html

 

La sociedad es tan perversa que su poema más conocido es el de su suicidio. 

Signos

Todo hace el amor con el silencio.

Me habían prometido un silencio como un fuego, una casa de silencio.

De pronto el templo es un circo y la luz un tambor. 

 

No, no es ese, pero con un simple verso se resume su mente.

No la entiendo.

También pasó con Storni,

Porque Mercedes Sosa cantó 

por la blanca arena que lame el mar, su pequeña huella no vuelve más…

 

A lo que le llamo el arte de amar la d

e c

a

d

e n

c i a

Desacargar para lectura: Irene Beltran

7/4/2021

Vario incendios pequeños y leche, Ed Ruscha, 1964

Un libro de artista
un ejercicio conceptual 
quince imágenes en blanco y negro 
de pequeñas llamas emitidas por estufas, 
cigarrillos, fósforos... 
seguidas de un vaso alto de leche 
para calmar la acidez estomacal.
1964.

 

 

entrevista completa: aqui

17/2/2021

Obra PEQUEÑA: ¡eso es!

«Obra pequeña: ¡eso es!, ¡eso es! PEQUEÑA. Este es uno de los adjetivos para definir lo bello en arte. Aun el Moisés, con ser tan inmenso, te parece que lo puedes llevar para la casa. Pero más aún lo griego. Las Venus y el Efebo del Subiaco te dan la impresión de que puedes llevarlos, que caben en todas partes. Lo bello no tiene dimensiones. Los que hayan contemplado a los dioses griegos y al Moisés, me comprenderán. Al decir pequeño, quiero significar lo que no tiene longitud, ni latitud, ni espesor; que nada le sobra; que es una idea materializada y que la materia es la precisa para que la idea se manifieste.

Sigamos, pues. Quizá la palabra no sea pequeña, sino liviana. Las obras feas, pesan, y es propiedad de la belleza espiritualizar la materia.

Pequeño, sencillo y liviano tienen casi el mismo significado en este ensayo sobre el arte.»

 

El Hermafrodita dormido, Fernando González, 1933.

16/12/2020

Diálogo de mãos

Lygia Clark (1966)

 

Para construir una cinta de Möbius, se toma una tira de papel, se da media vuelta a uno de sus extremos y se pegan. Es una superficie que solo posee una cara. Tiene solo un borde. Es una superficie no orientable.

«Este sentimiento de totalidad capturado en el acto debe encontrarse con alegría, para aprender a vivir sobre el terreno de la precariedad. Este sentimiento de precariedad debe ser absorbido para que se descubra en la inmanencia del acto el sentido de la existencia». Lygia Clark and Yve-Alain Bois. “Nostalgia of the Body” October, Vol. 69 (Summer, 1994), pp. 85-109.

 

16/12/2020

Estruturas de Caixas de Fósforos

Lygia Clark (1964)

 

 

9/8/2020

Enunciados

«Dos minutos de pintura en aerosol aplicada directamente sobre el piso utilizando una lata estándar  de pintura en aerosol»

Lawrence Weiner, (1968) Language as sculpture.

8/8/2020

C O L E C C I Ó N

La Ene, Nuevo Museo Energia de Arte Contemporáneo

La colección de La Ene no necesita de grandes depósitos ni expertos conservadores, no corre peligro de perderse en una inundación ni está a merced de la humedad y los cambios de temperatura. La colección de La Ene existe en la memoria como conjunto amorfo en constante transformación, capaz de ser reactivado tantas veces como sea necesario. La colección de La Ene puede viajar en un pendrive, en un disco rígido, en un papel o en la cabeza de una persona. La colección de La Ene puede ocupar cualquier espacio en el que se la instale sin jamás perder su energía.

Las siguientes piezas forman parte de nuestra colección, adquiridas entre 2012 y 2017

The following pieces in order of acquisition are part of our collection, assembled between 2012 and 2017

-Radames Juni Figueroa, Never-ending Tropical Fountain, 2009

-Franco Ferrari, Andrea Sacchi, 2011

-Felipe Salem, Gigante, 2011

– Sofia Gallisá Muriente y Zaq Landsberg, Defiance, 2010

– Esteban Valdés, Solidaridad obrea, 1973

– Gala Berger, Sucursal, 2011

– Marcela Sinclair, Museo (construcciones efímeras), 2011

– Oficina de legales, Entrevista, 2011

– Anonimo, Buque Yapeyú, 1956

-Leonel Pinola, Le musée cèst moi, 2013

-Marina Reyes Franco, Modelo Ene, 2011

-Nicolas Robbio, Propuesta para una bienal vacía, 2008

-Adriana Minoliti, Museo Queer, 2013

-Lino Divas, Bandera para un museo iluminista de bajo consumo, 2013

-Otto Berchem, Flag para La Ene, 2014

-Basica TV, Shade, 2015

– Daniel Aguilar Ruvalcaba, El mundo será un museo, 2014

– Fernanda Pinta y Federico Baeza, Archivo oral de arte latinoamericano. Conferencias Escogidas. Primera Entrega. Yo mismo, Oscar Masotta, 2015

-Juan Caloca, Pabellon insurrecto, 2015

– Dudu Quintanilla, Passinho, 2015

-Daniel Alva Torres, Antes que artista…, 2017

-Sol Pipkin, Tenemos un pasado espléndido por delante, 2017

-Juan Reos, Monumento a la bala perdida,2017

-CAYC, Exhibición homenaje a Salvador Allende, 1973

-Lea Lublin, Adentro y afuera del Museo, 1968

-Fernanda Laguna, Carta para Victoria, 2008

Sucursales

Las sucursales son la manera en la que nuestra colección y el Museo La Ene viajan y establecen bases en diferentes latitudes. Sus características particulares son la incorporación de elementos de traducción propios del lugar donde se instala la Sucursal y su capacidad para elegir proyectos que puedan dialogar con el nuevo espacio a ocupar. Con especial interés en producir el mismo sentido que La Ene tiene en su lugar de origen, se trasladan también aspectos relacionados con nuestra Area de Influencia Ampliada y Residencia.  Las Sucursales pueden ser organizadas en cualquier tipo de espacio, al igual que nuestra colección, su naturaleza es la adaptabilidad.

8/8/2020

M U S E O

Marcela Sinclair, Museo (construcciones efímeras), 2011. 

Colección La Ene, Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo.

8/8/2020

Centro de ocio

David Shrigley

19/6/2020

Un agachese de muchos

El curador Maykson Cardoso hace un agáchese que es una exposición contrabandeando objetos desde América Latina hasta Europa. La exposición cabe en una maleta. 

Al fin y al cabo, Hecha la ley, hecha la trampa, o: el contrabando como alternativa produjo su primera acción – Acción # 1: A RAS DEL SUELO–el 18 de febrero de 2017, en la acera de la Aduana Marítima, ubicada en el antiguo Puerto de Mercancías y al lado de la estatua de Cristóbal Colón apuntando hacia el mediterráneo, en Barcelona.

Hecha la ley, hecha la trampa.

19/6/2020

Videopost

2 cintas de 30 minutos, cada una con 17 proyectos de arte postal para video, realizados y presentados en MAC por Jonier Marin, del 8 al 14 de octubre de 1977. Itamar Martínez, Jean Kuhl, Hervé Fischer, Alain Snyers, Oscar Caraballo, Fred Forest, Antonio Ferro, Clemente Padín, Mukata Takamura, Antonio Vigo, Romano Peli, Rachid Koraichi, Untel Group, Jonier Marin, Klaus Groh, Eduard Bal y Pawel Petasz.

 

Jonier Marín 
Videopost, 1977
Impresión offset
3,5 x 5 cm c/u
Colección MAMBO

14/6/2020

huevo y poesía

Joan Brossa, Eclipsi, 1988

Joan Brossa y su iconoclasta jerarquía en Eclipsi. Brossa fue un poeta catalán que pedía huevos fritos porque no sabía cómo freirlos. Solo sabía hervirlos. Estampó un huevo frito en el pecho de un cocinero a manera de condecoración. El huevo del caos es un huevo al que se le da cuerda. La vertiente mística del huevo sugiere la representación del alma y todo aquello que está en potencia, lo que puede ser, lo contingente. La nada previa al estallido del universo, eran todas las posibilidades que podían concretarse.

