“La noche cuando Sieroska se desnudó para meterse en la cama, después de un día horriblemente igual a los demás encontró el paquetito y, sacándolo del bolsillo, lo puso sobre la mesita de noche, dentro del circulo rosado de la luz. Era un paquetito humilde y vulgar, de papel amarillento, arrugado y sucio.”
Papini, G. (1972). Palabras y sangre. Barcelona: Plaza y Janes.