“La lógica con que se suceden los fragmentos es incierta pero el efecto es inmediatamente claro: el montaje no muestra, sino que dispone, no las cosas mismas sino sus diferencias, sus choques, sus tensiones; descompone y recompone el orden del mundo, que así dispuesto y distanciado se vuelve aún más extraño… el autor se enmascara en copistas, antólogos, traductores, investigadores, filólogos, hasta borrar los rastros de la voz propia.”
Speranza, G. (2012) Atlas portátil de América Latina, Arte y ficciones errantes. Anagrama: Barcelona.