 

Joan Brossa, El huevo del caos, 1988. 

 

«Con la poesía visual se vuelve de algún modo a los ideogramas, que están en el origen de la escritura. Pero la poesía visual ha sido un proceso dentro de mi obra. Empecé diciendo cosas a través del lenguaje, que tenía mucha importancia, pero llega un momento en que adopto un fórmula antirretórica, buscando el encuadre de la realidad pero con el mínimo de adjetivos, porque me interesa la cabeza y no la peluca… Esto me llevó a la descripción minuciosa del objeto, y de ahí a la poesía visual hay un paso. Nada ha sido gratuito, sino todo un proceso que se ha ido consolidando: pasé del soporte del papel al soporte del objeto y luego ya al objeto por sí mismo.»

 

12/6/2020

shows en maletas

 

“En América Latina también estaba tratando de promover una serie de «shows en maletas» que los artistas pudieran transportar de un país a otro, evitando las instituciones y permitiendo más redes internacionales e interacción cara a cara entre artistas.” 

Lucy Lippard, Curating by numbers

 

19/5/2020

Total art matchbox

Ben Vautier, Total Art Matchbox, 1966.

USE THESE MATCHES TO DESTROY ALL ART – MUSEUMS ART LIBRARY’S – READY-MADES – POP-ART AND AS I BEN SIGNED EVERYTHING WORK OF ART – BURN – ANYTHING – KEEP LAST MATCH FOR THIS MATCH –

·fluxus·

19/3/2020

Dados

Peter Downsbrough, Then, 2016

23/10/2019

Portátil: una colección entre muchas posibles

«Mirar con delicadeza versus el gran espectáculo.»

Zalamea, Gustavo. 2002. Portátil. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

23/10/2019

Portátil: una colección entre muchas posibles

“Portatil es un teléfono que se lleva a todas partes” como aparato de la comunicación instantánea que encarna aspiraciones en la eficacia de la acción. “El concepto de portátil, se relaciona con algunos materiales: el plástico, por ejemplo, los poliestirenos sintéticos, que se caracterizan por su adaptación a cualquier necesidad industrial /vasos, objetos, ropas, muebles, automóviles” Lo portátil se presenta con una “despreocupación corrosiva por el centro, por la tradición y por el poder”. Es una colección que sale de un museo universitario y se concentra en el aspecto más caprichoso de su estatus: el movimiento. Por fuera de los muros del museo, la colección se presenta en su movimiento centrifugo más básico.

Anotaciones:

Viaje;

Relaciones vehículo – paisaje

Relaciones viaje – equipaje

Equipaje; ser híbrido hecho de carne, sangre, y sueño, cuero, cartón, lona, aluminio. Compuesto auto portante. Lo útil para sobrevivir en un medio hostil.

Evaluación de los objetos sobre los cuales veníamos. Niños/ valijas de siete leguas. Caja enigmática (auscultación) fabulosos secretos. Abrete sésamo. (Escenografía de la estación del tren) (Teatro demostrado de caracoles) (arrancador de dientes de dragón) (La valija de la mujer fakir).

Colados, auscultados, sondeados, palpados, descritos, minuciosamente, los objetos guardan siempre una parte irreductible de análisis. Algo de irracional que les da ventaja. Interfieren en nuestro universo afectivo pero son signos en bruto y por lo tanto peones avanzados en el tablero del universo mágico”

Modelo de la anarquía (Dispositivo que establece un orden basado en la anarquía). Modelo de la exposición = modelo de proliferación. Nomadismo. Modelo de la anarquía trasladado a la esfera de la política = anarquía entendida como organización libertaria (por completo opuesta a cualquier justificación del uso de la fuerza en la actualidad) y por principio.

Anarquía. En sentido propio, el estado ideal de la sociedad, de la que se ha excluído todo tipo de explotación (todo tipo de dominio del hombre por el hombre). El sistema capitalista y sus medios de comunicación transmiten la idea de que se trata de una situación política en la cual la constitución, el derecho y las leyes han perdido su validez = el caos. Se trata de una falsificación, de una adulteración de la idea original.

Proyectos inclusivos:

Veáse Arte en Emergencia

Veáse artículo Los proyectos inclusivos en el arte contemporáneo en Bogotá. Nueva Fauna y Flora de Fernando Escobar y y la Bienal de Venecia de Bogotá de Franklin Aguirre.»

Zalamea, Gustavo. 2002. Portátil. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

 

23/10/2019

Escapar al origen, sea cual sea.

«Nada convincente, averiguable, permite decir que un cúmulo, un depósito de cosas, llamado tesoro, sea un agregado homogéneo de cosas. Los propio de un tesoro es sobre todo su amplitud. Es ella quien le proporciona su brillo, su meraviglia, el halo que parece unificar los objetos amontonados y oscurecer su origen real. Que conozcamos la historia de aquellas cosas, su pedigrí, al artesano que las ha producido, no cambia nada. La cosa exhibida como elemento del tesoro escapa a su origen, sea cual sea. El tesoro es un despliegue de cosas fetichizadas, llenando una habitación, un lugar, una cripta donde se opera la alquimia de la fetichización»

Remo Guidieri, El Museo y sus fetiches. Madrid: Tecnos, 1997. 

28/5/2019

La bolsa para transportar; La teoría de una ficción

En «The Carrier Bag Theory of Fiction», Ursula Le Guin presenta una teoría; la primera herramienta fue una bolsa para llevar comida, en lugar de lo que siempre creímos; un arma. «The Carrier Bag Theory of Fiction» da peso a las mujeres como las primeras creadoras de herramientas. Le Guin establece una conexión entre la historia de los orígenes y la escritura de ficción. Contraria la instaurada epopeya del héroe que va a la batalla, Le Guin plantea la novela como una forma femenina, principalmente porque rechaza la noción de un héroe.  “La forma natural y adecuada de la novela podría ser la de un saco, una bolsa. Un libro contiene palabras. . . Una novela es un paquete de medicina, que contiene cosas en particular, una relación poderosa entre nosotros y con nosotros «.

 

30/4/2019

¡Este no soy yo!

-Primera parte;

Forme un círculo en medio del patio con todos sus compañeros. 

A la cuenta de ¡NINJA! todos saltarán y tomarán una posición. Todos deben quedar estáticos. 

Quién dirige comienza con el juego y se hará en sentido antihorario.  

Debe hacer un movimiento en seco intentando tocar a su compañero más próximo del codo hacia los dedos. Al terminar el movimiento debe quedarse estático en la posición que se encuentre. El compañero tiene la posibilidad de evitar el contacto, debe ser un solo movimiento en seco. 

Si el atacante consigue tocar a su compañero, el atacado perderá el brazo –lo deberá inmovilizar tras su espalda y no lo podrá volver a utilizar para atacar-.  

Si el atacado pierde sus dos brazos queda descalificado y sale del circulo. 

A medida que los integrantes van siendo descalificados el circulo se va cerrando, cubriendo los espacios que dejaron los ausentes. 

-Segunda parte;

Haga que todos comiencen a caminar aleatoriamente por todo el espacio.  

Mientras todos caminan alguien se encargará de hacer tres ruidos – un aplauso, dos aplausos, un grito-.  

Cada vez que los participantes oigan 1 aplauso, deben agacharse y continuar la caminata.  

Cuando oigan 2 aplausos deben saltar y continuar la caminata.  

Cuando oigan el grito deben detenerse y quedarse inmóviles hasta volverlo a escuchar. 

 

-Tercera Parte 

Mientras todos siguen caminando al azar, controle el ritmo de caminata. Para hacerlo, aplauda. Ellos deben obedecer a su ritmo con su andar. 

 

 

-Cuarta parte 

Cuando los participantes siguen con la caminata aleatoria, deben sostener la mirada con quien se cruzan.

