“La caja-maleta de Duchamp, que contenía reproducciones en miniatura de todas sus obras, no tardo en convertirse en el anagrama de la literatura portátil y en el símbolo en el que se reconocieron los primeros shandys”
Vila-Matas, E. (2002). Historia abreviada de la literatura portátil (2a. ed.) Barcelona: Editorial Anagrama.