 

 

-Quinta parte 

Formar grupo de 4 integrantes.  

Un integrante siempre estará al frente de los demás integrantes –fijo-. 

Los integrantes frente al integrante -fijo- deberán proponerle un rol; crear una historia que haga que este integrante se convierta en otra persona actuando. 

Cada 20 segundos quienes observan darán la pauta de cambio, de esta manera pasara un siguiente integrante a proponerle otro papel al integrante fijo. 

Al cabo de 1 minuto, el participante fijo ya habrá improvisado con sus compañeros móviles a jugar a ser 3 personas diferentes. 

Al volver al primer personaje, retomar en el momento en el que quedaron en la improvisación. 

  

Cada parte tiene una duración de 5-10 minutos aproximadamente. 

30/4/2019

Preguntas errantes

¿Usted se ha preguntado? …

Últimamente he caído en cuenta que me la paso preguntándome todo.

Me he preguntado por qué hablo tanto, y me doy cuenta que es porque la gente responde así a mis preguntas con sus diferentes perspectivas.

Me he preguntado si las palabras tienen dueño, y me doy cuenta que no, son de quien las necesita.

Me he preguntado qué es ser polémico, y me doy cuenta que todo lo diferente es extraño.

Me he preguntado una fórmula para la felicidad, y me doy cuenta que no existe una fórmula más sensata que el vivir.

Me he preguntado si algún día se deja de sufrir, y me doy cuenta que algunos sí, pero otros tan solo aprendemos a sobrellevar el dolor.

Me he preguntado si algo nos pertenece, y me doy cuenta que no hay nada más subjetivo, egoísta y capitalista que lo propio.

Me he preguntado por qué la maldad, y me doy cuenta que es tan solo un tirano sostenido por el miedo.

Me he preguntado si la amistad es acolitar, y me doy cuenta que es decir la verdad sin miedo.

Me he preguntado si llevo el arte a todos lados, y me doy cuenta que es él quien me lleva a mí a donde le da la gana.

Me he preguntado si, en realidad, es insensato tener fe en la humanidad, y me doy cuenta que desconfiar y triunfar no van de la mano.

Me he preguntado si disfruto mi vida, y me doy cuenta que por andar preguntando pendejadas no disfruto los pequeños placeres de la vida.

Me he preguntado si he sido consciente de la levedad y la tranquilidad, y me doy cuenta que sí, que fue en una residencia, fue Cachipay.

Me he preguntado si tengo respuestas, y me doy cuenta que cuando las tengo, me cambian las preguntas.

30/4/2019

La cacofonía del mito

 

“Ojalá esto sirva, ojalá eso pase, no quiero cansarme. Vamos a ver qué pasa, si se rompen los platos, los pocillos, las sillas. Lagos, piscinas, casas, fantasmas y café. No espero nada y lo espero todo. Pienso en todo y no quiero pensar en nada. Vamos a ver qué pasa; y ojalá esto sirva, ojalá eso pase, no quiero cansarme.” (22 de marzo 2019, llegando a Cachipay.)

Todo era tremendamente simple. Nada tenía sentido, todo pasó bajo el sol de una tarde de domingo. El espacio: Una piscina vacía. El motivo: ser leves. Los participantes: nosotros y nuestra conciencia. Era sólo seguir un conjunto de instrucciones que llevarían a un resultado que ni yo –quien se supone había pensado en el ejercicio– esperaba del todo. El sol, el cansancio, el tinto, los textos, los tobillos torcidos, los pies descalzos y la mente de cada uno fueron suficientes para invocar al eco; invocar a una cacofonía de palabras que expresaban asuntos que nada tenían que ver con lo irreal, con lo reflexivo, con lo mítico, pero que en conjunto formaban una nueva percepción de sí mismos. Se transformaban, se entrelazaban, y formaban entre sí el mito del eco de la piscina.

Érase una vez 15 personas dispuestas a dejarse ensordecer por insensateces, por su propia mente. Érase una vez 15 personas que decidieron enfrentar el sol para estar dispuestas a dejarse ensordecer por las palabras y sus múltiples combinaciones. Érase una vez 15 personas, que a través de un juego de decisiones, de persecuciones y lectura automática, lograron crear un mito del eco; un rito que quedaría impregnado en la memoria de las paredes de baldosa, un trampolín desvencijado y agua podrida.

 

Las instrucciones eran simples y claras. Era un juego, un punto de encuentro entre cosas que en general nunca se encontrarían. Se trataba de la combinación de un cadáver exquisito con el tradicional juego pato, pato, ganso. Se entregaría a cada participante un libro sobre botánica, sobre rosas, sobre perros, sobre cualquier cosa. De ahí, todos los participantes del ejercicio menos uno deberían sentarse en círculo, como en pato, pato, ganso y esperar a que el que los circundara ejecutara el comando.

 

 

– Un golpecito en la cabeza ordenaba al hablante a ejecutar lectura automática según sus reglas.

 

– – Dos golpecitos en la cabeza indicaban que debía parar.

 

– – – Tres golpecitos en la cabeza indicaban que el participante sentado debía ponerse de pie y salir corriendo alrededor del resto de participantes sentados, para competir con su ejecutor el puesto de hablante o de ejecutor de comandos.

 

 

inicio//Pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, pato, ganso 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Eso escuchaba en mi cabeza combinado con los múltiples nombres de especies de rosas: Rosa banskiae, Rosa centifolia, Rosa gallica, Rosa sempervirens, Rosa damascena, Rosa glauca, Rosa laevigata, Rosa rugosa, Rosa moschata, Rosa wichuralana, 21, Rosa rubiginosa, las rosas se deben cortar, 22, Rosales modernos, (alguien hablando al revés). pato, pato, pato, (alguien tocó mi cabeza dos veces debo parar), (alguien sigue hablando al revés), border collie, 30. (alguien lee como disco rayado).

Pensaba en esa cacofonía sin sentido, en esa nueva teoría natural sobre el sonido, los perros y las flores. Pensaba en lo que Georges Perec denomina como el espacio inhabitable; ese espacio que es “el mar vertedero, las costas erizadas de alambre de espino, la tierra pelada, la tierra osario, los montones de caparazones, los ríos lodazales, las ciudades nauseabundas”. Los huecos de piscina, el agua estancada en las baldosas, los tubos de PVC desvencijados. “La arquitectura del desprecio de la pamema (…) lo reducido, lo irrespirable, lo pequeño, lo mezquino, lo estrechado, lo calculado justo a tope”[1]. Pensaba en cómo nosotros negábamos por un momento el carácter inhabitable extraño de la piscina vacía. Que la hacíamos nuestra. Que si de ser por nosotros hubiéramos dejado alguna huella visible o palpable en las paredes de ese cuadrilátero extraño.

Sin embargo, fuimos más allá y dejamos la huella impalpable, la huella de la memoria. Paloma hablaba de la energía y de la carga que tanto las personas, los objetos, e incluso las acciones, eran capaces de dejar en un lugar cambiándolo para siempre. Dejamos nuestras voces, la nueva teoría natural que existió durante unos minutos pero que nadie escribió. Dejamos el mito del hecho, de la acción efímera. Dejamos las palabras que habitaron el espacio; el ruido y el silencio que el viento se llevaría pero que quedaría por siempre impregnado en las juntas de las baldosas con cloro lavado y hojas.

No había objetivo más allá del juego, de la toma de decisiones, de la aleatoriedad. Tal vez el punto más importante se encontraba en la misma toma de decisiones, la cual no dependía sólo de quién elegía al participante para luego designarle la tarea de leer, callarse o correr para relevar su puesto. Dependía también del hablante, de cómo hacía suyo el ejercicio de azar. Algunos la captaron, otros no. Unos se limitaron sólo a leer como siempre habían estado acostumbrados, y otros jugaron con las estructuras gramaticales, con lo que veían sus ojos, con los números, las vocales, leer al revés o al derecho, repetir.

El mito se construye desde la presencia efímera en el espacio. Ese día se construyó desde el mismo mito de la actividad de clase, de la reunión de estudiantes en una finca para pensar en la levedad. Daniel mencionó esto alguna vez (no sé si hace un mes o la semana pasada), y está en lo cierto. Lo que se le escapa es que lo que hacemos permanece en el mito para todo el mundo y es algo que creamos y que sólo entendemos nosotros. Y eso está bien. Por ahora la piscina sigue vacía, quién sabe por cuantos días, meses o años más, pero ahí sigue nuestro aliento, nuestras pisadas y el barro que llevamos desde el lago aledaño hasta su suelo. Ahí siguen los libros sobre plantas, sobre perros y sobre “La inteligencia de las flores”. Ellos cuentan sus historias pero ahora también la nuestra.

María José Dávila

 

Bogotá, no-sé-cuánto-tiempo-desde-Cachipay. (2019).

[1] Georges Perec, “Especies de espacios”, Fotocopioteca Lugar a Dudas, 41 (2014):41. (Quise hacer una selección de los espacios que Perec considera inhabitables y combinarlos con lo que es mi visión de la piscina como lugar inhabitable, sólo por si acaso.)

30/4/2019

Ritual de sanción cósmica

Volar, lo que se dice volar, no vuelo.

Flotan las cenizas de la fogata causante de la reunión de la gente. A decir verdad, creíamos ascender juntos. Era un revoloteo de veinte, tal vez unos menos. Empezaron como algunas instrucciones precarias que luchaban para convertirse en experiencia. Al comienzo, dudé que pudiéramos conectar. Sin embargo, bastó sólo un segundo para cerrar los ojos y elevarnos.

 

Arda.

Viaje.

Siéntese.

Cierre los ojos.

Sea leve.

Sea un objeto.

Úntese.

No se salte la instrucción.

Cállese.

Beba.

Piense.

Repita.

Concéntrese.

Pase el signo.

No ensucie el piso.

Lávese los pies.

Frótese y límpiese.

 

Los signos inofensivos se entrelazaban, se compenetraban. Que bien se sentía mi pie rozando la tierra húmeda, beber del agua que tomaban todos, el calor de las hojas en mi frente y el roce de la tela en mi piel. Se me olvidó la casa que me causaba temor y la nostalgia que me había perseguido por todo el camino. Incluso, pensé que al acabarse los signos se terminaría la experiencia, pero me di cuenta de que era sólo el comienzo.

 

Los rituales siempre me habían parecido algo pesado y nunca imaginé que podría «dirigir» uno. Se necesita una persona a cargo que proponga una situación- o en algunos casos que la cree por completo-, de las instrucciones adecuadas para que todos puedan conectarse y lo más importante, no se vea afectada si a nadie le interesa lo que dices. Algunos se lo tomaron un poco a chiste y eso estuvo bien, otros no entendían el porqué de las instrucciones, pero accedieron a todo. Otros, como Linda, se lo tomaron muy enserio de p a pá y unos cuantos no hacían más que mirar el fuego. A decir verdad, no esperaba más, pero tampoco esperaba menos.

Volar, lo que se dice volar, no vuelo.

 

 

23/4/2019

Octavo Encuentro

Cali - Club de ajedrez del Café Boulevard

4 de abril de 2019

 

     

 

El Café Boulevard está en la innombrable Calle del Pecado del Cali viejo. A partir de las 2:00 de la tarde reverberan cuerpos masculinos jubilados que vienen a este lugar a pasar la tarde jugando ajedrez. No solo juegan ajedrez, otros juegan cartas y otros miran el juego de los demás. Algunos otros se dedican a dar instrucciones y a enseñar sin querer, las mejores jugadas. Todos los asientos tienen cojines para cuerpos cansados. Este espacio de ausencia femenina, convive con una licorera y una venta de empanadas en el primer piso. Ambos atendidas por mujeres. La Calle del Pecado en los años setenta, fue considerada una afrenta a las buenas costumbres que tentacularmente fueron poblando el lugar, primero con 6, luego con 10, y después con 20 griles de vida nocturna. La eterna fiesta comenzó cuando terminó la construcción de un edificio en la calle novena entre las carreras tercera y quinta, construido por los empresarios de la noche, que desplazaron a las familias que habitaban el lugar. ¿Por qué se llama la calle del pecado? – le preguntamos a la señora de los helados de coco. –Pues imagínese que pasaba por aquí-, responde.  Jaime, un asiduo jugador,  dice que el lugar cambió de locación tres veces y que probablemente sea el ajedrez más antiguo del país. Su primera sede fue en el primer piso del Café Boulevard. Luego pasó a cinco casas arriba a un segundo piso y ahí duró tres años. Volvió a moverse al segundo piso del edificio justo enfrente, también de carácter patrimonial. Después regresó al segundo piso del café Boulevard y ahí se quedó. Jaime dice que juega aquí desde hace 65 años. En una pared cerca alguien escribió un exorcismo: “La calle del ‘Perdón’… donde abunde el pecado sobreabunda la gracia!».

Segundo piso del Café Boulevard donde se encuentra el club de ajedrez.

 

Entrada al club de ajedrez.

Vista desde el segundo piso al interior del club de ajedrez.

Mesa de registro.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Usuarios de la obra Columpio de Daniel Blanco.

Usuarios de la obra Columpio de Daniel Blanco.

Demolición de Antigravedad de Juanita Bernal, 2019.

Montando Columpio, Daniel Blanco.

Montando Columpio, Daniel Blanco.

Detalle de Columpio, Daniel Blanco, 2019.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Daniel Blanco, Columpio, 2019.

Juanita Bernal, Antigravedad, 2019.

María José Dávila, Viento en Popa -instrucciones–  2019.


España and Samboní, D5 – E5, 2019.

Gustavo Henao, Barrio El Calvario, 2019.

María Camila Lesmes, Huerto de pimentones, 2019.

Andrea Infante, La división del mundo, 2019.

Paula Leuro, Esto es un aforismo, 2019.

Luna Gabriela Giraldo, Masas de ajedrez, 2019.

Johan Samboní, Burbujas hechas con sudor de Elías Heim, 2019.

Jorge Acero, Sin título (Los pingüinos de vidrio), 2019.

María José Dávila, Mamá, tengo sueño, 2019.

María José Dávila, Mamá, tengo sueño, 2019.

Alejandra Montero, 60 títulos, 2019.

Laura Campas, Racism no longer exists, 2019.

 

Ramiro Martínez, Asirenada, 2019.

Fidelina Bonilla, Chontaduro, 2019.

María José Dávila, Yo, No sé, 2019.

“Se acabó la bochornosa Calle Del Pecado” en, Despertar Vallecaucano N° 47, 1979.

“Seis horas, hasta las 7 a.m. se demoraron las autoridades en llegar al grill donde a la 1 a.m. de ese mismo sábado, cálido y turbulento, un parroquiano había disparado su arma contra otro, presumiblemente un competir en el negocio de los estupefacientes.

Lo anterior sucedió hace 10 años en la calle 9a. entre carreras 3a y 4a de Cali, vía que desde entonces ostentaba el nada grato nombre de «Calle del Pecado» gracias al existencia de 20 grilles o cabarets de pipiripao en cuyas penumbras se abusaba del sexo, se consumían cantidades navegables de licor y marihuana al compás de la música vulgar, estentórea y de pésimo gusto. Lugar de esparcimiento al socaire de las sombras de gentes viciosas, de damiselas de dudosa ortografía, homosexuales en indumentarias ridículas, de afortunados nuevos ricos venidos a más a través del contrabando y la droga, los grilles de la «Calle del Pecado» llegaron a tener fama nacional hasta el punto de que muchos viajeros que llegaban a Cali en busca de aventuras, la primera dirección que pedían en sus respectivos hoteles era la de la escandalosa vía, con su cotejo de asechanzas, peligros y arriesgados encuentros.

El relajo comenzó hace de tres lustros cuando el edificio recién terminado de un acaudalado caballero caleño, fue alquilado por un santiamén por los propietarios de varios clubes nocturnos que tomaron posesión del inmueble.

En un año seis grilles habían sentado sus reales en la construcción recién terminada y posteriormente y como por arte de magia, y por esa característica capacidad de imitación que es común en los colombianos, aparecieron diez más y luego cuatro que coparon todos los locales de la calle 9a entre carreras 3a y 5a. Las gentes decentes que vivían en ese sector, como don Jorge Steffens Glenn, no pudieron resistir el bullicio nocturno, el clangor de los bafles a todo volumen y los alaridos de personas beodas que rondaban por doquier y emigraron del lugar. La propiedad raíz se vino abajo y nadie quería comprar nada en ese sitio o alquilar los pisos altos de los edificios de varias plantas.

El apogeo de la guacherna duro varios años hasta que, sin que las autoridades tomaran la más mínima acción contra el bochinche y la promiscuidad ambiental, los tales «grilles» amontonados unos contra otros y en fiera competencia ruidosa, comenzaron a perder clientela ya que los antiguos calaveras y bohemios se cansaron y comenzaron a escasear.

Hoy la archifamosa «Calle del Pecado» no es sino un fantasma de lo que fue, ya que el edificio principal, nido de seis de esos tórridos bailaderos han desaparecido dos y en la calle 3a más de diez han quebrado y esfumado, dando por fin, lugar a que ingresen negocios decentes y a que la propiedad vuelva paulatinamente a adquirir algún valor económico. Esto, no obstante, son numerosos los locales que en esa calle permanecen desocupados en vista de la resistencia que aún subsiste entre las gentes a establecerse en un vecindario que todavía recuerda épocas de violencia, de escándalo y de ordinariez en los años pasados.

Una notaría, la Séptima, una sastrería, un salón de modas, un almacén de cambio de monedas, una encuadernación, un local de fotocopias, un restaurante y un almacén de artículos fotográficos, han ocupado valientemente los destartalados locales que alguna vez crepitaban al influjo de la música rock más barato y de la salsa más distorsionada, en todo el centro de Cali.

Los griles que quedan no parecen gozar de mucha acogida en la actualidad en todo caso son pocos y para beneficio del prestigio de Cali, la bochornosa «Calle del Pecado» ha pasado a la historia por consunción moral y está recuperando su antiguo aspecto de vecindario limpio y decente de la urbe.”

 

26/2/2019

Todos estamos haciendo cosas

“En realidad, todos estamos haciendo cosas. Más que artistas, que suena hueco y pomposo, somos artesanos, es decir, gente que hace cosas.”[1]

Hoy no hay ejercicio, hoy no hay carreta autónoma. Hoy sólo pienso en el cliché del artista: el bohemio, el libre, ‘el como el viento’. Es gracioso porque puede que lo sea, pero lo veo más desde la creación y la capacidad de pensar más allá de lo que ofrece el mundo. Pero la “vida” como tal del artista (o del que-hace-cosas) no es tan libre, tan bohemia. Hay trabajo, hay sudor y hay lucha. Hay trasnochadas y reflexiones sobre cómo conseguir material y cómo poner el pan sobre la mesa. Pero hay levedad en la forma en la que, desde esa misma pesadez, el artista se relaciona con el mundo: debe salir, debe mirar, debe hablar. Debe pensar sobre todo y sobre nada, e incluso puede no hacerlo. En cierto modo puede hacer lo que se le de la gana; no ha de quedarse quieto, ni de cuerpo, ni de mente o espíritu.
Somos gente que hace cosas y eso es leve. Lo pesado es pensar qué cosas, y si ver la carreta que nos metemos en la cabeza es un yunque que podemos soportar.

María José Dávila

[1]Enrique Vila-Matas, Historia de la literatura portátil. Barcelona: Anagrama, 2000. P. 81.

19/2/2019

Llévame a un sitio inútil

Por favor

Por, favor. Por favor. Por favor. Llévame a una página inútil

 

5/2/2019

El secreto de la iluminación suprema

La primera palabra: Jack Kerouac toma una mirada fresca a Jack Kerouac

“La vergüenza parece ser la clave para la represión en la escritura [y en otras cosas], así como en el malestar psicológico. Si no se adhiere a lo que primero pensó y a las palabras que trajo el pensamiento, ¿cuál es la sensación de molestia de todos modos, y cuál es la sensación de imponer sus mentiras sobre otros, o, es decir, esconder sus pequeñas verdades de otros? En el Sutra de Surangama, Gotama Budda dice: «si ahora estás deseoso de comprender más perfectamente la Iluminación Suprema, debes aprender a responder preguntas de forma espontánea sin recurrir al pensamiento discriminativo.»

La traducción es de google. Jack Kerouac, “La primera palabra: Jack Kerouac toma una mirada fresca a Jack Kerouac”, en The Portable Jack Kerouac, ed. Ann Charters (New York: Penguin Books, 1995), 486.

 

 

———— 05-02-19. À Transmilenio. Je suis à Transmilenio, Bogotá se fue porque no le contesté el teléfono patía. Faber Castell se lavó las bonito lado puente arranca desde el cuento p p p. Son dos equis edificios bruummm, rum comme le Transmilenio. La partitura roja del pasto shshshsh tiene como objetivo esta tarde derribo de come de pájaro columna. Maleta azul sucia se mezcla con UPN. Trayecto rápido del Transmilenio hágale rápido uh.  SH SH SH ventana suena como fresca gresca greca veinte años de casado. Sólo un mes muchacha vienen de la última pueblo agua. Caminando sobre la tele, listo.  Aquí acaba #1, excelente hijo.
30/1/2019

Segunda clase

Hoy el taller de arte portátil fue en un ascensor.

Alguien pensó que la elevación era otra forma de levedad.

Nos mareamos. 

6/1/2019

De pronto, hay una clase

Este curso propone, desde una posición abierta y dispuesta a la experimentación, difuminar los límites de la dicotomía entre los territorios que autorizan el conocimiento (el profesor, el texto académico, etc.) y la vida, la experiencia. Propone a los estudiantes, desde la colaboración, construir la clase. Así, la invitación es a examinar, discutir, crear y llevar hasta las últimas consecuencias las posibilidades de lo portátil. Lo portátil, por ejemplo, en contraposición a la idea de levedad. Es también una invitación a asumir la investigación como una herramienta de curiosidad y de exploración, sin ser un lugar seguro, con reglas y metodologías estables y más bien contemplarlo como un lugar donde cabe y donde es posible hacer cruces entre los elementos más dispares: un mercado, una red social, una telenovela. Todo cabe, todo hace parte de una metodología cercana a la de la cultura visual, donde se encarna la criticalidad, como un modo de vivir en el mundo. Es decir, la investigación como una herramienta para explorar la vida. Hacer un viraje que parte por preguntarte ¿qué es algo? Hasta ¿Qué hace posible? Y empezar diciendo, siguiendo a Irit Rogoff, dónde nos sentamos ¿Dónde nos sentamos dentro de todo esto? ¿Cómo nos implicamos, cuando somos confrontados con algo, como espectadores, participantes o miembros de la audiencia?

 Los encuentros de arte portátil no son una estrategia para ilustrar una idea, suponen ir más allá y apelar a la contingencia. No es una estrategia empaquetada, propia de la cultura neoliberal, todo tiene que ser fácilmente envasable, empaquetado y diseminado. ¿qué significa que algo pueda ser mostrado o una exposición finalizada? La invitación del curso es a abordar esto, como un problema que alude a lo curaduría contemporánea. Así, este curso no trata solamente del arte portátil como un problema fácilmente abordable, sino de buscar la levedad como recurso y la posibilidad de explorar formas menos estáticas y pesadas como recurso de exhibición.  

29/6/2018

Arte Vivo

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El arte vivo es la Aventura de lo real, el documento urgente, el contacto directo y total con las cosas, los lugares, las gentes, creando situaciones, lo imprevisto. Es mostrar y encontrar el objeto en su propio lugar. Totalmente de acuerdo con el cine, reportaje, y la literatura como documento vivo. La realidad sin retoque ni transformación artística. Hoy en día me importa más un ser cualquier, contando su propia vida en la calle o en tranvía que el relato técnico y pulido de un escritor. No lo tanto creo futuro sin detenerse en la temperatura sin imaginar. De esta manera explícita porque, en los últimos anos, el arte plástico recurrió de manera consciente a jerarquizar el azar. Era una manea de descubrir la otra cara de la razón. Todo aquello que podamos pensar conscientemente /toda nuestra razón / nos limita y caemos muy fácilmente en estructuras elementales limitadas. Me parece estupendo aquello de que “ando siempre en dirección contraria a la que debes ir. Es la única manera de llegar a alguna parte”.

Debemos, no sé si ya lo dije antes, salir a la calle. Las huellas que trazan mis zapatos para ir de mi casa a la galería son más importantes que los cuadres que allí se exponen. no sé quién lo dijo, pero estoy totalmente de acuerdo.

una obra tiene sentido mientras se la hace como aventura total, sin saber lo que va a suceder. una vez concluida, ya no importa, se ha convertido en un cadáver. Por lo tanto dejarlos o quemarlos en paz. El artista actual ha perdido el sentido de la eternidad. Tambien hay que terminar un poco con la pasividad del publico. El cuplico, como publico, debe acabar. Sucediendo, pudiendo suceder en cualquiera, al lado de las carnicerías, panaderías, mercados, sastrerías teatrales, metro, morgue, calles y de los propios prostíbulos si los hubiera.

Dialogo en un ascensor, mirando tachaduras sobre la pared

–Que es mejor? Esto o hacer esto?

-Esto

-Llevarlo a verlo o traerlos a ver?

 

Provocar una situación por medio de algo que luego será destruido.

Única obra.

de: https://i.pinimg.com/originals/15/66/2d/15662dd8b4df3d0296946c9ba2ed3109.jpg

14/6/2018

No ganar no es necesariamente perder

Por: Breyner Huertas

Fotógrafo anónimo   

Alfred Eisenstaedt – V-J Day in Times Square

Como si el material supiera sobre las imágenes que soporta, un documento conservado por nadie y en la memoria de nadie tiene un hongo justo donde vemos un beso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como si los fluidos fueran de verdad (como si hubieran fluidos de beso) el papel se ha entregado al reino fungi como material orgánico que sigue siendo, a pesar de todo y su plastificado. [1]

 

 

Como si el material no supiera sobre las imágenes que soporta, un documento conservado por todos y en la memoria de todos está impecablemente reproducido, nítido y limpio en todas sus copias. Vemos el instante un millón de veces traicionado de un beso.

 

Como si ignorara todo sobre su propia naturaleza, este documento se ha entregado al reino de lo inolvidable, pasando de papel en papel y de formato en formato, disponible siempre.[2]

[1] Posteriormente el beso de las telenovelas intenta emular esta privacidad latinoamericana (como tesoro del amotinamiento) con un eje de tres o dos cámaras, cerrando aún más el plano, emulando la sombra del árbol con el marco de la pantalla y un fondo plano de habitación. Esto obviamente no es un postulado sobre el beso en la telenovela; solo surge a la luz (sombra) de esta divagación.

[2] Posteriormente el cine intenta emular esta espectacularidad en un gesto tan común como lo es un beso y crea el maravilloso beso entre el hombre araña y su novia, en el que él cuelga de cabeza (como un torturado) y la besa mientras llueve; la lluvia da cuenta aquí de la cantidad de comas que tiene el guión y también, en sentido general, de la presencia testimonial de un público en potencia que verá y aplaudirá el beso. Este público obviamente está dentro de la cabeza del hombre araña, porque como espectadores estamos dentro de la cabeza de los personajes. Esta inversión es extraña pero es a lo que desemboca toda la filosofía.

El beso es una pantalla; fase común de los dos documentos, una especie de barrera espejo en donde se hace esta reflexión: la suma imposible de dos cavidades.

El beso es suspensión del habla; de dos hablas. Con respecto a los documentos, cada imagen es eyectada lo más lejos posible entre sí, porque al unirlas (juntarlas a cada lado de la pantalla/cavidad/barrera) se diferencian y se afectan. Las imágenes se besan.

Los niños ponen sus juguetes a besarse, por lo general las muñecas con los soldados; acá estamos poniendo las fotos a besarse. Y las fotos son también imágenes de besos.

Son tres besos los que vemos aquí.

Como si alguien besara su propio reflejo en el espejo (una cavidad contra una superficie, ejercicio narcisista) mientras alguien lo observa y a su vez este alguien se ve en el espejo espiando, y el reflejo le sugiere que ya no debe mirar más (una cavidad contra su propia cavidad – ejercicio autocrítico).

Al leer se suspende el habla del lector y el habla del escritor; lo que se despliega es otra cosa pero no una voz en el sentido de que no emana desde una cavidad sino que emana desde una superficie, desde o hacía el texto. Signos que por lo general se manifiestan  negros sobre blanco, punto sobre papel blanco contrario a las constelaciones.

No ganar no es necesariamente perder. En el medio, siendo la noción de medio no como la mitad sino como el lapso entre dos cosas, zona gris, área-media, canal-medio, manera-puente, no hay signo sino constelación. Hay cavidad.

 

En la fotografía anónima:

 

Se desconoce su autor.

 

Se desconoce su ubicación: es en la sombra, debajo de un árbol, al parecer en el campo o zona verde.

 

Es un beso al parecer amoroso.

 

Es el beso de una relación entre una pareja.

 

Es un beso periódico. Un beso cultivado con tiempo. Perduró en las cavidades.

 

Paradójico que el hecho de ser anónimo asegura su humanidad, su personalidad: son personas.

 

Es un beso solitario, aburrido para el testigo (si nos preguntamos sobre el fotógrafo de la escena) e íntimo.

 

El militar está en medio de una guerra sin inicio y sin fin delimitado. Décadas de conflicto con bordes borrosos y roles ambiguos (el malo que no es malo, el bueno que no es bueno, las guerrillas, los paramilitares…) una guerra sin programa.

 

El día de la foto, la guerra permanece (como la relación del militar), ha existido antes y después del beso  (encuentro/pantalla) y antes y después de la foto (encuentro/pantalla).

 

El clic de la cámara es efímero, se pierde entre el tiempo.

 

La mujer abraza al militar, que le corresponde por la cintura. Su posición es la de entrega al momento.

 

La mujer tiene maquilladas las uñas; quizá porque el encuentro es especial y hay cierta preparación ritual para este instante. La foto es la importancia del instante.

 

No hay un aparato mediático que intente buscar a los protagonistas de la imagen. Su beso es efímero y no le importa sino a ellos dos, que buscaron guardar el recuerdo. No hay relato.

 

Es una foto a color.

 

El beso del militar está concentrado, parece que ambos descansan en el beso, no hay tensión ni el beso quiere ser beso ante el mundo.

 

El documento tiene hongo, es único y no debería estar en esta reflexión.

 

 

 

 

En la fotografía de Alfred Eisenstaedt:

 

Se conoce su autor.

 

Se sabe su ubicación: es a la intemperie. En la mitad de la calle, en el Time Square.

 

 

Es un beso efusivo.

 

Es un beso entre desconocidos.

 

Es un beso único. Unidad, como muestra, ejemplo, ítem. Perdura en los documentos.

 

Es un beso entre arquetipos (marine y enfermera).

 

 

Es un beso público, masivo, espectacular: tiene espectadores y no testigos. El documento crea la tarima.

 

El marine está en un punto delimitado, exacto, argumento nuclear, preciso, de roles específicos y con fechas claras. Una guerra de programa que claramente finalizó ese día. Una guerra corporativa, con deadline.

 

El día de la foto esa guerra se acabó. El marine celebra la victoria de su ejército sobre el Japón. La guerra existía antes de la foto y después de la foto ya no (pantalla)

El clic de la cámara tiene un peso trascendental, se revive constantemente.

La mujer no abraza al militar, que la toma por la cintura; su posición es la del objeto que se toma o se dispone.

La foto no da cuenta de un instante sino que pretende anclar una época: el instante representa (y descarga) un lapso de tiempo y el documento carga un hito histórico.

 

El aparato mediático en torno a la foto se encargó de encontrar, décadas después del beso, a los protagonistas y así ampliar los relatos de la imagen.

 

 

Es una foto a blanco y negro.

 

El beso del marine es análogo a una atención salvavidas boca a boca, a un gesto exacerbado del beso que quiere parecer beso, ante el mundo.

 

El documento se ha copiado innumerables veces, existe incluso sin soporte como memoria colectiva y digital en muchos lugares.

A lo último vemos los dos documentos, yuxtapuestos encontrándose el uno y el otro en función de unos lectores que somos cavidades y que vemos besos (y que estamos en cavidades)… y la memoria colectiva (condición célebre) que posee el documento estadounidense se riega sobre el otro documento y en sentido contrario la intimidad o la connotación amorosa de la foto latinoamericana (condición anónima) unta al otro documento y resulta que cada imagen es lo que en el fondo hubiéramos querido que fuese la otra, pero nunca entre los dos hubieran podido componer una sola imagen, porque se es una cosa u otra y no dos a la vez. La única manera de ser dos a la vez es en el beso, cuando se suman las cavidades. Recuerdo el molde de la mordida que hace el odontólogo para diagnosticar ortodoncia, con algo parecido se podría hacer un vaciado de exacto de la boca propia y la de alguien y pegar los dos vaciados en yeso; pero no serían ya cavidades sino documentos…

21/3/2018

Séptimo Encuentro

Pasto - Heladería Santiago

marzo 23 - 2018

La heladería Santiago en el barrio Santiago, ubicada en el costado lateral de la iglesia Santiago que a su vez está en el parque Santiago, es la primera heladería de Pasto. Fue fundada el 6 de diciembre de 1955 por Benjamín Rosero y su esposa Isabel Riasco. Sus hijos Socorro, Arturo, Edgar y Gladys la manejan hoy. En esa época Benjamín e Isabel viajaron a Ibarra, en Ecuador, donde conocieron y aprendieron el oficio del helado de paila y decidieron llevarlo a su ciudad.  El hielo se traía del Nevado Cumbal, a caballo, envuelto en hoja de plátano y frailejón. La fruta se molía en piedra. Elementos básicos para hacer helado de paila: una paila de cobre, una cuchara de palo, hielo, pulpa de fruta fresca, azúcar y sal marina. La temperatura en Pasto varía de los 9° a los 18°.

Dubbyn, Familia Pastusa, 2018.

Adrián Montenegro, Arte portátil, 2018.

Adrián Montenegro, Arte portátil, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Gustavo Insandará, Sea Cosmos, 2018.

Adrián Montenegro, Insoportable, 2018.

Adrián Montenegro, Insoportable, 2018.

Adrián Montenegro, Insoportable, 2018.

Román Ramírez, Rino de viaje, 2018.

Román Ramírez, Rino de viaje, 2018.

Jaime Guevara, Queso de Cabeza, 2018.

Jugando con Suertudos, de Jennys Obando.

Jugando con Suertudos, de Jennys Obando.

Jugando con Suertudos, de Jennys Obando.

Jennys Obando, Suertudos, 2018.

Acción de Heidi Carmona, El Salado, 2018

Edith Coka, Palacio de Nariño, de la serie Muebles Latinoamericanos.

Hecho en barniz de Pasto. Jaime Guevara, Sin Título, 2018.

Felipe Moreno, Esto es arte?, 2018.

Balde sobre tronco, lleno de hielo. Espacio para preparar el helado de paila, ese mismo helado que ha hecho famosa a la Heladería Santiago.

Gustavo Insandará, Sin Título, 2018.

Gustavo Insandará, Sin Título, 2018.

vista de la Iglesia de Santiago, en el Barrio Santiago, ubicada frente al parque Santiago, desde el segundo piso de la heladería Santiago, 5:30 de la tarde.

Juli Rosero, De la serie artefactos, 2018.

Detalle. Juli Rosero, De la serie artefactos, 2018.

Oficina de Inscripción.

Vista desde la oficina de inscripción.

primer piso de la heladería Santiago

rastros de helado en la heladería Santiago.

Jennys pidiendo helado

Durán, Sin título, 2018.

Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

Detalle. Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

Detalle. Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

espectador atento. Ulises Lima, La serie de shakiras, 2018.

Socorro Rosero atendiendo la heladería que fundó su papá y que hoy maneja con sus cuatro hermanos.

Jennys Obando, El Exprimidor, 2018.

Detalle. Jennys Obando, El Exprimidor, 2018.

Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.

Alejandro Domínguez, Pregúntele al diablo, 2018.

 

21/3/2018

Sexto Encuentro

Cali - Casa Obeso Mejía

julio 1 - 2017

Invitación Encuentro de arte portátil, Casa Obeso Mejía, julio de 2017, Cali.

Jean Paul Vélez, Sin nombre, Readymade, 2017.

Jean Paul Vélez, Sin nombre, Readymade, 2017

Jerónimo Gutiérrez, Paisaje Sonoro – Ambientación en falso, 2017.

Diego Gómez, Violencia Simbólica, 2017

Diego Gómez, …, 2017.

Artistas en montaje – Paola Nicholls y Carlos Santacoloma- Encuentro de arte portátil, Cali, Julio de 2017.

Colectivo Muro de Bareque U. Católica en montaje. La excusa perfecta del proyecto, Recurso limitado, 2017.

Linda Johana Murillo, Fuerza, 2017.

Mateo Zúñiga, Sin título, 2017.

Davison Vera Morales, Pirógrafo, 2017.

Norby Cruz, Kit, 2017.

Linda Johana Murillo, El humano como residuo social, 2017.

Diana Marcela Buitrón, Objetos parlantes maqueta 1, 2017.

Ivonne Restrepo, Departamento de imprudencias.

Ivonne Restrepo, Departamento de imprudencias.

Luz Dary Ocasal, Objetos en espera, 2017.

La artista posa junto a su obra, Luz Dary Ocasal, Objetos en espera, 2017.

Ronny Mejía, Serie cine y música, 2017.

Ronny Mejía, Serie cine y música, 2017.

Colectivo Muro de Bareque U. Católica, La excusa perfecta del proyecto, recurso ilimitado, 2017.

Colectivo Muro de Bareque U. Católica, en montaje.

Vanessa Sandoval, Declaración platónica, 2017.

Sara Díaz, Sin título, 2017.

Emilo José Escobar, Anticomunist action, 2017.

Paola Nicholls, Paisaje, 2017.

Camilo Barrios, No era, 2017.

Kelly Duque, Recuerdos, 2017.

Vanessa Sandoval, Declaración platónica, Objetos contemplativos de dibujos invisibles.

Hernann Yusty Rayo, «Sanalotodo y asociados”. Por un hogar sólido, un radiante año de 1948, 2017.

Detalle del baño para visitantes de la casa Obeso Mejía.

Jhon Campo, Stickers ya, 2017.

Paola Nicholls, Paisaje, 2017. Emilio José Escobar, Anticomunist action, 2017. Paola Nicholls, Huevos reciclados, 2017.

Valentina Molina, Hombres de la tierra, 2017.

Algo pasó ahí.

Víctor Gamboa, Carelibro y su parcero, 2017.

María Lucia Romero, Castrati, 2017.

Norby Cruz, Kit, 2017. Instalado en la cocina de la casa Obeso

Usnavy Balenta, Fotocopias varias. No toque sapx.

Usnavy Balenta, Fotocopias varias. No toque sapx. Detalle.

Alex Ontia, Sentidos, 2017.

Alex Ontia, Sentidos, 2017.

Placa que dice por favor sea breve, dejada encima del inodoro del Baño. Firma Julián Champ, 2017.

Placa que dice por favor sea breve, dejada encima del inodoro del Baño. Firma Julián Champ, 2017.

William León, El propio man, 2017.

William León, El propio man, 2017.

Acumulaciones Taller, La Microempresa, 2017.

Acumulaciones Taller, La Microempresa, 2017. Detalle.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Helios Dadanza, Un respiro, 2017.

Mateo Zúñiga, Sin título, 2017.

Nathalya Cortés, Natyra Cali, 2017.

Participantes del encuentro de arte portátil, Cali, 2017.

La Casa Obeso Mejía es una construcción emblemática de la ciudad de Cali, construida en 1947,  con arquitectura estilo californiano de los años 40’s, ubicada en el barrio Normandía. Fue el deseo del Señor Antonio Obeso de Mendiola y a su esposa Doña Luz Mejía de Obeso, reconocidos personajes de Costa Rica y Medellín respectivamente, adoptados por la ciudad de Cali, entregar a la capital del Valle esta mansión ubicada en la margen izquierda del río.

Participantes: Acumulaciones Taller, Alejandra Villafañe,  Alejandro Martín, Alfie Lake, Ana María Pérez, Analu Revelo, Andrea Katherine Vélez, Ángela Galvis Romero, Camilo Barrios, Camilo José Escobar, Carlos Santacoloma, Cindy Muñoz,  Colectivo Muro de Bareque U. Católica, Daniela Gallego, David Castaño,  Davison Vera Morales,  Diana González, Diana Marcela Buitrón, Diego Gómez, Esteban López, Felipe Gaona, Freddy Mondragón, Gloria María Holguín, Helios Dadanza, Hernann Yusty Rayo, Ivonne Restrepo,  Jean Paul Vélez, Jerónimo Gutiérrez, John Campo, John Jairo Lenis, Jhoseth Silva , José Muñoz José Muñoz, Jose Ruíz Juan Noreña, Kelly Duque,  Laura Lenis y Lina María Castro, Linda Johana Murillo R.,  Luz Dary Ocasal,  María Lucia Romero, María Mercedes Franco, María Virginia Herrera,  Mateo Zúñiga,  Mauricio Quiñones,  Mónica Arroyabe, Nathalya Cortés, Norby Cruz,  Paola Nicholls,  Red poética, Renée Hernández,  Ronny Mejía,  Rosa Elena Palacios  Santiago, Cajamarca Sara Díaz,  Valentina Molina, Vanessa Sandoval, Víctor Gamboa, William León,  Yudyd Mosquera, Yuri Tatiana Salcedo.

Agradecimientos: todo el equipo del Museo la Tertulia, especialmente Alejandro Martín y Stiven Saldarriaga.

Registro: Jose Ruíz.

12/6/2010

Decálogo del Encuentro de Arte Portátil

Los encuentros de arte portátil

Desde los trípticos religiosos que transportaba el viajero medieval,

Los retratos miniaturizados que acompañaban a la guerra,

Enrique Vila-Matas y su Historia Abreviada de la Literatura Portátil,

El Museo de Microminiaturas de Guadalest en Alicante, España,

Los Microgramas de Robert Walser,

La maleta de Marcel Duchamp.

Los Encuentros de Arte portátil se acercan a las constelaciones ideológicas, estéticas y teóricas que rodean a la obra portátil, estrechamente ligada a lo mínimo, lo contingente.

Se trata de obras originales mínimas, sin gravedad, instantáneas, nómadas.

el símbolo de la obra portátil ha sufrido una revisión conceptual:  se ha visto reconsiderada en algunos casos como objeto único, en convivencia armónica o enfrentada con el sistema del arte y sus instituciones, la reproductibilidad masiva de la imagen, la digitalización o la solemnidad y el reconocimiento del mercado.  

El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El espectador/artista puede participar con el número de obras que elija, con la única condición de que sus dimensiones puedan ser contenidas en una maleta, maletín, morral o mochila  en  el  que  poder  ser transportadas  y  por  lo  tanto  su  naturaleza  sea  portátil.

Los encuentros son una invitación a reflexionar desde múltiples perspectivas y referentes, otras escalas con rigor, pero sin gravedad.

Este formato expositivo propone disolver la distancia entre el que hace y el que observa, mediante un evento en el cual se invita al espectador a convertirse en un participante activo.

En este formato se propone a las prácticas expositivas efímeras como un espacio de disenso que pretende difuminar la figura del autor/artista/espectador con un componente de participación colectiva.
Los encuentros son exposiciones efímeras, pues su duración no dura más de una noche, que se inscriben en contingencias y eventualidades propias de una exposición pop-up establecida en espacios no convencionales de exhibición.
Los encuentros de arte portátil establecen diálogos entre dos entes que por lo general no dialogan, el arte y el billar, el arte y la gallera, etc. donde la perspectiva portátil tiene algo de dislocado, de descentrado, incluso anómalo y casual.
Toda obra portátil es el despliegue de su propia contingencia, y la contingencia potencial de sus propios pliegues.
Estos encuentros se conciben como un proyecto colaborativo que puede ser realizado por quien se dé a la tarea de convocarlos, siempre y cuando se informe a la base central el lugar, fecha, hora del evento y se cuente con un registro fotográfico.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.
El arte portátil, por su propia naturaleza nómada e ingrávida, no precisa de requerimientos expositivos particulares y su condición es que pueda ser expuesto en cualquier lugar, en cualquier momento y de manera circunstancial.

29/6/1965

Fluxkits

Fluxkit. 1965.

 

Bajo la etiqueta Fluxus, George Maciunas comercializa por correo una amplia gama de objetos hechos por otros artistas. ‘Fluxkit’ es una selección representativa de estos objetos, y abarca el rango de formas en que se emitieron las ediciones Fluxus: puntajes gráficos para eventos, cajas interactivas y juegos, revistas y películas. Casi todos los ‘Fluxkit’ tenían un contenido algo diferente, y el número de componentes incluidos aumentó con los años: de unos veinticinco en 1965, por ejemplo, a cuarenta en 1966. El «Fluxkit», sin embargo, fue concebido como un producto colectivo en lugar de un museo individual.

 

Fluxkit. 1965/1966. Huxus EditYon, Nueva York. Estuche de vinilo con adornos plateados y forrado con pana, correa de cuero; 8 compartimentos  incorporados de madera natural; contiene obras de 12 artistas en diversos medios y publicaciones de Fluxus; 30.5 ‘<44.5 x 12.5 em excluyendo el mango y las bisagras. Silverman> 121.11 Incluye: Eric Andersen, SO Opera. Sí. 0, caja de dedo. George Brecht, Juegos y acertijos / Rompecabezas de bolas / Rompecabezas / Puzzle plano inclinado: Juegos y acertijos / Rompecabezas de bolas negras; Juegos y acertijos / Deck; Juegos y rompecabezas / Kit de nombre; Agua Yam. Joe Jones, trabajo no identificado, probablemente una canción favorita o máquina de música. Alison Knowles, rollos de frijoles. Takehisa Kosugi, Eventos. Shigeko Kubota, Flux Medicine. George Maciunas, Fluxus (su desarrollo histórico y relación con los movimientos de vanguardia); «Conjunto completo de etiquetas de Joe Jones»; Fluxorgan, 12 sonidos. Benjamin Patterson, Instrucción No.2. Chieko Shiomi, poema espacial n. ° 2; Eventos y juegos; Música acuática. Ben Vautier, agua sucia; Agujeros de flujo; Sin Art. Robert Watts, Eventos; Huella dactilar; Roca marcada por peso. También incluye: Ffuxus cc V TRE Fluxus (periódico Fluxus n. ° 2), febrero de 1964; Fluxus cc Valise e TRang / f (periódico Fluxes n. ° 3), marzo de 1964; Fluxus Vacuum TRapEzoid (periódico Fluxus no. S), marzo de 1965; Fluxus Vaudeville ouRnamEnt (periódico Fluxus nº 6). Julio de 1965; Periódicos de periódicos Fluxus 3 para la nota del 51 (periódico Fluxus n. ° 7), 1 de febrero de 1966; programa para Fluxorchestra en Carnegie Recital Hal /, septiembre de 1965; Fluxus Vaseline sTREet (periódico Fluxus nº 8), mayo de 1966; «Deseo permanecer en la lista de correo de Fluxus» (una tarjeta).